Capítulo 18

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JungKook

—¡HoSeok! —exclamo—. ¡Atrápalo!

Mi nuevo hermano abre los brazos y corre para capturar en el aire el viejo y deteriorado balón. Un auto toca la bocina, y él se gira, saliendo apresuradamente de la calle para quitarse del camino.

—¿Intentas conseguir que me maten? —bromea, sonriéndome; y yo corro hacia él, chocando mi hombro contra su estómago.

—¡Ahhhhhh! —Lo tacleo en la acera.

Ríe gruñendo, mientras golpea el hormigón. Nos hemos hecho toneladas de raspaduras ya hoy, pero no nos importa.

Desde que mi medio hermano, se presentó la semana pasada de visita para el verano, hemos pasado cada minuto despierto juntos. O casi, de todas formas. Hemos jugado fútbol e ido al cine, y me ha enseñado cómo trepar a los árboles, a pesar de que tenemos que caminar un montón de cuadras para llegar al parque más cercano.

HoSeok vive con su mamá a un par de horas de distancia, y ésta es la primera vez que se reunió con nuestro papá.

Sé que odia estar aquí. Estoy seguro de que no es tan bonita como la casa de su mamá. Pero me siento seguro con él aquí. Los amigos de mi papá no me han molestado desde que se presentó, y aunque sé que no puede, sigo esperando que me lleve con él cuando vuelva a su casa. No quiero estar solo otra vez, y sé que él me protegerá.

Me permito soñarlo, por un momento, de todos modos.

—Cuando vengas a visitarme, jugaremos en el césped y treparemos a los árboles del patio —me dice, despeinando mi cabello.

Me aparto, sonriendo.

—Detente. No soy un bebé.

Nos ponemos de pie y me mira, sacudiendo la cabeza.

—¿Papá tiene esas fiestas a menudo? —me pregunta, por todo el ruido de ayer por la noche. Asiento, dirigiendo el camino de regreso hacia la casa.

—Sí, pero lo mejor es permanecer fuera del camino.

—¿Por qué?

Me encojo de hombros y miro calle abajo.

—A algunas de esas personas no les gustan los niños. —O les gustan demasiado.

Tengo trece años ahora, y aunque apenas recuerdo lo que era vivir con mi familia de acogida, sé lo que se siente cuando te hacen cosas malas.

Y lo que siento ahora, es mucho peor que lo que sentía cuando tenía cinco años. Nadie debería tener que ver las cosas desagradables que veo que pasan en ésta casa. Pensé que era normal, pero no creo que lo sea. Mis amigos en la escuela no tienen casas sucias que huelen mal.

Durante las fiestas, usualmente me voy y acampo fuera, en los pequeños pedazos de corteza de madera, en la superficie de la zona de juegos. Cuando llego a casa por la mañana, todo el mundo está desmayado o demasiado ebrio para estar molesto conmigo.

Veo el viejo coche gris aproximándose por la calle, y mi estómago da un vuelco.

Me vuelvo hacia HoSeok.

—Vamos al parque —insto.

—Es casi la hora de cenar —señala—. Además, quería ver si podía usar el teléfono de papá para llamar a mi mamá y a Tate.

Me duelen las mejillas, porque estoy intentando no llorar, y quiero esconderme en su camiseta. Es una sensación muy estúpida, y me siento tonto, pero me haría sentir mejor.

Cayendo {F.A.S; #3} ➳ Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora