28 | Una torre de naipes

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28 | Una torre de naipes

Hannah

8 de diciembre

Daniel, 12:46

Genial! Entonces se lo digo! Eres la mejor 💙

—Tía, mira esto —llama mi atención Rachel, sentada a mi lado en las escaleras entre la segunda y tercera planta, donde solemos pasar los descansos para alejarnos de los gritos de nuestros compañeros de clase.

Guardo el móvil en la mochila, sin poder aguantarme la sonrisilla estúpida que asoma a mis labios cada vez que hablo con Dan. En cualquier otro momento de mi vida, me habría abofeteado a mí misma por lo cursi que me estoy volviendo, pero ahora ni siquiera me importa.

—¿El qué?

Me pasa uno de los auriculares inalámbricos que ha estado usando.

—Tú mira.

Me lo coloco en el oído y, para mi sorpresa, encuentro la cara de Kylie en la pantalla de Rachel. Frunzo el ceño, extrañada.

—¿Esto qué...?

Me interrumpo a mí misma cuando Kylie comienza a hablar. Al principio, no doy crédito de sus palabras. A medida que las proceso, siento cómo la sangre me hierve en las venas.

—Y lo peor son los comentarios. —La cabeza de Owen asoma entre las nuestras, en cuclillas en el escalón de atrás.

—¿Tú también lo has visto? —le pregunta Rachel.

Él asiente y se sienta en el escalón.

—Se lo están comiendo vivo, al pobre.

—Déjame eso. —Le quito el móvil a mi amiga y entro a la sección de comentarios.

El corazón se me acelera más a medida que leo lo que dice la gente. Escriben cosas tan horribles de él que no tienen ningún sentido, y esos me joden todavía más que los que hablan de la «mala amiga que se ha liado con el ex de Kylie». Reconozco algunas cuentas de gente de mi instituto y del suyo, y tengo que contener las ganas de gritar cada vez que veo que Kylie incluso ha tenido tiempo de contestar a varios comentarios y dar las gracias por el apoyo.

—Debería hacer un vídeo dando su versión o algo —propone Rachel—. Si se queda callado, todo el mundo va a quedarse con la historia de Kylie.

—¡Total! Además, ¿meter a Hannah de por medio? No habrá dicho su nombre, pero está claro que le jode que estén saliendo. ¿Tú qué dices, tía?

Como única respuesta, suelto una risa amarga que suena más bien como una exhalación de aire, y me levanto del escalón con las piernas temblorosas por la rabia. Me dirijo hacia la clase a paso rápido, bajo la curiosa mirada de Owen y Rachel.

No me cuesta encontrar a Kylie: está sentada en su pupitre con esa estúpida cara de santurrona, mirando algo en la libreta mientras llega la profesora. Me planto frente a su pupitre y ella alza la mirada.

—Estoy flipando contigo. —Apoyo las manos en su mesa, echando el cuerpo hacia delante para mirarla a la cara—. No sé cómo has podido hacer una cosa tan rastrera.

—¿Rastrera? —Kylie alza las cejas con sorpresa—. Solo he contado la verdad.

—¿La verdad? Pero ¿de qué coño hablas, tía? ¿En serio tu visión de la realidad está así de distorsionada? ¿De verdad ganas algo haciendo esto?

Kylie resopla, como si fuera tan obvio que no comprendiera por qué tiene que explicarlo.

—Así no volverá a engañar a otras personas de la misma manera —dice, encogiéndose de hombros—. Se llama solidaridad, algo que veo que te falta, porque te ha faltado tiempo para ir a liarte con él.

Entre líneas | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora