Capítulo 56

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Nathanael

Cuatro meses después

−Dee no − se queja mi hijo mayor viendo a su hermanita destrozar sus legos

Sonrió divertido acercándome a ellos. Dee empieza a alzar sus brazos emocionada cuando me ve. La tomo en mis brazos del suelo donde estaba.

−Dee lo siente Ry − lamento

Ry se encoge de hombros y continúa su labor de volver a armarlos. Veo a la bebe de seis meses en mis brazos quien ama la atención y más la mía. Beso su regordeta mejilla haciéndola reír continuamente. Salgo de la habitación de Ry a la nuestra donde se encuentra Del.

−Bebita de mama − canturrea la rubia

Dee pide ser dejada en el suelo lo cual cumplo dejándola gatear por todos lados. Me acerco a la cama junto a mi futura prometida. Planeo pedirlo hoy en la cita que tengo preparada desde hace días. La excusa es pasar tiempo solos, los niños y el trabajo ocupa todo nuestro tiempo, no me quejo porque amo pasar el tiempo con ellos y ve a mis hijos crecer, ver el crecimiento de Dee cada mes es alucinante, ver como Ry se hace más independiente y más alto me tiene muy nostálgico, mi gran niño de cinco años.

−A qué hora vendrán Dave y Dri? − pregunto

Ellos se ofrecieron a cuidar a los niños, Sebas y Bree andan muy ocupados con su bebe de cuatro meses.

−En media hora.

Asiento viéndola hacer ondas en su pelo. Dee gatea hasta los pies de su mamá, ella golpeó sus piernas insistentemente para tener su atención.

−Deanna espera.

La niña hace una cara de indignación y río fuerte porque tiene mucha personalidad para tener seis meses. Del deja la rizadora en el tocador y se inclina a tomar a la bebe.

−Niña desesperada.

Del se pone de pie con Dee jugando con su cabello. La rubia luce una bata sin terminar de vestirse. Yo solo tengo que vestirme rápido en unos minutos. Se deja caer en la cama a mi lado. Me acerco a besar sus labios pero me detiene. La miro confundido.

−No arruines mi maquillaje − replica sentando a la bebe en su regazo

Ruedo los ojos y la tomó del rostro provocando que jadee en sorpresa cuando me adueño de sus labios. Ella muerde levemente mi labio inferior en protesta. Me separo con una sonrisa ganadora.

−Te odio.

Ella abre su bata para darle pecho a la ansiosa bebe que intenta quitarsela. Dee se engancha en su pezón succionando con alegría.

−Solo contigo comparto − suelto divertido

Delaney frunce el ceño confundida.

−Que compartes?

Me pongo de pie y presionó su pecho libre ganándome una manotada.

−Tonto.

Salgo de la habitación para ver a Ry y asegurarme que no se haya cambiado de pijama. Últimamente la cambia por una distinta dejando su armario hecho un desastre el cual su mama obliga a que lo ordene nuevamente. Lo veo terminar de armar el lego que destruyó a su hermana. El timbre suena y él levanta la vista corriendo fuera de la habitación. Río siguiéndole el paso, no me preocupa que abra la puerta porque solo pueden pasar las familia por seguridad.

−Tio Dave − escucho el grito de felicidad

Término de bajar las escaleras encontrándome con mi hermana y cuñado.

−Hola Nate − saluda Dri dejando su bolso en la mesita

−No piensas cambiarte? − pregunta Dave confundido

−Si ya voy, Del está dando de comer a Dee − anuncio subiendo las escaleras nuevamente

Entró a la habitación viendo a la rubia sacar los gases de la mini rubia.

−Ve a cambiarte − ordena

Asiento y entro al vestidor donde tengo mi traje seleccionado. Me apresuro en cambiarme y guardar la caja con el anillo en mi bolsillo. Salgo del vestidor minutos después encontrando a Delaney envuelta en vestido rojo sangre, esta de pie en unos tacones negros mientras se pone unos aretes en el espejo de cuerpo completo. Mi polla se endurece viendo su lindo trasero.

−Estoy muy duro − anuncio presionando contra ella

La veo reír en el reflejo.

−Hoy vas a llevarme a cenar, por muy tentador que estes − dice alejandose de mi

Rio divertido saliendo con ella de la habitación.

Bajamos al piso inferior, los niños están con sus tíos riendo. Nos despedimos y dejamos las instrucciones que ya saben de memoria. Subimos al auto y arrancamos en dirección al lugar. Preparé la cita en el lugar de nuestra primera cita cuando éramos adolescentes. Llegamos al lago media hora después, salimos y veo el rostro sorprendido de Delaney.

−Aquí tuvimos nuestra primera cita − susurra conmocionada viendo todas las luces que hay en el kiosko

Entramos al kiosko, en el centro hay una mesa con dos sillas y la comida esperandonos. Está decorado con luces en el techo haciéndolo lucir más mágico.

−Esta hermoso − murmuró apretando mi mano

−No más hermoso que tu − contradiga logrando que sonría

Desplazo la silla para que se siente.

−Gracias caballero Nate.

Me siento al otro lado y procedemos a cenar mientras charlamos de todo y nada a la vez. Con ella siempre es fácil hablar de cualquier cosa. Una hora después estamos caminando por las orillas del lago el cual tiene muchas velas decorativas alrededor.

−Quiero que sepas que eres una de las mujeres más importante de toda mi puta vida − digo sacándola de balance −Tengo que incluir a Dee porque hace berrinche si no − comento sacandole una risita

−Es justo.

−Supe que me casaria contigo la primera vez que te vi, aunque fui un idiota la mayoria del tiempo y eso provoco que nos alejaramos por uno años, jamas deje de pensar en ti, eres todo lo que pasa por mi cabeza al dormirme y despertarme. Amo la familia que tenemos, me diste dos increíbles y maravillosos hijos que amo con toda mi vida. Eres la mujer más fuerte y valiente que he conocido, has superado cada prueba que la vida te dio y aun así tienes una radiante sonrisa en el rostro.

La veo derramar lágrimas mientras sonríe nerviosa.

−Quiero seguir viendo tu rostro al despertar y dormir cada día de mi vida.

Me arrodillo y saco el anillo mostrandolo.

−¿Quieres casarte conmigo? − pregunto nervioso

Ella me mira conmocionada con lágrimas.

−Si, mil veces si − responde con una sonrisa

Sonrió extasiado y colocó el anillo en su dedo anular para luego besarla sin reparos. Ella corresponde el beso con la misma intensidad. Las cosas empiezan a ponernos calientes y me detengo jadeando.

−Vamos a casa a celebrar como se debe − masculló besando su cuello

Ella asiente con la respiración entrecortada. Llegamos a medianoche a casa, los niños están profundamente dormidos. Agradecemos la ayuda de los chicos y Dri casi se cae de culo cuando vio el anillo de Del, gritaron como locas desquiciadas cuando llamaron a Bree y Dani por videollamada emocionadas. Ellos se van y procedo a quitarle cada prenda de su cuerpo cuando llegamos a nuestra habitación. Nos disfrutamos sin reparo en cada lugar de estas cuatro paredes. 

Volviendo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora