Capítulo 23

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Juliet

—¡Kook! ¡Ahora!

Ambos levantamos la cabeza hacia la puerta, escuchando el grito de HoSeok desde abajo.

Kook sonrió, me dio un último beso en los labios y saltó de la cama.

Su cabello seguía húmedo por la ducha que tomó mientras yo dormía y ya tenía el pantalón puesto, pero sólo estaba a medio vestir.

Cuando volvió a la habitación esta mañana, diciendo que él y HoSeok iban a conseguir suministros y todos íbamos a ir de campamento, nos distrajimos. Otra vez.

HoSeok había estado tocando la bocina por cinco minutos.

Buscando en una de sus bolsas de ropa, asumí del viaje de compras con JiMin ayer, agarró una camiseta negra y se la puso.

—Estate lista cuando vuelva, ¿está bien? —Agarró su teléfono, las llaves, y la billetera, empujándolos en sus bolsillos—. Empaca un bikini y alguna de mis camisetas. No necesitas nada más.

Sonriendo, me senté, cubriéndome con la sábana.

—Estaré lista.

Sabía que quería salir de aquí pronto y me alegró que confiara en mí. No sabía cuán preocupada estar sobre su padre, ya sea si era una verdadera amenaza o no, pero confiaba en los instintos de Kook y HoSeok para mantener una distancia segura hasta que ellos estuvieran listos.

Y bueno, si eso significaba compartir una carpa con Kook durante tres días, entonces estaba genial con eso. La tutoría era interrumpida durante una semana para el cuatro de julio de la próxima semana y no iba a comenzar mi trabajo teatral hasta después de que se completara a mediados de julio.

Se agachó por un beso rápido y luego se dirigió a la puerta.

—Y no peines tu cabello —ordenó, mirándome y guiñando un ojo. Saludé, viéndolo irse.

Balanceando las piernas por el borde de la cama, me quedé con la sábana envuelta a mi alrededor y giré los tobillos y pies para despertarlos. Prácticamente había sido follada en el colchón, aunque recordé vagamente entrar en su oficina anoche, montarlo en su silla y luego regresar a la cama como si acababa de levantarme por un vaso de agua.

La puerta del dormitorio se abrió y levanté la vista para ver a Fallon deteniéndose abruptamente y mirándome con los ojos muy abiertos.

—Oh, vaya —dijo.

Bajé la cabeza, gimiendo. Ni siquiera quería saber cómo me veía. Oí un segundo par de pasos y subí la mirada para ver a Tate.

—Bueno. —Arrastró las palabras, sonriendo—. Eres un desastre. Lo siento por irrumpir —entró en la habitación—, pero no hay tiempo que perder.

Asentí, apretando la sábana.

—Perdón por el retraso. Kook... um —murmuré—. Energía. Mucha energía.

Fallon se quedó en la puerta mientras Tate se sentaba a mi lado.

—Yo... iré... um... —Fallon tropezó con sus palabras—. Volveré a tu casa y le prepararé un baño.

Ella salió y Tate le gritó cuando empezó a frotar círculos en mi espalda.

—¡Mis sales relajantes están bajo el lavabo! —gritó.

Me encogí para sacar su mano, dejando escapar una risa nerviosa.

—No es mi primera vez, Tate. Deja de mimarme.

Dejó caer la mano en su regazo, hablando con severidad:

—¿Alguna vez lo has hecho tantas veces en una noche? —preguntó, mirando alrededor del piso, probablemente refiriéndose a las envolturas de condones.

Cayendo {F.A.S; #3} ➳ Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora