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―¿Los escuchas? Dime que los escuchas.―Mick preguntaba emocionado mientras que Daniel estaba pegando su oído a la puerta con la esperanza de escuchar algo.

―Pues si los escucho.―Daniel hizo una pausa.―Pero el tal Sergio parece hablar en español.

Mick abrió sus labios en forma de o.―Llevaste un curso de español, dan.

Daniel sonrió.―Y lo único que aprendí a decir fue "pendejo".

Mick soltó un suspiro y Daniel rascó su nuca.

―Bueno, iré a ponerme mi uniforme porque se me está haciendo tarde para ir a trabajar.―El australiano asintió y el neerlandés texteó algo en su teléfono con una sonrisa.

―Con quien hablas Micky, ¿ya conseguiste su número?―Daniel mencionó acercándose hasta el menor para tratar de ver la pantalla de su teléfono, la cual se apagó en cuanto mick notó las intenciones de Ricciardo.

―Estaba hablando con Lance, y no, no he conseguido el número de Lewis.

―Deberías de decirle a Max que te lo pase, debe de tenerlo, después de todo son compañeros.

―Tú sabes que Lewis no es precisamente alguien que le agrade a Max, además...

―Está en una relación con Rosberg, ya lo sé, pero George me ha contado que...

La mirada de mick hizo que Ricciardo guardara silencio.

―Entonces no insistas, mi querido Dani, ve a hablar de chismes con George, cuéntale del amor de Max.―Mencionó volviendo a ver el teléfono.

―Mick, a lo que me refiero es que...―La mirada que el rubio le lanzó al australiano hizo que guardara silencio y suspirara.―Bueno, mañana que lo vea le cuento Micky, a George le va a encantar esta noticia.―¿Y qué me dices de Logan?

―¿A qué te refieres con Logan?―El neerlandés mencionó elevando su vista desde la pantalla de su teléfono hasta el australiano.

―Que un día de estos te va a venir montando una escena como la de Ben en descendientes.―Ricciardo mencionó con dirección a la cocina dispuesto a prepararse un café.―Oye qué linda era la chica esa de cabello azul.

―Estás loco.

―El que está mal eres tú, mi querido Micky, todos en la cafetería saben que ese chico sólo va a comprar un.

―American coffee.

―Exacto.―Daniel asintió.―Pero el punto es que sólo va para verte, el pobrecito vive sumamente lejos de la cafetería y no veo otro motivo para que vaya.

Mick suspiró y con pesadez se dirigió hasta su habitación con intenciones ponerse el uniforme de la cafetería, mientras que Daniel le pisaba casi los talones.―¿Y tú cómo sabes dónde vive Logan?―El rubio se dió la vuelta quedando frente a frente con Ricciardo.

―Un pajarito me contó.

―Y supongo que ese pajarito es George.

Ricciardo guardó silencio y Mick rodó sus ojos y se encerró en su habitación, dejando al australiano gritándole desde afuera sabrá Dios que tantas cosas.

Mientras tanto, su querido Max estaba pasando por una situación complicada.

―Carlos.―Checo tocaba la puerta del apartamento, esperando a que el español abriera mientras Max esperaba atrás de él nervioso y temblando como chihuahua.

Estaba nervioso, bastante para ser exacto y si le sumamos que parecía un tomate eso le delataba, además de que, claro, temblaba como nunca antes.

―Ah cabrón.―El mexicano mencionó al observar al neerlandés detrás de él.―¿Estás bien?―El mexicano pareció pensar en algo, cuando Carlos se sentía mal, charles siempre le decía cosas como "i love you".―I love you güero?

El chico del apartamento 512 (chestappen's version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora