Chapter Thirty-Four

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【 Hwang Heritage 】

【 Hwang Heritage 】

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La luna empezaba a ocultarse en el cielo, dejando de mostrar su luz a través del gran ventanal de la habitación, indicando que la mañana llegaría pronto.

El peli azul dio un leve bostezo para volver a acurrucarse en las finas sábanas, dirigió su mano a lo que restaba de espacio a su lado, confundido a no sentir la presencia de su Omega.

- ¿Felix? - preguntó algo adormecido mientras restregaba su mano en su rostro, más no obtuvo respuesta.

A punto de volver a llamarlo o incluso buscarlo unos sollozos seguido de arcadas se escucharon, así dirigiendo su visita a la puerta del baño, donde el sonido provenía.

No lo dudo mucho para levantarse y dirigirse a la puerta para abrirla, agradeciendose de no haberle colocado un seguro.

Así la vista del Alfa se dirigió al suelo, donde él Omega se encontraba sentado a un lado de la taza del baño, mientras sollozaba con su rostro entre sus manos.

- Felix... - susurro el mayor, para agacharse a la altura del contrario y con sumo cuidado quitar su rostro de sus manos, viendo como las lágrimas caían sobre sus mejillas - ¿qué pasa?

El Omega dirigí su vista al Alfa, quien lo miraba con preocupación - Tengo náusea ... y Sun-woo esta patentado mucho - explico entre hipidos mientras tocar su pancita de cinco meses y un mohín se formaba en sus labios

- Oh... Ven aquí - mencionó el mayor mientras extendía sus manos, para así atraer a él Omega a su pecho, quien oculto su rostro lleno de lágrimas en el cuello del Alfa aspirando leve el aroma de este para tranquilizarse - ¿Te duele mucho?

- Un poco...

- Me hubieras levantado

- Usted estaba durmiendo muy tranquilo, no sería correcto

- Claro que lo sería, eres mi Omega - mencionó dando leves masajes por la espalda de este - y si Sun-woo estaba así, estaba más que correcto

- Esta bien... - murmuró algo más tranquilo, pero rápidamente se separó de los brazos del mayor para dirigirse a la taza del baño y vomitar, a lo que el mayor se coloco a su lado mientras sobaba un espalda

- Tranquilo... - mencionó una vez el menor se separó de la taza del baño.

Así el Alfa ayudo al Omega ha levantarse, para ir al lavabo y poder limpiar tanto su rostro al igual que su boca.

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