04

4.5K 629 608
                                    

Sergio caminaba por aquella tienda observando a todos lados, en México habían tiendas grandes, sí, pero no es que checo las pisara, el chico siempre iba al mercado, a las fruterías, a las carnicerías, no salía del mercado que estaba por su barrio y cómo iba a querer salir si él creció ahí, don Antonio junto a doña pati tenían una frutería.

Sergio creció corriendo por los locales de aquel mercado, hizo amigos, se ganó el cariño de la gente y de un día a otro desapareció.

―Nombre, está bien diferente al mercado.―Sergio mencionó jugando con la manita de pato que también veía todas las cosas que habían.―Charles, está bien grande esto.

No obtuvo respuesta y cuando volteó a ver al frente el monegasco no estaba por ningún lado.

¿Lo había traído al súper para perderlo y deshacerse de él? Pero si Charles había sido amable con él, lo trató bien, ¿Entonces por qué se quería deshacer de él?

Y Sergio se preguntaba qué había hecho mal, ¿Por qué el monegasco quería deshacerse de él?

Sin tener idea de a dónde ir, sintiendo las ganas de llorar a flor de piel comenzó a caminar por aquella tienda en busca del monegasco, pero al no encontrarlo sólo soltó un quejido y Patricio un sollozo.

―No llores corazón.―Acarició el cabello de su bebé y volteó a ver a todos lados, notando como la gente comenzaba a verle mal.―No tengo dinero pato, perdóname merecías un mejor papá.―Susurró abrazando a su pequeño y no pudo evitar sentirse mal  al notar que su bebé tenía hambre y él no tenía ni un peso para comprarle algo.

"Sergio, please go to the sound booth"

―Checo, ¿querer algo?―El monegasco mencionó tratando de hablar en español.―Checo.―Cuando no obtuvo respuesta y volteó a ver hacia su costado, el mexicano no estaba por ningún lado.―Checo.

Comenzó a preocuparse cuando se asomó por los pasillos y no había rastro del mexicano.

―Oh, no.

Cuando comenzó a preguntarle a la gente y estas le respondían con negativas comenzó a sentir la desesperación aumentar, con Patricio entre sus brazos tomó su teléfono y no dudó en llamar a Carlos.

―¿aló?―Y escuchar la voz del español fue suficiente para que comenzara a llorar.―Chacha, ¿qué sucede cariño?

―Es que perdí a checo calos.

―¿Qué?

―Iba con el carrito y creí que me estaba siguiendo pero cuando le pregunté algo no contestó y voltee a ver y ya no estaba, lo perdí.―Mencionó entre hipidos.

―Vale, ve a la cabina de sonido y pide que lo anuncien, yo ya salí de la reunión en cinco minutos estoy allá.―El monegasco asintió.―Y no fue tu culpa Charles, todo va a estar bien y lo vamos a encontrar.

―Pero es que si yo me hubiera dado cuenta antes.

―Fue un descuido, además Sergio debe de estar por algún lado en la tienda, ahora ve y pide ayuda, que anuncien su nombre por el micrófono y si hay un guardia dale los rasgos de Sergio para que si logra verlo lo lleven.

―Calos, checo no habla inglés.

―Ya estoy saliendo de la empresa cariño, estaré allá tan rápido como pueda.

―Está bien.

Cuando colgaron el monegasco comenzó a caminar hasta las oficinas, encontrándose con un guardia, al cual no dudó en darle la descripción de Sergio.

―Vamos a sentarnos aquí pato.―El mexicano mencionó sentándose en una silla junto a su hijo.―¿Me estarán hablando a mi?

Mencionó al escuchar como mencionaban su nombre en las bocinas.

El chico del apartamento 512 (chestappen's version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora