TREINTA Y SIETE.

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JungKook.












— Sebin, que gusto que estés aquí. — Mis palabras salen atropelladas, siento un nudo en mi garganta por sentirme tan débil.






Ella me mira de arriba a abajo inspeccionandome por unos segundos, puedo notar un pequeño puchero en sus labios y luego chasquea su lengua. Realmente me siento como si mi madre estuviera buscándome algo para regañarme.





— Hola cariño, ¿Cómo estás?—Luego de unos segundos más, ella se acerca hasta mí y sin yo pedirlo, me encierra en sus brazos.





Jamás creí que el calor de alguien fuera a darme tantas fuerzas, pero Sebin lo está haciendo y un miedo me arropa al saber lo rápido que mis sentimientos crecen.





Es que jamás he sentido algo así. Es mi primera vez. Sí, en mis 26 años, nunca nadie llegó a tocarme como lo hizo la linda tía con carita de bebé.







Poco a poco Sebin se separa de mi y besa mis labios con dulzura, sonrío en medio de éste y al alejarnos, suelto un suspiro gracias a la respiración contenida.





— Sonaré como un idiota, pero no sabes cuánto te extrañe.— Confieso tomando su mano. Ella sonríe por ello. — Estoy un poco mejor, creo.





No, no creo que este mejor. Apenas y siento mi cuerpo es como si estuviera muriendo por dentro, literalmente. Y es que, hoy ha sido tan extraño el tratamiento, quizás sea yo o la patética idea que comencé a tener, pero sentí como si algo estuviera mal en mi a partir de terminarlo.





— Yo también te extrañé y mucho. — Murmura mirándome con ternura.—¿Han cenado? Porque he pasado a comprar algunas cosas.




Hasta ahora me doy cuenta que su mochila luce pesada, por lo que sin decir nada, extiendo mi mano y le miro esperando que entienda lo que quiero.





— Puedo cargarla, JungKook. No te preocupes.





— De eso nada, has venido hasta aquí luego de una agotadora jornada y créeme que entiendo si estás cansada. — Sin esperar a algo, tomo dicha mochila y la cuelgo en mi hombro. — Pasa, está Jimin.






Sebin sonríe al escuchar el nombre de mi hermano y eso me agrada en cierta parte, puesto que ambos lograron congeniar apenas y tuvieron la oportunidad de hablar. ¿En conclusión? Jimin le aprueba.






—¿Cómo está mi niña?— Entrando conmigo, puedo diferenciar la preocupación en su voz. Y eso me hace derretirme.






Siempre tuve el temor de estar con alguien y que mi niña no fuera aceptada, aunque claro está, ni siquiera tuviera oportunidad conmigo, porque como dije antes, Hye Kyo primero y luego el resto.





— La fiebre le ha bajado, pero sigue molesta e irritable. — Murmuro yendo de su lado. Sebin hace un puchero más notorio y yo agrego;— Me duele verla así.






Creo yo que como a todo padre no le gusta ver mal a su hijo o hija, pero aquí hay algo distinto. Yo no quiero que sufra por nada y sé que deberé de aprender a entender que no siempre voy a estar para protegerla en las ciertas circunstancias de la vida, puesto que un día crecerá y... Maldición.






Ya me puse sentimental de nuevo.






—¿Puedo verle?






Medicinal Love [ Jeon JungKook +18 ]. FINALIZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora