23... Desicion obligada

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Palacio de Topkapi
Aposentos de Hurrem
Narrador omnisciente

Melek: No voy a volver a España.

Alvaro: Tendrás que volver anque no te guste. Este lugar te corrompió más de lo que estabas.

Melek: Tienes mucha razón. Este lugar al que tú esposa me vendió me corrompió. Pero muerta antes que contigo y casada con Daniel.

Melek miro a su padre y salió de la habitación. Afuera estaba sumbul.

Sumbul: Melek...

Melek:  Discúlpame con la sultana por causar tantas molestias. Dile que no volverá a pasar.

Sumbul: Se lo diré, tranquila.

Melek: Podrías decirme dónde está Selim - Pidió la pelinegra.

Sumbul: En sus aposentos.

La menor asintió y camino hacia el lugar. Entro y vio a su príncipe sentado en su diván.

Melek: Alteza... Me permitiría explicarme.

Selim: No hay nada que explicar. Eres la hija de Álvaro. Tu madrastra y tu hermana te mandaron a matar pero tus verdugos decidieron venderte. Es por eso que mi madre no te quería enviar aquí.

Melek: Es cierto. Pero no...

Selim: Si deseas volver a España con tu padre, yo no pienso impedirlo. Es tu desicion, Isla.

Melek se acercó y puso su mano en su hombro dándole un leve contacto. Se sentó en las piernas de selim y lo miro.

Melek: No quiero irme. Te amo lo suficiente para olvidar mi pasado. Lo hice una vez, puedo hacerlo una más. Me quedaré aquí. No permitiré que ninguna otra se atreva a intentar quitar mi lugar en su corazón, alteza.

Selim: Ninguna se compara a ti, belleza.

Melek sonrió y le dió un costo beso - Vamos a dormir. Estoy totalmente muerta.

Los dos se levantaron del diván y se recostaron en la cama. No les tomo mucho dormir.

A la mañana siguiente...

Los dos jóvenes ya estaban despiertos y vestidos. Decidieron desayunar en el jardín. Salieron de los aposentos y pasaron por las puertas del harem ante la mirada de las criadas al ver a Malek agarrando el brazo de su alteza mientras caminaban uno a un lado del otro.

Ya en el jardín se sentaron y los sirvientes trajeron un banquete. Comieron entre risas y charlas. Llegadas las horas de tarde el príncipe se despidió para asistir a una junta con el sultán.

_: Su Alteza, no quiero cruzarme con mi padre – Hablé viéndolo – ¿Puedo quedarme en tu habitación?

Selim: Si, si puedes – Se despidió besando mi frente.

Camine un rato por el jardín. Me acerque al mismo lugar donde hace noches estaba con Hümasha.

Sentí las manos de alguien sostener mis hombros. Me sobresalté pero me calme al sentir un beso en mi cabeza. Me gire esperando ver el pelo rojo y los ojos claros. Pero se encontré con el pelo negro y ojos oscuros.

_: Daniel – Dije con sorpresa mientras me levanta y lo alejaba – ¿Que carajo haces...?

Daniel: Tu padre me pidió que lo acompañe. Y me alegra volver a ver tu angelical carita. Te extrañe, querida.

Me levanté aún en shock. Me aleje y camine al harem. Me seguido hasta las puertas de la habitación de selim.

Aga: Señorita Melek – Me saludo el aga – Usted tiene permitido entrar y salir cuántas veces quiera de la habitación. Así lo ordenaron.

𝐔𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 • 𝑺𝑬𝑳𝑰𝑴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora