Capítulo 4

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K.C.

Me senté en el borde de la cama de Tate a la mañana siguiente, pasando mi pulgar hacia atrás y adelante a través de la cicatriz en la parte interior de la muñeca que descansaba en mi regazo. Era larga y delgada, pero bien escondida, atravesando diagonalmente el interior de mi muñeca.

Cobarde e impotente. Sacudí la cabeza lentamente, sintiendo una fría lágrima caer en mi brazo.

Jung JungKook era un imbécil.

Todo el mundo creía conocerme. Kook, HoSeok, JiMin, Liam, mi madre... todo el mundo.

Todo el mundo, excepto Tate y Shane. Eran la única familia que realmente tenía, porque eran las únicas que sabían todo.

"Nunca he conocido a nadie tan desesperado por salir de su propia piel".

Metí mi largo cabello detrás de mi oreja y sollocé. Tenía razón en eso. Inmediatamente el recuerdo me golpeó como si sólo hubiera sucedido ayer.

—Katherina, ven aquí —llama mi padre. Se sienta junto a la ventana, vistiendo un pantalón azul y una bata.

Me muerdo las uñas, mirando a mi madre, asustada. Pero no me devuelve la mirada. ¿Por qué no me mira? Tengo cuatro y no me dice qué pasa, aunque le siga preguntando. Todo lo que sé es que mi papá ya no puede vivir en casa. Su cabello está sucio y nunca ha tenido una barba antes.

—Katherina. —Me hace gestos con su mano, queriendo que me le acerque.

—Papi, soy Juliet —murmuro, mi madre pellizca mi espalda.

Mi labio tiembla, y me duele el rostro. Hice algo mal. Cuando hago cosas malas en público, me pellizca, porque dice que no puede gritarme.Veo la expresión triste de mi papá y dejo caer mis manos, porque quiero que me ame.

—Sólo estoy bromeando. —Sonrío tanto como puedo—. Soy Katherina.

Corro a la seguridad y el amor de los brazos de mi papá, sosteniéndome con fuerza, a pesar de que cree que soy mi hermana.

No lo podía creer y odiaba admitirlo, pero el idiota tenía razón. No era mi hermana muerta, Katherina. Lo peor era que ni siquiera sabía quién demonios era Juliet. Apenas existía.

¿Qué helado le gustaba a K.C.? Porque sólo comía ese para no confundir los delirios felices de mi padre. ¿Tenía que llevar los zapatos Mary Janes a la iglesia todos los domingos sólo porque eran los favoritos de K.C.? Odiaba los Mary Janes; pero no, tenían que gustarme, así que simplemente decidí que me gustaran y lo olvidé. ¿Qué quería ser cuando fuera grande? O espera. ¿Qué quería ser K.C.? Porque a papá le gustaba hablar con ella sobre eso y tenía que tratar de no molestarlo.

Aún en la muerte, mi hermana era la perfección. Nunca mordía sus uñas, no se portaba o escuchaba música mala. Era hermosa, perfecta y viva. Juliet era la muerta.

Caminé aturdida, después de haber dormido apenas algo la noche anterior. Me quité el short del pijama y la camiseta cuando entré en el cuarto de baño. Abrí la ducha y entré, mis extremidades pesadas se movieron sólo lo necesario, aplastadas con derrota.

Cobarde e impotente.

Tiré la cabeza hacia atrás y me estremecí cuando el agua caliente vertió calor bienvenido sobre toda mi piel. El tiempo era cálido y húmedo. Mantenía la temperatura interior en 26 °C, no queriendo arriesgarme a incrementar el recibo de luz de los Brandt mientras me quedaba aquí. Pero a pesar de que parecía que estaba limpiando constantemente el sudor de mi frente, quería que hiciera más calor. Giré la llave de agua, aumentando la temperatura de un deshielo agradable a una fiebre, sin importarme si era demasiado. Ya no me encontraba fría.

Cayendo {F.A.S; #3} ➳ Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora