El chico del apartamento 512 (chestappen's version)

02

―Max.

Verstappen menor sostenía a Mick entre sus brazos, agradecía de manera infinita que el Alemán tuviera tres años, así no podría recordar las veces que Jos lo rechazó por no ser hijo suyo.

―Lo siento Max, pero sabes que debiste y pudiste hacerlo mejor.―Jos veía hacia el frente mientras manejaba.―Carajo Max, por culpa tuya ya no tenemos gasolina.

Nuevamente Verstappen mayor se enojó, Max realmente odiaba pasar tiempo con su papá, y claro que tenía sus motivos para odiarlo.

La vez que Jos lo abandonó en la gasolinería junto a Mick, solamente porque el neerlandés se defendió en la escuela, tampoco iba a permitir que se burlaran de él, pero si le sumamos el hecho de que Jos estaba molesto porque Mick no paraba de llorar, tenía que desquitarse de alguna manera.

De no ser porque un señor auxilio a Max, el pequeño de cinco años se hubiera dedicado a vagar por la calles de Hasselt junto a su hermano.

―Papá.

Jos veía la televisión con las luces apagadas, mientras sostenía una lata de cerveza en su mano.

―Dónde está tu madre.―El mayor no despegó la vista del televisor, Max de alguna manera sintió que su padre lo odiaba.

―No lo sé papá, Mick está...

―Me importa un carajo ese malnacido, ni siquiera es mi hijo.

Max retrocedió unos pasos, su papá estaba ebrio y no quería que lo regañara como siempre solía hacerlo.

―A dónde vas, seguro con la puta de tu madre.

―Papá, ya estás ebrio.

―Cierra la boca, Emilian.―Jos se levantó del sofá y se acercó de manera furiosa hacia Max, una vez que estuvo frente a él, lo tomó de las mejillas haciendo presión en estas.―No me digas papá, que no lo soy.

―Papá.

―Qué me asegura que eres hijo mío, ¿EH? ¡¿QUÉ ME ASEGURA QUE ERES MI HIJO Y NO UN BASTARDO COMO MICK?!

―P-papá no digas eso.

―Anda, llora que eso es lo único que sabes hacer, ¡BASTARDO INÚTIL!

Jos empujó a Max, provocando que este, a su corta edad se cayera y en un intento de esquivar la cachetada de su papá terminó golpeando su frente contra un escalón.

Y aunque el enojo de Jos aumentó debido a eso, no le quedó de otra más que curar a Max y después enviarlo a dormir.

Y unos años después, era el cumpleaños número 14 de Max, el ahora adolescente trataba de comprender a su papá, trataba de no juzgarlo porque era su padre, pero todo el cariño que antes tenía hacia él, la admiración que sentía, las ganas de abrazarlo, todo eso se esfumó.

―No llores, no pasó nada Mick.

Acarició el cabello de su hermano menor, aún no comprendía por qué el odio de su papá hacia él.

―Es que por mi culpa papá te golpeó, yo rompí el jarrón.

El rubio soltó un sollozo y Max finalmente lo atrapó entre sus brazos y comenzó a peinar los cabellos del más bajo.

―Soy súper Max, no me duele nada y mi papá no estaba en sus sentidos, schumi. Y no te preocupes, te prometo que algún día saldremos de esta casa juntos.

―¿Por el meñique?

Max sonrió en grande al escuchar aquello.

―Por el meñique.