Hwang Heritage

Chapter Twenty-Two

【The Hwang Heritage 】

Un nuevo día comenzaba, a pesar de no poder apreciarse claramente debido al clima.
Ambos cuerpos se encontraban en la cama mientras las finas sabanas los cubrían.

El peli-azul paso sus manos por el rostro mientras abria sus ojos, el leve aroma a vainilla fue lo primero que captó haciendo que este soltara una sonrisa nasal.

Paso sus manos por sus cabello mientras dirigía su vista a su costado.
Donde se encontraba el Omega durmiendo con su respiración tranquila, la manta cubría todo su cuerpo a excepción de su pecho.
Los ojos de Hwang viajaban viendo como cada marca rojiza adornaba el cuerpo del menor, hasta que una muy peculiar le llamo la atención.
Aquella marca rojiza casi morada se encontraba en el cuello, justamente donde una marca debe estar.

El corazón de Hyunjin empezó a palpitar mientras sus pupilas se dilataban, poniéndolo nervioso.
Se acercó con sumo cuidado al menor quien dormía plácidamente, para así ver con atención el cuello descubierto, aquella marca no era un simple "chupete" como los que adornaban las demás partes del cuerpo blanquecino.
Esta era muy diferente, siendo así porque esta no era una de ellas, ya que está se trataba de una marca,
una de un lazo..
Que había hecho el peli-azul.

Los pensamientos golpearon rápidamente la mente del Alfa haciéndolo recordar absolutamente todo.. No esque no lo recordará, solo que simplemente era mucho por procesar.

Llevo amabas manos a su boca para así evitar soltar una exclamacion algo subida de tono.
Realmente lo había hecho... Había marcado a Felix con un lazo, con una marca.

- oh mierda.. - susurro para así tomar entre sus dedos las hebras de su cabello azul.

Mientras en su interior su lobo más feliz no podía estar, realmente lo había hecho.. Lo había marcado.

Claramente que no se arrepentia, a pesar de estar en Celo sabía muy bien lo que en ese momento hacia..
Ambas partes del Alfa estaban de acuerdo y completamente conscientes de lo que había pasado..

Dirigió su vista a la ventana en la cual las nubes oscuras se podían apreciar, estaba nervioso, no iba a mentir.

Quito las sábanas qué cubrian su cuerpo, siendo así el frío tocando su piel rápidamente, la ropa de ambos se encontraba esparcida por el suelo de la habitación, y sin importar mucho el hecho de su desnudez tomo una toalla para dirigirse al baño.

Tal vez una ducha podría ordenarle las ideas.