07

443 47 2
                                    

Renjun entró más alegre que nunca a la cafetería y buscó con la mirada a un grupo concreto de chicos, sonriendo aún más cuando los encontró. Se acercó a paso ligero y, una vez estuvo lo suficientemente cerca, llamó a quien estaba buscando en un principio.

— ¡Yangyang! — el chico giró la cabeza, dando un salto en su sitio al ver a Renjun a su lado de repente.

Aun así, se contagió de la sonrisa del mayor y articuló un pequeño "dime", mientras olvidaba por completo la conversación que estaba teniendo con sus amigos. Renjun, por su parte, saludó rápidamente a todos los demás con una sonrisa tímida por haber llegado a su mesa con tanta efusividad y volvió a dirigir su vista a Yangyang, quien le miraba expectante.

— ¿Qué tal? ¿Qué te dijo de los bocetos? — preguntó Yangyang, haciendo crecer la sonrisa del mayor.

— ¡Muy bien! Me dijo que mejoré mucho. — Renjun estaba casi dando pequeños saltitos en su sitio mientras hablaba. — También dijo que podía deducir perfectamente mis sentimientos a través de los dibujos, pero que prefiere esperar al resultado final para hablar sobre eso. Hasta ahora nunca le había llegado tanto un dibujo mío, ¡y eso que son sólo los bocetos!

Yangyang felicitó al mayor y tomó la mano izquierda del mayor, acariciando como de costumbre su marca de nacimiento. Sin embargo, Renjun se sorprendió cuando el chico posó delicadamente sus labios sobre la marca -dejando también boquiabiertos a sus amigos-.

— Estoy deseando ver mi retrato terminado. — dijo como si nada, sonriendo victorioso al ver las mejillas sonrojadas de Renjun.

Tras despedirse de Yangyang, se dirigió a la mesa donde solía sentarse con sus amigos, encontrándolos en seguida. Llegó en silencio, pero sin borrar la sonrisa de su rostro, y se sentó en el hueco junto a Jaemin, quien en seguida le recibió con un abrazo y un beso en la mejilla.

— ¡¿Dónde estabas?! ¡¿Te han evaluado los bocetos?! — preguntó Chenle casi gritando y sobresaltando a todos los demás en el proceso.

— Estaba hablando con Yangyang, perdón. — Renjun, aunque también se había asustado un poco, dejó salir una risa y sacó su comida de su mochila. — La profe me ha dicho que estaban muy bien.

Su tono era más tranquilo que antes, porque ya había soltado toda la emoción al contárselo a Yangyang, aunque ahora sentía otro tipo de emoción que no había sentido antes.

— ¿Nada más? — preguntó extrañado Jisung. Era sabido por todos el entusiasmo que ponía el pelinegro en sus dibujos y lo perfeccionista que era. Además, Jaemin le había pasado una foto del boceto de Chenle y mentiría si dijera que no le gustaba casi tanto como el Chenle de carne y hueso.

— Que he mejorado mucho y que tenía ganas de ver los lienzos finales. — el bajito respondió, comenzando a comer sin darle más importancia, y aunque no era la respuesta que esperaban, no insistieron más.

— Enhorabuena, Ren, — habló Jaemin, besando la mejilla de Renjun hinchada por la comida. — también tenemos ganas de ver el resultado.

En seguida continuaron hablando de todo y nada, quejándose de los exámenes que estaban por venir y de los trabajos que les mandaban. Sin embargo, Chenle seguía notando algo raro en el comportamiento de Renjun.

El chico nunca habría dejado escapar tan fácilmente la oportunidad de hablar sobre arte, sobre todo si era suyo. Conocía lo suficiente a su amigo como para saber que algo más había pasado e intentaría sonsacarle información en otro momento.


Mientras tanto, Renjun se sentía confuso por lo que había pasado antes con Yangyang. Era una tontería realmente, porque ya estaba más que acostumbrado al afecto físico del menor, sobre todo a los besos en su marca de nacimiento. Aun así, que lo hubiera hecho en público, delante de sus amigos, esos de los que siempre se quejaba porque le molestaban por cualquier cosa que hiciera, era algo que lo desconcertaba.

do mi ti - renmin/renyangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora