25... Lo lamento

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La pelinegra entro a la habitación y vio a su príncipe sentado frente al escritorio revisando unas carpetas.

Selim: Hola. ¿Cómo te fue?

Melek: Bien - Mintió - Su Alteza puedo pedirle algo.

Selim: Lo que deseas, belleza.

Melek: Quiero ser como usted, quiero tener sus creencias, quiero convertirme al Islam.

Selim: ¿Estás segura que deseas esto?

Melek: Lo deseo. Deseo ser como usted. Así no importara que tan lejos estemos el uno del otro, siempre va a haber un lazo que nos mantenga juntos.

El pelirrojo le sonrió y asintió encantado.

Quien diría que ese sería su última momento.

Después de jurar ante Alá, los dos se acostaron sin cenar.

Melek: Su alteza. Usted me ama, ¿cierto?

Selim: Si, si te amo.

Melek: Prometa que siempre va a amarme más que a ninguna otra mujer.

Selim: Claro que lo juro. Eres mi único amor.

Melek: Y usted el mío. El único su alteza. Jamás amare a ningún hombre. No importa lo que pase, sepa que nunca amare a otro.

Selim: ¿Segura que no deseas comer nada?

Melek: Estoy bien así. Solo quiero dormir a su lado.

La chica se recostó abrazándolo sabiendo que no volvería a pasar.

Selim: Hasta mañana, hermosa.

Melek: Si claro, hasta mañana.

Después de unos minutos los dos se durmieron. Pero casi a las cinco de la madrugada la chica despertó. Se levantó de la cama y sintió el gran frío que solo era imprescindible debajo de las frazadas.

Tomo el katfan verde Selim y se lo puso dejando de sentir como el frío congelaba sus brazos. Agarro una pluma y tinta junto a un pedazo de pergamino y escribió su despedida.

"Su Alteza...

Seguro debe parecer raro que me levantará antes que usted. Pero no estoy en el harem o con las sultanas. Cuando lea esto estará en un barco que va hacia España.

Lamento no haber podido despedirme pero no lo lograría si en el momento debía ver  tus ojos que me obligarían a mi misma a permanecer a tu lado.

Decido volver a mi hogar porque extraño a mi padre y a mis hermanos. No puedo vivir lejos de ellos.

Una cosa no saca la otra. Yo te amo más que a nadie. Pero no podía estar lejos de mi patria y de mi familia.

El tiempo que pase a tu lado fue el mejor de mi vida. Solo te ruego que seas un Sehzade fuerte, poderoso y sabio. No te dejes caer en el alcohol porque El Sultán, La sultana Hurrem, Mihrimah, y especialmente yo deseamos verte con salud y con bien.

Por favor no intentes buscarme. Esta es mi desicion, solo pido que la respetes. Te ama, Tu favorita Melek.

PD:  No me busques, Selim. No lo hagas.

Te amo, no lo olvides jamás...

La chica termino de escribir y le dejo sobre el escritorio junto al anillo que Selim le había regalado. Había cambiado la verdad porque si decía que la obligaban a abandonarlo, el la buscaría. Por eso debía mentir por su bien. Se acercó y lo observó. Resignada se dió la vuelta y salió de la habitación.

El sol alumbraba muy poco. Pero lo suficientemente para que la chica pueda admirar el bello paisaje. Fue hacia la habitación que el Rey y la reina compartían. Llegó y entro. Estaba la reina frente a su tocador maquillándose, y el rey arreglando su ropa frente al espejo.

Alvaro: Hasta que llegas. Los sirvientes ya empacaron tus cosas. Iremos a saludar al sultán y a esa mujer y nos iremos.

Melek: Esa mujer es la sultana Hurrem. Y no le hables de tu o como si fuese alguien inferior. Porque esa mujer gobierna junto al sultán. Y si es ella quien pidiera tu cabeza, el sultán no dudaría en entregársela en una bandeja de oro.

Respondió y salió de la habitación. Fue a la habitación del sultán. A los dos minutos su progenitor con la arrimada entraron.

Suleiman: Espero que tengan un buen viaje y lleguen con bien.

Todos saludaron y salieron.

Melek: Su Majestad - Llamo - Le agradezco lo mucho que ambos hicieron por mi cuando llegue. Siempre les estaré eternamente agradecida.

Suleiman: Nunca me arrepentiré de la ayuda que te brinde.

El levantó su mano a lo que la pelinegra se acercó y la beso.

Hurrem: Ten un buen viaje, Isla.

Melek: Creo que ese debe seguir siendo mi nombre. Cuide al príncipe, por favor.

Hurrem: No te preocupes.

La pelinegra hizo una reverencia y salió de la habitación.

Isla: Sumbul... Podrías decirle a Nurbanu que la extrañaré mucho y que es lo más cercano que tuve a una hermana.

Sumbul: Se lo diré. Usted tenga un buen viaje, Infanta.

Isla: Gracias Sumbula.

El miró ofendido pero la chica solo siguió caminando. Se subieron a un carruaje hasta llegar al puerto. Todos subieron al barco y se fueron rápidamente a sus habitaciónes por el frío.

- De quien eso.

Una voz detrás de Isla la sobresalto y se dió la vuelta. Daniel estaba en su camarote viéndola.

Isla: 1 no te importa, 2 que haces en mi habitación.

Daniel: ¿Qué no somos marido y mujer? Además quiero ver el resto. Solo ví que te sacabas de kaftan que es muy elegante para ser de una simple criada.

Isla: 1 claro que no somos marido y mujer, 2 no verás ni un solo centímetro de mi piel, 3 no te importa de quién es el kaftan pero te lo diré, es de selim. Ahora vete de aquí o voy a gritar.

Daniel: Mejor que lo tires por la ventana hacia el océano - Dijo con molestia saliendo del lugar.

La chica suspiro con molestia. Se acercó a la ventana y vio a al gran palacio alejarse, y con el a su amor.

{....}

Hay una frase que dice

Ella puso tres puntos a la relación, él borro dos.

𝐔𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐩𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 • 𝑺𝑬𝑳𝑰𝑴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora