Herederos Del Infierno #1 Evangely

Capitulo 7: Estrategias (Parte 1)

Los brujos esperaban formados en la puerta principal del castillo con Samantha liderándolos, baje con Gedrick escoltándome mientras el escuadrón de serafines nos esperaba en el patio trasero. Paige había dado todas las ordenes necesarias a Samantha por lo que al abrir la puerta los brujos ingresaron sin romper formación esperando mis órdenes, Como acordamos con Taylor solo los brujos entrenarían con los serafines, en este caso un grupo de 12 brujos.

Jamás habían pisado el castillo antes, pero nadie cuestiono mi orden cuando les pedí que marcharan hasta el patio trasero, lucían el uniforme táctico negro de los centinelas y no pude evitar pensar en que este era el primer día de un nuevo capitulo en nuestro reino. Al llegar lo primero que note fue que los serafines también estaban formados, pero no podía ver a Hazel por ninguna parte. Gedrick por su parte estudiaba a los serafines en silencio, para cualquiera hubiese sido imperceptible, pero yo lo conocía desde niña, estaba estudiando su lenguaje corporal y evaluando el nivel de riesgo, los serafines y los nuevos centinelas se encontraban frente a frente con sus respectivos uniformes negros y blancos, desde lejos se podría confundir con fichas de ajedrez.

Hazel finalmente apareció detrás de su ejército caminando hacia nosotros y de nuevo me golpeo la extraña sensación que empezaba a cuestionarme, verlo vestido de blanco me producía nauseas en especial sus ojos, antes tenía unos cálidos ojos grises como los de su hermano Gael, y en su lugar ahora habían unos ojos azules tan claros que me recordaban al hielo, y por alguna razón el solo verlos me helaba hasta las costillas, Hazel y yo habíamos tenido poco contacto, pero las pocas veces que había hablado con él había notado que era un chico excepcional, Dulce, divertido, inteligente y seductor, sin embargo por alguna extraña razón nadie nunca lo había visto salir con una chica.

Recordaba que cuando los entrenamientos con Gedrick eran demasiado duros y sentía que ya mi cuerpo no podría más mágicamente aparecía Hazel con algún encargo para Gedrick y lo apartaba de mi mientras yo le daba una mirada agradecida y él sonreía, o las veces que desvió la atención de Gedrick o Góspel y me salvo de unos cuantos castigos, la lealtad de Hazel era como la de todos hacia mi hermano Góspel, pero aun así al igual que todos cuido de mi cada vez que tuvo la oportunidad de hacerlo, pero por alguna razón siempre mantuvo una distancia prudente de mí, y por la forma en que Gedrick lo miraba justo ahora podía deducir que el sabia la razón exacta.

Hazel no aparto su mirada de mí en ningún instante, como si nadie más estuviese a nuestro alrededor, primero recorrió mi cuerpo y luego se detuvo en mi rostro, estaba a centímetros de mi con una postura más relajada que la última vez que lo tuve tan cerca lo que lograba desconcertarme, nos miramos lo que pareció una eternidad mientras sentía como mi pecho se contraía, y el pareció notarlo, me miro con curiosidad y yo me obligue a mirar al horizonte mientras intentaba recuperarme, Gedrick nos analizaba en absoluto silencio, podía sentir su mirada quemando mi piel, había demasiado en juego, no era momento para que la parte débil de mi tomara el control, respire y deje que mi parte más fría lo enfrentara.

—Mi Reino está un poco incómodo por los repentinos cambios— dije de nuevo tomando el control de la situación

—No están acostumbrados a que criaturas de otros Reinos caminen por nuestras calles—me acerque a él con cada palabra un poco más esperando que retrocediera, pero no lo hizo se mantuvo firme con su mirada inexpresiva en mi rostro.

—Solo cumplo ordenes majestad— respondió haciendo énfasis en la última palabra, sus ojos volaron a mis labios y yo sonreí

—Evangely— dije aun sonriendo, podía intentar entrar en su mente y mirar todo lo que había en ella con solo tocarlo, solo debía tomarlo con la guardia baja o hacerlo ceder a mi control, pero él lo sabía, los serafines entrenaban desde niños para poder evitar el control mental por lo que eran casi inmunes a nuestro control, pero sabía que podía lograrlo con Hazel, podía oler su deseo, era tan espeso que me impedía respirar con normalidad y era precisamente eso lo que me daría la ventaja que necesitaba.