☆ ( Hwang Heritage ⠀ ) ...
━ Donde Hwang Hyunjin esta dispuesto a ganar la herencia de su familia que tanto anhela, cuesta lo que cueste. Sin embargo, por cosas del destino conoce a Lee Felix, justo bajo estas circunstancias...
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Una semana después
En el tiempo que los días transcurrian, después de la bonita fiesta del omega, se basaron en pequeños antojos, mimos, ver el dorama que ama el menor y momentos entre ambos.
Esos días de tranquilidad parecían acabarse poco a poco al parecer, regresandolo a la realidad. Ya que no solo el embarazo del Omega era la carga de los meses, su apellido también.
Escuchó como a lo lejos la típica melodia de su celular volvía a soñar, trato de ignorar el ruido, concentrandose nuevamente en los papeles al rededor de su escritorio, sobre arquitectura o las empresas, cosa que realmente no entendía.
Y talvez leería los papeles, nuevamente, a no ser por unos toques en la puerta.
- ¡Jinnie, su celular! - exclamó el menor del otro lado de la puerta.
Este tenia el celular del Alfa, y por ende no podía ignorar tanto aquel sonido. A esto con un suspiro levantándose se de su asiento, dirigiéndose a la puerta para abrirla.
- Bebé. Ya te dije que solo ignores las llamadas, sigue jugando - explico
- Oh... Esque ya conteste - murmuró en voz baja, mientras le ensañaba la pantalla al mayor.
Donde el número de su madre se podía ver, ya con cinco minutos de llamada, genial.
- Perdón
- No te preocupes - dicho esto el peli azul tomo el dispositivo con una mano, mientras con la otra le daba una caricia al menor en la mejilla, quien seguido de esto salió de la oficina.
Al parecer estar evitando diariamente las llamadas no parecía estar dando resultados, pero no tenía pensado responder, menos si se trataban de sus padres.
Sin dejarle muchas opciones; suspiro para responder - ¿Bueno, madre?
- Hijo, ¡al fin puedo contactarte! - exclamó la voz de la Omega del otro lado de la línea, feliz.
- Uh si, he estado un poco ocupado, ¿que pasa? - preguntó algo directo.
No le molestaba hablar con su madre, pero la ansiedad que no era solo por saludar, era lo que no sentía bien y por eso no cerraba la llamada.
- Bueno hijo, es algo complicado lo que debo decirte
- No comprendo - murmuró confundido, seguido un silencio se hizo presente - ¿Madre?
- Hyunjin - mencionó esta vez la voz de su padre.
Y sin duda la idea de cerrar la llamada no se hacia tan mala después de todo, pero simplemente no podía.
- Se que esta ahí, más te vale que me escuches
- Esta bien, te escucho padre
- Primero - el peli azul suspiro, empezaba el regaño, claro - , ¿donde rayos estabas? ¡Te llamamos, y no sabíamos nada de ti hace días!
