Medicinal Love [ Jeon JungKook +18 ]. FINALIZADA.

NUEVE.

     
   
   

   
    

Realmente no podía creerlo, ni siquiera se imaginó en una situación así y mucho menos en estas circunstancias.

Seunmi se encuentra sentada frente a él con un semblante de seriedad absoluta, sus cabellos dejaron de ser rubios para pasar a un color chocolate, ya no era corto hasta sus hombros, ahora lo luce largo y muy lacio, no había cambiado mucho, a decir verdad, no había cambiado más allá de su look.

— Creí que jamás volvería a verte. — JungKook se sienta y apoya sus codos en el escritorio.

— No puedes decir eso cuando tenemos una hija en común. — Seunmi niega y se cruza de brazos.

Él quiere ser comprensivo, pero escucharla decir «Hija» le hirvió la sangre hasta hacerlo sentir calor por todo su cuerpo.

JungKook solo se limita a bufar y negar. No quería iniciar una discusión.

— Sé que aún sigues molesto por haberte dejado a ti y...

Ah no, ahí sí que no.

— Créeme que te he superado, Seunmi. — Él la interrumpe. — No estoy molesto por ello, solo estoy desconcertado del porqué estás aquí.

Seunmi acalla sus palabras y levanta ambas cejas cuando él le habla de esa forma. El JungKook de 17 años que conoció desapareció por completo, no queda ni una pizca de él.

— Quiero ver a Hye Kyo, JungKook.

—¿Y por qué ahora?— Pregunta neutro. —¿Por qué después de ocho años has decidido volver?

Seunmi baja su cabeza y suelta un suspiro, jamás creyó que sería tan difícil poder hablar con JungKook, pero el tipo estaba poniéndole trabas hasta donde quisiera.

— Porque estoy embarazada y quiero que mi bebé tenga relación con su hermana. — Confiesa mirándolo fijamente.

Seunmi espera una reacción por parte de JungKook, pero éste no hace nada y una vez más se dice a sí misma que no es el chicolindo y cariñoso del que se enamoró.

—¿Solo vienes a buscarle porque quieres que tenga una relación con su hermano?— Seunmi asiente ante su pregunta.—¿Y por qué no antes? Te recuerdo que Hye Kyo tiene 8 años y desde que tuvo uso de razón, preguntó por ti todas las veces que pudo.

Y eso cierto, no mentía en lo absoluto. Hubo un tiempo en donde Hye Kyo sufrió mucho por no tener una figura materna, puesto que veía a sus amigas con sus madres y el hecho de que JungKook esté con sus guardias de días enteros, no le ayudaban a la pequeña. Por eso un día le dijo a su padre que nunca quería ver a su mamá ya que si la abandonó, no hacía falta preguntar el porqué.

Eso le dolió a JungKook, porque realmente nunca deseó que Hye pasará por ello. Pero siempre estuvo para cuando lo necesitó, cumplió ambos roles y aunque fuese exhaustivo, su sonrisa brillante y sus ojitos de Bambi lo reconfortaban y le daban la fuerza necesaria para seguir adelante.

— Yo no estaba preparada para ser madre, JungKook. Apenas tenía diecisiete años. — Se defiende un poco ofendida ante la tenacidad del hombre.

—¿Y tú crees que yo si, Seunmi?— JungKook se para de su asiento y apoya ambas manos en el escritorio. — Claro que no, jamás imaginé que sería padre con dieciocho años, pero aquí me ves, he criado a Hye Kyo de la mejor manera posible, me he divido entre ella y el trabajo y puedo asegurarte que es lo mejor que le ha pasado a mi vida.

— Por eso mismo quiero recuperar el tiempo perdido.

—¿Recuperarlo, dices?— Cuando la castaña asiente, JungKook suelta una risa incrédula. — El tiempo que has perdido jamás volverá.