Genovive
La magia natural era difícil de evadir y a pesar de que tratamos de no tener pérdidas las armas del reino de fuego eran letales para los humanos por lo que el daño fue inevitable, las brujas caían una a una y antes de que el reloj marcara la medianoche solo Maya, Taylor los Centinelas y yo seguíamos en pie, mire en todas las direcciones en busca de las hermanas Faith, desde la aparición de las brujas ambas habían escapado de mi vista, Maya seguía haciendo hasta lo imposible por ignorar mi existencia mientras Taylor me miraba con intensidad
–¿Dónde están las hechiceras? – pregunto maya, mirando como yo en todas las direcciones
–Necesitamos un portal si queremos llegar a tiempo- dijo mientras Taylor la ignoraba por completo, su mirada seguía fija en mí y aunque estaba acostumbrada a su intensidad algo no se sentía bien, seguí la dirección de su mirada hasta mis brazos donde pequeñas venas negras se retorcían bajo mi piel
–Es hora– dijo simplemente logrando ganar la atención de Maya que me miro por primera vez en meses, por alguna razón esperaba que cruzara nuestras miradas, y por alguna otra razón menos entendible sentía que eso era exactamente lo que mi cuerpo necesitaba, secretamente estaba incluso implorándolo, pero dicha mirada jamás llego, por el contrario después de un rápido vistazo a mis brazos fijo su mirada de nuevo a nuestro alrededor y continuo con su búsqueda, las venas parecían quemar todo a su paso por lo que una pequeña molestia en segundos se expandió por todo mi cuerpo logrando que una explosión de sensaciones se apoderaran de mí, los recuerdos de mi vida entera se arremolinaban tras mis parpados, cada palabra, cada imagen, cada sensación, cada recuerdo, acumulándose en mi como una pila de cemento en mi estómago, a su vez mi cuerpo intentaba luchar, pero el dolor parecía provenir de todos los lugares a la vez, mis huesos, mis músculos, mi piel, todo dolía con una intensidad que solo podía comparar con la sensación de estar en medio del fuego, la temperatura de mi cuerpo subió hasta el punto en el que creí que explotaría en fuego y más allá de toda razón así lo hice, olas de fuego se escapaban sin control de mi cuerpo dejándome entumecida y sin fuerzas hasta lograr que mis piernas cedieran.
El caliente asfalto bajo mi rostro era todo lo que podía sentir mientras mis sentidos cedían al cansancio de mi cuerpo, Sin embargo me obligue a abrir los ojos y al instante desee jamás haberlo hecho, el escenario era exactamente igual al recuerdo que me atormentaba cada vez que cerraba mis ojos, con la única diferencia de que en vez de arena todo a mi alrededor estaba lleno de escombros de los edificios a mi alrededor, no había señal de Taylor o Maya por ningún lugar, pero la niña de las lágrimas negras estaba de nuevo frente a mi mirándome en silencio, a lo lejos podía escuchar los gritos de los humanos que escapaban de la explosión que acababa de salir de mí, mientras me hacía cada vez más consiente de mi situación y de la similitud entre aquel oscuro dia y hoy
–Fui yo ¿no es así? – le pregunte a la niña que me miraba sin expresión alguna en su rostro, la realidad me aplasto sin piedad, pero antes de que pudiera entender la magnitud de lo que había descubierto el General apareció frente a mi junto a Raven
–Si así fue, tú lo hiciste– respondió Raven, mientras yo me levantaba despacio, dos segundos me llevo procesar a que bando pertenecía
–Hay civilizaciones que han sido construidas sobre tierra sagrada, tierra donde ha nacido la magia natural, y dentro de sus límites toda magia distinta a la natural es vetada, el hechizo de tu madre dejo de protegerte en el instante en el que pisaste tierra sagrada– me explico Raven mientras el General me evaluaba detenidamente
–Sin embargo, parece que alguien– miro a la niña frente a mí con notable molestia
–Rompió las reglas y te arrastro lejos de una muerte segura– mire en la dirección de su mirada y la chica seguía sin mostrar ningún signo de vida
ESTÁS LEYENDO
Herederos Del Infierno #1 Evangely
FantasyDurante siglos los cinco reinos que sobrevivieron fueron sometidos bajo el mando de la energía oscura que nos rodeaba impidiéndonos ir más allá de nuestras fronteras, pero hace 200 años todo empezó a cambiar, la energía negra parecía reducirse mostr...