Medicinal Love [ Jeon JungKook +18 ]. FINALIZADA.

TREINTA Y NUEVE.

Tres horas después. 

— Papá, vamos a conocer el departamento de Sebin. — Hye murmura con una sonrisa de por medio mientras caminan por el pasillo el cual los dirige a la puerta número 2. 

— Si cariño, ¿Emocionada?— JungKook ni siquiera debe de mirarla para saber que asiente. 

Su pequeña manito suelta un sudor y esta vez, él si le presta atención y nota una sonrisa nerviosa en su hija. 

Oh. Ya ve por dónde va su nerviosismo. 

—¿Y si está Luhan?— Hye pregunta mirándolo de repente. 

— Hay una gran probabilidad de que esté. Está también es su casa, Hye. 

—¿Y si está con la novia?

JungKook decide jugar un poco con Hye, quién está esperando su respuesta. Por lo que carraspea y antes de hablar, revuelve sus cabellos y sonríe con travesura. 

— Conocerás a tu competencia.— Musita y la sonrisa de Hye  desaparece y ésta rueda sus ojos. —¿Que te dije con hacerme ese gesto, Jeon?

—Que no lo haga mas.— Responde defendiéndose. 

—¿Entonces por qué sigues haciéndolo? 

— Porque me gusta y mira.— Hye vuelve a hacerlo, JungKook realmente quiere parecer serio, pero su hija no le ayuda en nada. Por lo que evita en sonreír cuando ella deja sus ojos normal. 

— A ver si ruedas así los ojos cuando tengas a Luhan frente tuyo. — Murmura parándose frente a la puerta del Dos. 

De repente un pequeño escalofrío ataca su espina dorsal y los nervios le consumen. Es decir, ¿Por qué ahora? Si ni siquiera estaban por hacer algo más que pasar un par de horas juntos antes de que Sebin volviera a Guardia. 

—¿Papá?— Hye le llama cuando lo ve distraído en algo y no golpea. —¿Mirarás la puerta o...?

Ni siquiera espera a que responda, Hye abulta sus labios y toma la delantera para golpear un par de veces, dándole un pellizco en el muslo, hace que JungKook le dé una mirada seria. 

— Hye Kyo, la próxima vez que hagas eso, yo... 

Su hija le saca la lengua en el mismo momento donde la puerta se abre y JungKook agarra la nariz de su hija para apretarla y claro está, hacerla chillar. 

—¿Hola?— Luhan saluda algo extrañado cuándo puede ver dicha escena. 

Tanto JungKook como Hye miran en la dirección donde el chico está. Él viste unos pantalones negros apretados a sus muslos y una remera deportiva blanca, además de llevar una gorra con su vicera hacia atrás. Y para el pelinegro se le hace raro verlo sin su uniforme de trabajo. 

Por otra parte, Hye le da un manotazo a JungKook obligándole a que le suelte su nariz, ella sonríe nerviosa y sus ojitos se iluminan de un momento a otro. 

—¡Luhan!— Ella chilla y sin pensarlo, se dirige hacia él. 

— Hola princesa. — Siendo cariñoso con ella, la abraza con fuerzas y planta un dulce beso en su mejilla, haciendo que Hye se sonroje de repente. —¿Cómo te encuentras? Supe que estabas enferma. 

Hye busca palabras, pero como nunca antes, se pone nerviosa al sentir una pequeña caricia en su mejilla por parte de Luhan. Él espera a que si quiera diga algo, pero al verle así, mira a JungKook, quién muerde su labio inferior soportando las ganas de reírse en la cara de su propia hija. 

— Está bien, Luhan. — JungKook decide intervenir antes de ver colapsar a su hija. — Son unos minutos, ya se le pasará. 

Hye escucha a su padre y no puede evitar en mirarlo de mala manera, mientras que Luhan se acerca a él con una sonrisa compradora y le saluda.