Una vez más, Renjun estaba encerrado en su habitación, con el suelo cubierto de papel de periódico y el atril acompañándolo mientras dibujaba sobre el lienzo con lápiz a un chico, que le hacía sonreír imitando la expresión que tenía en el retrato cada vez que completaba algún detalle de su rostro.
Mientras terminaba de dibujar el pequeño pendiente en su oreja, Renjun cantaba y se mecía suavemente al ritmo de "Sofia" de Clairo, que sonaba por el altavoz de su teléfono. En cuanto terminó con él, se acercó al estante de las pinturas de nuevo, esta vez yendo directamente al sector de los tonos verdes.
Según el pelinegro, Yangyang era verde -uno muy clarito que no llegaba a ser pastel- y naranja. Pronto encontró los tonos de verde que quería y se dirigió a por los naranjas, pero sus ojos se distrajeron con otro color: el rosa. Con una sonrisa radiante, tomó un tubo de rosa pastel antes de elegir los naranjas para volver a su sitio frente al atril.
Al igual que hizo con el retrato de Jaemin, comenzó con el tono de la piel, para el que utilizaría varias combinaciones de naranja. Cuando el pincel tocó el lienzo, la canción que sonaba terminó, dando paso a Nothing de Bruno Major. En el rostro de Renjun se plasmó una sonrisa boba y pensó que era el momento perfecto, porque esa canción definía a Yangyang tan bien como los colores que había elegido.
We'll play Nintendo
though I always lose,
'cause you'll watch the TV
while I'm watching youSegún Renjun, definía a Yangyang porque podía pasar horas con él haciendo cualquier cosa y nunca se aburriría. Podían estar encerrados en casa haciendo maratón de una serie sin hablar durante horas y al día siguiente podían salir y pasear por toda la ciudad hasta perderse.
But there's nothing
like doing nothing
with youEso era algo que adoraba de su amistad con el menor: hicieran lo que hicieran estaba feliz a su lado.
Dumb conversations
we lose track of time.
Have I told you lately
I'm grateful you're mineLe gustaría poder decirle más a menudo a Yangyang lo agradecido que estaba de tenerlo a su lado, de haberlo conocido y de que le dejase formar parte de su vida. Sin embargo, sabía que en su relación no eran tan necesarias las palabras. Con estar el uno para el otro les era suficiente.
Aun así, le mandaría un mensaje cuando terminase de pintar para recordarle que lo apreciaba mucho más de lo que se podía imaginar.
— - — - —
Unas horas y unas cuantas canciones después, la muñeca de Renjun pedía a gritos un descanso, así que el pelinegro decidió dejar el pincel a un lado por fin. Estiró los brazos por encima de la cabeza, sintiendo un ligero dolor en su espalda por estar tanto rato en la misma posición, y suspiró al darse cuenta de que aún debía recoger todo el desorden que había creado.
Sin perder más tiempo, se puso a limpiar los utensilios que había empleado, colocó en su lugar cada bote y tubo de pintura y guardó los papeles de periódico que podían reutilizarse para la próxima vez, descartando los que ya no servían.
Tras dejar todo en su sitio, se detuvo frente al lienzo como solía hacer cuando avanzaba con una obra e inmediatamente sonrió ante lo que veía. Había terminado casi todo sin darse cuenta, sólo le quedaba ultimar detalles y hacer un fondo bonito para el cuadro.
Se sentía muy feliz con el progreso que había hecho en una sola tarde y, además, había sido casi terapéutico pintar a Yangyang. Entre lo que había ocurrido cuando pintaba el retrato de Jaemin y la tarde del viernes que habían pasado entre besos, su cabeza era todo un lío que sólo empeoró cuando se dio cuenta de que no había hablado con su novio en todo el sábado sólo por estar pendiente de Yangyang y su partido.
La culpa lo carcomía por tener sentimientos encontrados cuando pensaba en Jaemin, pero no podía evitarlo. Desde que su relación comenzó, el corazón de Renjun fluctuaba constantemente entre palpitar alegre y hundirse en la amargura. Aunque tampoco podía culpar a nadie más que a sí mismo.
Por eso, olvidarse de todos sus problemas durante una tarde entera y concentrarse únicamente en su amigo fue como un salvavidas en medio del océano. No había solucionado nada todavía, pero al menos estaba más tranquilo que antes.
Antes de guardar el lienzo para protegerlo del polvo, Renjun le hizo una foto a una pequeña parte del dibujo y se la envió a Yangyang junto con un "No te voy a enseñar el cuadro entero hasta que no esté terminado, pero aquí tienes un pequeño spoiler <3". En seguida recibió una respuesta del menor y se sumergió en una entretenida conversación con él después de haber recogido por fin el lienzo.
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capítulo cortito y bonito
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do mi ti - renmin/renyang
FanfictionRenjun y Jaemin llevan tres años siendo los novios perfectos ante los ojos de los demás. Sin embargo, Renjun siempre añoró algo en su relación: que Jaemin le viese con los mismos ojos con los que miraba a su mejor amigo Jeno. ★ angst ★ mención de ot...