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Os tengo buenas noticias.―Carlos mencionó, cuando llegó a la fonda y se sentó junto a Sergio y charles.

Estos dejaron de comer para observar al español.

―He conseguido que el proceso de Sergio de adelante, así que para antes del 31 Sergio podrá vivir en Estados Unidos legalmente bajo el apellido de Max, al igual que Patricio.

―¿De verdad?―Charles mencionó sonriendo hacia el español.

Y este asintió, provocando que el monegasco le abrazara emocionado al igual que el mexicano.

¿De verdad?―Max preguntó a través de aquella pantalla.

―Sí, Carlos dijo que probablemente antes de que el año termine podré vivir allá con ustedes.―Respondió sonriendo.―Sabes, te extraño.

Yo también te extraño mi florecita, pero créeme que en menos de lo que piensas vamos a estar nuevamente juntos, además de que todo se pondrá en donde debe de estar.

Aquellas palabras fueron tomando sentido, pues a mediados de diciembre Carlos slim fue acusado de abuso hacia un menor, entonces Sergio no fue el único y el hombre era un pederasta.

Y afortunadamente para el mexicano, el padre de Carlos le dió la espalda a su hijo y por ende terminó en la cárcel.

Además de que Carlos le informó que toda su documentación estaba lista...y finalmente llegó la noche buena.

El cuarto de Sergio era iluminado sólo por las lámparas sobre la mesa de noche, y Patricio estaba en la habitación de Carlos y charles, pues estos últimos descubrieron que a lando le gustaba jugar con el mexicano.

Además, Max no había respondido sus mensajes desde la mañana, debió de suponer que estaba ocupado, pero aún así extrañaba al holandés, extrañaba sus abrazos y necesitaba de su delicioso aroma.

Había ido a cenar con su nueva familia, y terminó escuchando a Arthur llorar junto a Daniel, el primero porque extrañaba a mick y el segundo porque extrañaba a su ex, pero al llegar al hotel lo único que pudo hacer fue lanzarse sobre la cama y quedarse mirando al techo fijamente.

Hasta que al dirigir su mirada al sofá pudo notar una camisa que pertenecía al holandés, así que con algo de curiosidad se acercó levantó de la cama; sólo para acercarse al sofá y tomar la dichosa camisa de Max entre sus manos.

Olía a él.

―Supongo que está bien, es mi esposo.―Susurró quitando su camiseta, sólo para ponerse la del más alto notando que era bastante suave y que como Max era más alto que él le quedaba evidentemente grande.

Entonces no tuvo molestias para quitar sus pantalones, podría dormir en paz olfateando el aroma del perfume de Max y además sin un pantalón molestando.

Finalmente soltó un suspiro cuando estuvo nuevamente acostado en la cama viendo hacia el techo, la noche estaba especialmente callada y la fría brisa hizo que se levantara solo para cerrar la ventana, realmente se sentía solo.

Max, ¿cuanto tiempo se tardaría en regresar? Y hablando de Max, justo en ese instante la imagen del holandés saliendo de la ducha con el cabello húmedo goteando sobre su piel únicamente con una toalla en la cintura hizo que Sergio sintiera su corazón acelerarse y que sus mejillas estallaran en calor.

¿Cómo se atrevía a pensar en eso?

Se encerró en el baño solamente para lavarse la cara con agua fría, sólo haciendo una pausa para ver el anillo que adornaba su dedo, Max era su esposo, pero aún así no se atrevía a dar un paso adelante en ese aspecto.

El chico del apartamento 512 (chestappen's version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora