El chico del apartamento 512 (chestappen's version)

08

En el periodo de tiempo que Max había estado conviviendo con Sergio le quedaban tres cosas bastante claras:

1.-Las enchiladas que el mexicano preparaba eran deliciosas y se habían vuelto su comida favorita, picantes pero como decía el tapatío "no pica, nomás poquito" en su lengua natal.

2.-Patricio lo adoraba, Max se había vuelto la persona favorita de pato y pato la persona favorita de Max, después de Sergio, claramente.

Y 3.-Estaba enamorado del mexicano.

Y todos se daban cuenta del especial interés que Max tenía hacía Sergio, principalmente Carlos que la vena en su frente estallaría en cualquier momento cada que Max se acercaba al mexicano y a Patricio.

No malinterpreten al español, él sólo quería proteger a Sergio de las malas personas.

Y por otro lado, charles se emocionaba cada que el holandés se paseaba por el apartamento, cada que estaba cerca de Patricio y de Sergio.

Y Sergio parecía confundirse cada que el holandés estaba cerca, creyó haber estado enamorado del padre de Patricio, pero con Max las cosas se sentían diferentes, se sentía en paz, incluso estar en silencio con el holandés mientras que veían a Patricio durmiendo se sentía bastante cómodo.

―Si me mamé, qué hago pato.

El tapatío mencionó mientras veía al infante, era gracioso caer en el amor de manera tan torpe.

Pero a Sergio le daba miedo, le daba miedo enamorarse, porque cuando se enamora lo da todo, pero cuando todo pasa también lo pierde todo.

―Dios.

No pudo evitar llorar, se sentía asfixiado, debió de imaginarse que pasar el tiempo con Max implicaba eso, desarrollar sentimientos por él, enamorarse, quererlo, amarlo, pero con emociones tan bonitas llegó el miedo, ¿y si Max lo lastimaba? ¿Y si Max lo abandonaba o lo cambiaba por otra persona?

―Checo.―La voz de charles hizo que el mexicano elevara su rostro y, que de igual manera se percatara que Patricio tenía un puchero en su rostro.

―¿Si?

Su voz salió entre hipidos, lo que preocupó a charles.

―¿Qué sucede cielo?

El inglés de Sergio había mejorado bastante, ahora entendía lo que charles quería decir, al igual que charles con el español, ahora lograba entender un 80% de lo que el mexicano decía.

―Me gusta Max.―Decir aquello provocó que el mexicano rompiera en llanto como si fuese un niño de cuatro años que se le cayó su dulce, o como un niño que fue a las tortillas y se le cayeron.

―Oh.―Charles tomó de las manos a Sergio para guiarlo hacia la cama y que se sentara.―Checo.

―Me siento abrumado, tengo miedo y siento mucho aquí, en mi pecho.―Sorbió su nariz y trató de controlarse.―Tengo mucho amor y me da miedo que las cosas salgan mal.

―No digas eso cielo, no va a pasar nada.―Charles dejó un beso sobre la frente de Sergio, atrayendo esta hacia su pecho con cuidado.―Está bien sentir amor, en especial si se trata de una persona tan buena como Max.

―Pero me siento mal por sentir esto, me siento raro, no me gusta esto.

―Eso es normal cariño, eres una persona bastante linda, sencilla y pura, yo sé que te da miedo sentir amor por otras personas después de lo que nos contaste.―Tomó el rostro de Sergio entre sus mejillas y sonrió de manera dulce.―Pero no todos son el papá de pato, Sergio. Créeme que Max mejor que nadie sabe que eres una persona bastante linda en cuanto a personalidad, eres bastante bonito, tienes una cara bonita y unas pecas preciosas, tu físico es precioso y cada que sonríes iluminas la vida de las personas que te rodean Sergio, eres un girasol en nuestras vidas, eres mi pequeño y lindo girasol.―El pulgar de charles se movió sobre la mejilla de Sergio con cariño.―Eres una persona hermosa, checo, siempre estás revoloteando a nuestros alrededores y brindándonos alegría, así que no tengas miedo de amar, después de todo aún eres un adolescente, no tengas miedo de enamorarte, de cometer errores, de equivocarte, después de todo estás en edad, y si no lo haces ahora, ¿cuándo será?