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La suave melodía de "Astronomy" llenaba la silenciosa habitación, iluminada por una lámpara de luz fría y la poca luz natural que se filtraba por la ventana y a través de las finas cortinas.

Renjun estaba tan absorto en el movimiento del lápiz sobre el lienzo que ni siquiera se dio cuenta de cuándo había empezado a cantar junto a la voz de Conan Gray.

Estaba en su habitación, cuyo suelo había protegido con papel de periódico, con un atril frente a él y una mesilla a su lado. Sus ojos alternaban entre el sketchbook sobre la mesa y el lienzo casi en blanco que empezaba a reflejar la figura de un chico, que tarde o temprano se convertiría en el retrato de Jaemin.

Había decidido comenzar cuanto antes a pasar los bocetos a los lienzos, porque era la parte que menos le gustaba. Aunque podía modificar el boceto todo lo que quisiera, ya que al fin y al cabo era eso, un boceto y nada más, no quería cambiar demasiadas cosas porque estaba muy satisfecho con el resultado. Así que tenía que reproducir el dibujo casi a la perfección, pero en otra escala.

Por suerte había pasado a lienzo el dibujo de Jaemin la semana anterior, por lo que ya tenía bastante trabajo hecho y aún tenía toda la tarde por delante. Ahora sólo le faltaba terminar de perfeccionar el dibujo a lápiz para por fin empezar a darle vida con el pincel.

— La nariz está rara. — chasqueó la lengua y se ajustó las gafas después de tomar la goma de borrar para rehacer por quinta vez la nariz.

Eran los pequeños detalles lo que le hacían sufrir. Quería que quedase perfecto, que todo el mundo pudiera ver el mundo a través de sus ojos con tan sólo un dibujo.

Tras un par de intentos más, logró reflejar la bonita nariz que siempre le hacía cosquillas en el cuello cuando Jaemin se acurrucaba contra él. Sonrió dejando a un lado el lápiz para dar un vistazo general al lienzo y quedó satisfecho con lo que vio.

— Ahora los colores... — susurró para sí mismo mientras se levantaba hacia la estantería donde guardaba todos los tubos de pintura.

Sus ojos vagaron por cada color, pensando en qué combinaciones podrían quedar bien con el dibujo. Tenía que pensar en qué colores era Jaemin para él.
Cuando su mirada se detuvo sobre el azul zafiro, tomó el tubo de manera automática. Examinó el resto de tonos azules que tenía y eligió también el azul de Prusia y el azul marino.

Sin embargo, arrugó la nariz al ver que los tres colores eran bastante oscuros. A pesar de que, para él, Jaemin era la representación en persona del azul, quería plasmar el brillo que desprendía su novio. Entonces, se acercó a los amarillos, porque la luz que iluminaba los ojos y la sonrisa del menor era cálida y viva, como el amarillo.

Después de tomar el amarillo limón, el amarillo vainilla y un bote algo más grande de blanco, regresó a su sitio frente al atril con los cinco tubos y los dejó en la mesilla junto a la paleta, los pinceles y el pequeño bote con agua. Apartó su sketchbook y los materiales que no iba a necesitar para evitar accidentes y se puso manos a la obra.

Comenzó haciendo varias mezclas entre los azules y el blanco para los tonos de la piel, sonriendo en cuanto el pincel limpio se manchó con la pintura y tocó el lienzo después.

Era una sensación que nunca se cansaría de experimentar: empezar a crear a partir de la nada, darle color a la vida y sentirse libre mientras el pincel recorría el lienzo. Era su momento, su pequeño oasis que lo alejaba del mundo real y lo llevaba a su propio mundo, en el que todo era del color que él decidía.

Pese a ser un momento privado para Renjun, no le importaba compartirlo -en contadas ocasiones- con algunos de sus seres queridos más cercanos, por eso había invitado a Yangyang a hacerle compañía. Además, a su parecer, aquel proyecto no era tan personal como los cuadros que hacía para desahogarse.

En momentos en los que todo se volvía abrumador y necesitaba despejar su mente, Renjun escogía cualquier herramienta para dibujar y dejaba salir todos sus sentimientos a través de ella. Era su momento de vulnerabilidad y prefería pasarlo a solas.

Aunque en contra de todo pronóstico, Yangyang había estado a su lado una vez. Fue sin querer en realidad, él estaba encerrado en su cuarto dibujando con ceras, dando paso a sus miedos más ocultos, y Yangyang entró sin previo aviso con una sonrisa de oreja a oreja. El menor, que seguía ajeno a la situación, se acomodó a su lado sobre la cama mientras le contaba algo sobre el entrenamiento que tuvo aquel día y Renjun sintió que un peso se levantaba de sus hombros sólo con estar cerca del aura alegre de Yangyang. Miró el dibujo que estaba haciendo y cambió de página para empezar uno nuevo, disfrutando de la presencia de su amigo.


Renjun dejó escapar una pequeña risa de sus labios ante el recuerdo y continuó pintando a la par que tarareaba las canciones que iban pasando.








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Cuando estaba por terminar la piel del retrato, la melodía de "could cry thinking about you" resonaba por la habitación. Renjun se separó del cuadro para apreciar todo el progreso que había hecho y decidir si debería retocar algo o estaba todo en orden para continuar con otra cosa.

We wrote a life all by ourselves
Wish I could put it back on the shelf
But there's a dazzling wave
that keeps me at bay with you, my love.

Mentiría si dijera que no estaba orgulloso de lo que había conseguido en tan poco tiempo; aunque se tratase de un dibujo, Jaemin estaba ahí. Todavía faltaban muchas cosas, como el pelo o la ropa, pero era un gran avance y estaba muy satisfecho con el resultado.

We took a trip and made the best
We laughed and played, then laid to rest
But life's a blackening wave drifting us further than we are
And now we're knee-deep in this mess
I could cry just thinking about you

Iba a tomar de nuevo el pincel para limpiarlo y, en cambio, se sorprendió a sí mismo cuando su cuerpo no respondía a las órdenes de su cerebro. Así que ahí estaba, anclado al suelo observando el retrato incompleto de su novio mientras la canción seguía sonando en el fondo, resonando en su corazón. Pequeñas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y resbalaron silenciosamente por sus mejillas.

Every art piece is just to remind you
I don't know who I am, with or without you
But I guess I'm 'bout to find out


Y tal como había empezado, la música terminó y pasó a la siguiente canción de su playlist. Renjun salió de su pequeño trance unos segundos después de escuchar el comienzo de "Washing Machine Heart". Inmediatamente se secó las lágrimas y paró la música, incapaz de escuchar aquella canción, antes de salir de su habitación, dirigiéndose a la cocina para despejarse con algo de agua.

No entendía o no quería entender por qué se había puesto así, pero desde luego era la señal que necesitaba para tomarse un merecido descanso e irse a dormir, evitando darle demasiadas vueltas al tema.

Eso sería labor del Renjun del futuro.



















do mi ti - renmin/renyangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora