Tres semana después.
Sebin camina por las preciosas calles de Cannes. El aire golpea en su rostro y sonríe al sentirse tan fresca.
Hace semanas llegó y vaya que estaba siendo difícil, puesto que desde el primer momento que el Avión aterrizó, comenzó a extrañar con horror su ciudad, sus amigos, a su hermano y... A JungKook con Hye Kyo.
Sí, lo extraña y no puede dejar de hacerlo. Pero muy bien sabe que necesitan un tiempo. Un tiempo en el cual deben de curar sus heridas, sus palabras dichas y acciones.
No lo culpa, no puede hacerlo. Pero si le hubiera gustado que las cosas se den de otra forma, ¿Pero si el destino lo hizo a sus ganas? Quizás sí. Quizás es lo que necesitan.
¿Y si no están destinados? Joder. Cómo dolería darse cuenta de ello con el paso del tiempo.
— Sebin, ven vamos a la Cafetería de la esquina. — Su madre le dice con media sonrisa mientras guarda su móvil. Ella suelta un suspiro y asiente. —¿Sabes? Te veo un poco mejor.
— Me siento un poco mejor. — Murmura enganchando su brazo con el de su madre. — Gracias mamá.
La mujer acaricia la mejilla de su hija y besa ésta. Pues sí, en las últimas semanas su madre hizo de un papel muy importante, puesto que el tercer día de su estadía, no soportó sentirse tan sola y fue con temor hasta la habitación de ella en busca de apoyo.
Y lo consiguió. Su madre le dio el apoyo que necesitaba, la dejó llorar y le habló de manera dulce explicándole el porqué de las cosas.
Aunque suene extraño, jamás imaginó que su madre estaría tan apegada a ella. Y lo agradece. Necesita de ello.
— Cariño, sé que no he sido tan buena contigo, pero realmente me duele verte así, después de todo eres mi hija y te amo. — Musita apretando su mano. — Es tiempo que sanes. ¿No lo crees?
—¿Y que si no sano?— Pregunta atemorizada.
— Aquí estaré yo para ayudarte y darte motivos para seguir adelante. — Contesta con seguridad. — Además tengo una sorpresa para ti.
—¿Sorpresa?— Curiosa ante ello, frunce su ceño. Mientras caminan, su madre asiente y sonríe con felicidad. — Mamá...
— Mira al frente, Sebin. — Le pide señalando con su cabeza hacia la esquina.
Sebin hace lo que le pide y cuando sus ojos se encuentran con una figura tan conocida para ella, no evita en soltar un jadeo de sorpresa.
—¿Luhan?— Incapaz de creerlo, balbucea al ver como su hermano le espera con una sonrisa de felicidad.
Soltándose de su madre, Sebin comienza a correr los pocos metros que los separan y cuando está lo suficientemente cerca, se lanza en los brazos de su hermano y él la abraza con fuerzas.
—¡Dios, Luhan!— Exclama sonriendo y con lágrimas en sus ojos. —¿Que haces aquí?
— Sé que dije que te daría tu espacio, pero...— Separándose un poco, Luhan le mira directo a sus ojos y cuando nota una lágrima rodar por la mejilla de su hermana, la limpia con la yema de su dedo pulgar. — Te extrañaba demasiado, no puedo acostumbrarme aún.
Sebin muerde su labio inferior y luego hace un puchero. Realmente Luhan es lo mejor que tiene en el mundo.
— Gracias, gracias, gracias por venir. — Volviendo a abrazarle, escucha su risa ofuscada. —¿Bae?
— Su trabajo no le permitió venir, pero me dijo que antes de fin de año la tienes aquí. — Le explica aún abrazado a ella. — Tengo algo para ti.
—¿Qué es?
Ambos hermanos se separan y cuando su madre llega con ellos, Sebin la toma de su mano y la aprieta con fuerzas, mientras que Luhan le sonríe en el mismo momento que saca un pequeño sobre de su chaqueta de cuero.
— Una personita muy especial te manda esto.
Sebin toma el sobre y puede sentir algo en su pecho, ese pequeño apretón que hace días no aparecía. Con sus manos temblorosas, lo abre y se encuentra con una pulsera hecha con dijes de corazones y una «S». Sonríe mordiendo su labio inferior nuevamente y saca la pequeña nota que puede ver.
« Espero que te guste mucho. Lo hice para que no te olvides de mi, te quiero mucho Sebin. Papá y yo te extrañamos.
Con mucho amor, Hye Kyo. »
Limpiando sus lágrimas, suelta una risita y sin dudarlo, se coloca la pulsera en su muñeca izquierda.
Hye Kyo, su dulce Hye Kyo siendo tan preciosa cómo siempre.
— Es preciosa, ¿Verdad?— Mostrándole a su madre dice con entusiasmo.
— Es preciosa, cariño. Sin duda si.
Sebin le muestra a su hermano de igual forma y cuando ve como él baja su manga de la campera que lleva, sonríe aún más cuando ve la misma pulsera pero con una «L».
— Bae tiene la suya, la condenada lloro cuando se la dio. — Luhan se burla de su novia haciendo que Sebin le de un pequeño golpe en su brazo.
Volviendo a mirar el obsequio tan precioso que Hye le mandó, sabe que sanará con el paso del tiempo. Lo hará, se lo propone a ella misma.
ESTÁS LEYENDO
Medicinal Love [ Jeon JungKook +18 ]. FINALIZADA.
FanficEl hospital público Asan Medical Center es uno de los más prestigiosos y reconocidos de la ciudad, su fama se debe a la excelente calidad de profesionales que habitan y ejercen su profesión. Jeon JungKook es un joven y exitoso médico muy bien pagado...