Tʀᴀɪᴄɪᴏ́ɴ

Capítulo 25

- También te amo. - Jimin asustado abrió los ojos en grande y se acercó mucho a Jungkook mientras éste abría sus ojos lentamente y soltaba una sonrisita.

- ¿Morí o por qué estoy viendo a un ángel? - comentó, logrando sacar una sonrisita de Jimin mientras lágrimas bajaban por sus mejillas.

-Jungkookie ¿Cómo te sientes? - preguntó el rubio mientras colocaba sus manos en las mejillas de su alfa y lo inspeccionaba.

- Siento como si un tractor hubiera pasado encima de mí pero al verte sentí un gran alivio. - recordó como había visto a Jimin en aquella camilla y abrió sus ojos en grande mientras trataba de levantarse.

- Jungkook ¿Qué haces? Quedate quieto. - dijo Jimin mientras colocaba sus manos en su pecho tratando de que volviera a acostarse.

- ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? ¿Dime que te pasó? - atacó al rubio con muchas respuesta.

- Tranquilo amor, estamos bien. - contestó con una sonrisita timida en su rostro y mirada brillosa.

- Habla por tí, yo sentí que moría cuando te vi en esa camilla inconsciente.

- No amor, no hablo de tí. - dijo Jimin mientras mordía si labio inferior y su mirada puesta en sus piernas.

- ¿Entonces? No te entiendo Mimi. - Jungkook tenía su ceño levemente fruncido ante la confusión, solo eran ellos dos ahí, entonces ¿de quién hablaba?

- Jungkookie...después de todo lo que hemos pasado ¿estarías feliz si fuéramos nosotros dos con un cachorrito?

- Claro que si amor. - se sentó y tomó delicadamente las manos de su omega mientras les dejaba un tierno beso - no lo dudes, aún si solo fuéramos tú y yo siempre no me importaría porque eres el amor de mi vida y acepto y amo todo de tí.

Al terminar de decir esto Jungkook dirigió sus manos a las mejillas de Jimin para poder quitar las lágrimas que recorrían la cara del rubio quien seguía con la mirada en sus piernas.

- Jimin, amor, mírame y dime que pasa, por favor...recuerda que pase lo que pase siempre estaré contigo. - Al decir esto Jimin levantó la mirada conectándola con la del alfa quien lo veía con un amor que jamás pensó recibir pero sin embargo tenía al alfa que lo veía como si fuera una escultura sumamente delicada.

- Kookie yo...- mientras hablaba sentía como su boca creaba más saliba de lo normal, sus manos temblaban horriblemente y su respiración era rápida al igual que los latidos de su corazón.

Tomando una bocanada de aire tomó una de las manos del alfa y la colocó en su vientre. - Yo...mejor dicho, nosotros vamos a ser papás.