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Arthur estuvo esperando todo el día, bueno, desde que despertó esperó que Mick saliera de su apartamento. No es que fuese intenso, sólo quería conocer la ciudad, pero no con Charles, ni con Carlos, ni con su madre, quería salir con ese chico de cabellos rubios con aspecto de golden retriever.

―Arthur.―Charles, su hermano tomó su hombro.―No te cuesta nada ir y tocar la puerta.

Ambos estaban solos, Sergio había ido a la escuela privada en la que obviamente charles con ayuda de isa metió al mexicano, y Carlos había salido a trabajar.

Pascale había salido desde temprano con charlotte para visitar la ciudad y comprar algo, para preparar una buena pasta, pues según ella la de la cena estaba dura.

―Bien, iré a ver si está.

―Debe de interesarte mucho, maldito gato negro, con Carla nunca fuiste así.

―Porque la veía como a una amiga.

El monegasco menor mencionó mientras abría la puerta del apartamento.

―Te voy a traer un cuñado que vas a adorar, te lo juro.―Como era típico del glamoroso de Arthur, salió del apartamento despidiéndose de su hermano con un beso en el aire.

El monegasco se dirigió hasta el apartamento de en frente y antes de tocar, suspiró colocándose sus lentes oscuros de tom ford.

Dls golpes fueron suficientes para que un hombre más alto, de cabellos rizados, barba rasurada a medias, playera de hello kitty y pantalón con estampados del dibujo, acompañados de unas pantunflas peludas abriera la puerta.

―Buen día, me preguntaba si-

―No me interesa escuchar la palabra de Dios, es más, puro Team infierno.―El australiano mencionó formando unos "cuernos" en su cabeza con sus manos.

―No, a lo que me refiero es que me preguntaba si mick está aquí, o ya fue a su trabajo.

―Ah, eres su pretendiente.―El australiano mencionó analizando de arriba a abajo al monegasco.―¿De dónde eres?

―Mónaco.

―Bienvenido a la familia, mick ya se fue a trabajar pero te puedo decir por dónde queda y ya vas a verlo, cuñado.―Ricciardo mencionó sonriendo.―Por cierto, ¿cómo te llamas?

―Arthur.

―Daniel, ahora andando.―El australiano mencionó tomando al más joven por los hombros para darle la vuelta y soltar una pequeña patadita en su trasero.

El monegasco suspiró, regresando al apartamento de su hermano.

―Oye, ¿podrías prestarme el SF90?

―No lo tengo.―Mencionó cargando a Patricio entre sus brazos.

―Oh vamos, charles.

―Tenemos el Porsche.

―¿Modelo?

―Taycan.

―Por Dios, eso es un auto de mamá.―El monegasco menor mencionó cruzándose de brazos.―Algún lugar donde renten autos.

―No vas a llegar en algún auto extravagante.

―Nah, para nada.

Arthur tomó sus cosas nuevamente para salir del apartamento, claro que iría en un auto extravagante, quería impresionar a Mick.

El chico caminó por los pasillos, para llegar hasta afuera y encontrarse a Sergio muy pegadito de Max.

―Oh, hola Sergio.―El monegasco hizo una pausa.―Saltarse las clases no es algo que le gustaría a Carlos.

El chico del apartamento 512 (chestappen's version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora