Capitulo 10: La hija de las dos lunas (Parte 2)

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Blake

Era mi primer día de academia, desde pequeño pensaba que la academia Hierro y Fuego era imponente desde afuera, pero entrar en ella era por completo irreal, el profesor Bael construyo para nosotros un santuario en el que durante dos años aprenderíamos todo lo referente a nuestro Reino. Nuestra malla curricular consistía en:

· Historia universal y del Reino de Fuego· Biología Universal y del Reino de fuego· Geografía universal y del Reino de fuego· Química universal y Del reino de fuego· Alquimia· Astrofísica· Leyes Físicas de la magia· Leyes Físicas universales· Religiones universales· Idiomas universales· Leyes universales· Arte del Reino de las mareas· Métodos de supervivencia para cada especie· Defensa personal· Manejo de dones· Expediciones a los demás reinosLuego de ello debías escoger la especialización la cual duraba 4 años más, todas las especies menos las hijas de la luna ambar podian optar por:· Centinela: soldados encargados de las misiones de defensa e inteligencia del reino· Patrulleros: encargados del orden interno del reino.Vigilantes: Guardianes de los portales A su vez las hijas de la luna ambar podian escoger entre:· Sanadoras· Empatas· Docentes· Protectoras de la iglesia de las sombrasY por ultimo los herederos de cada luna podian estudiar Política, y gestión de gobiernoMi padre planeaba que tomara la rama de política y gestión de gobierno, ya que era lo que me correspondía por derecho desde mi nacimiento, sin embargo mi atención siempre habia estado direccionada en ser centinela, desde pequeño he admirado su fuerza y destreza, veía en ellos la libertad que mi agobiante vida de heredero jamás me había permitido tener, mi padre se tomaba muy enserio su cargo como duque de la luna roja, por lo que mi hermana y yo fuimos preparados desde nuestro nacimiento en tantos aspectos que es imposible para mi contarlos, a los dos años mi hermana y yo ya comprendíamos todas las reglas de etiqueta y elegancia que el circulo de la ciudad rubí exigía, le siguió la moda, presencia, porte e higiene, a nuestros diez años ya estábamos preparados para ser letales a la vista incluso sin desarrollar nuestros dones, luego las tácticas de lenguaje y persuasión nuestra apariencia inocente era su mejor arma para promocionar su gestión, todo nuestra formación estaba centrada en agradar y encajar en la ciudad más demandante y elite del reino, sonrisas falsas, ropa incomoda, lujos innecesarios, docenas de doncellas nuevas cada semana, silencios y ausencias. En nuestra niñez tras las cortinas todo lo que Isabela y yo teníamos era a nosotros mismos, mi noble hermana se refugió en mí y yo me prometí protegerla ante todo y ante todos y estaba a solo 6 años de poder llevarla lejos como habíamos planeado desde pequeños, teniendo todas las capacidades de un centinela sería capaz de llevarla al Reino de las mareas conmigo sin exponerla al peligro de los serafines, sería un nuevo inicio para nosotros y ella tendría la oportunidad de vivir la vida que merecía.Mi primera clase era introducción a la vida en el campus, camine desde mi habitación en el ala Este hasta el edificio central, la arquitectura gótica era la protagonista principal del campus, subí las escaleras de caracol hasta el primer piso y busque el salón 110 entre la fila de puertas de madera, a mi alrededor todos caminaban de prisa haciendose lugar entre el abarrotado pasillo, finalmente di con el salon y al abrír la puerta note que solo había una chica sentada en el primer asiento del salón, un par de ojos verdes se clavaron en mi antes de sonreírme y de pronto me quede sin aire en los pulmones, 16 años de presencia y porte, etiqueta y persuasión echados a la basura por una simple sonrisa, sus mejillas se sonrojaron de manera casi imperceptible y note lo incomoda que debía estar por mi prolongado silencio, mi mirada fija y mi rígida postura, trate de relajarme pero era imposible para mí, ella se levantó de su asiento y se acercó a mí, su perfume inundo mis sentidos en un segundo, hizo una reverencia ante mí y mi cuerpo volvió a la vida de la manera más incómoda posible, me avergoncé por primera vez en mi existencia, pero no podía evitarlo era hermosa y su cuerpo era difícil de ignorar, ¿A quien se le ocurre hacer una reverencia ante mí con semejantes labios?, solté el aire despacio y coloque la mochila frente a mí para tapar la vergonzosa reacción de mi cuerpo ante ella, no le respondí y me dirigí al fondo del salón mientras intentaba retomar el control de mi cuerpo, la decepción en su lindo rostro se clavó en mis costillas, pero no podía arriesgarme a que viera lo mucho que me afecto, huiría o peor aún respondería a mí y me condenaría a perderme en ella por el resto de mi vida.Unas semanas después conocí a los gemelos Lee y a Góspel, la primera vez que vimos a Góspel no pudimos evitar tratar de mantener nuestra distancia, la cantidad de éter en su cuerpo y la fuerza que este conllevaba era intimidante, pero basto que tuviéramos una clase juntos para que todos notáramos que era todo lo opuesto a su padre, Góspel era cálido, divertido y un seductor empedernido esta última cualidad fue la que nos llevó a entendernos con facilidad, durante todo el tiempo que pude ignore a la chica de los ojos verdes y me centre en llevarme a la cama la mitad del instituto que Góspel todavía no tocaba, antes de darnos cuenta estábamos juntos en todo momento, Maya no se quedaba atrás el principal placer de los demonios del sueño eran los humanos, pero por ahora maya se conformaba con hechiceras y cualquier cosa viva que respirara a su alrededor, Taylor por otra parte era el más reservado y sensato del grupo, pero aun así en más de una ocasión lo vi escabullirse para verse con alguien a mitad de la noche.A mitad de nuestro primer año conocimos a Gedrick y a Hazel quienes a pesar de tener nuestra edad ya estaban siendo entrenados para ser centinelas, ambos eximieron los dos años bases de la academia y aunque debían esperar hasta los 22 para poder ejercer su preparación sería mucho más demandante que la nuestra, ya que estaban preparándose para tomar puestos de alto rango, ambos querían ser comandantes y mientras más los conocía más difícil era para mí adivinar quién cumpliría su meta, durante años fueron nuestros mejores tutores aprendí de ellos incluso más que de los entrenadores.La chica de ojos verdes dejo de mirarme apenas los rumores de mi libertinaje e indecencia se esparcieron por el campus y aunque su indiferencia me calara los huesos era lo mejor, no podía soportar sentir su mirada o tenerla cerca, su presencia me trastornaba y Góspel fue el primero en notarlo y entre burlas me animaba a hablarle, pero la certeza me quemaba la necesidad, ella acabaría conmigo.El séptimo mes el entrenamiento de defensa personal se centraba en terrenos acuáticos por lo que la mayoría de las practicas se realizaban en la piscina del edificio de educación física el profesor que era un brujo de sangre cuyo elemento era por supuesto el agua, creaba torbellinos mientras nosotros tratábamos de defendernos, todos fuimos un fracaso estrepitoso y terminábamos vomitando agua a excepción de ella, se había convertido en lo normal que la chica de ojos verdes destacara en cada materia, ella era brillante, ingeniosa y una excepcional guerrera, mientras luchaba contra el torbellino de agua como de costumbre mis ojos no podían dejar de mirarla y estudiar cada detalle de ella, se libró con rapidez del torbellino de agua y nado a la superficie sin dificultad, todos la aplaudían cuando su diminuto y pálido cuerpo salió de la piscina en un traje de baño negro que hacia estragos en mí, pero entonces mire el reloj y marcaba 60s, imposible pensé para nadie era un secreto que el terreno en el que teníamos mayor desventaja los vampiros y los lobos era el agua, nos hacía lentos y nos incapacitaba de poder usar la hipnosis que era por mucho nuestra mejor arma, sin embargo ella logro no solo salir sino disminuir la corriente de manera casi imperceptible algo que sería incapaz de notar a no ser porque estaba demasiado absorto en cada cosa que hacía.Esa noche decidí quedarme, los chicos eran los primeros en cambiarse por lo que salían con rapidez mientras que las chicas tardaban mucho más en las duchas, me quede en la piscina con la excusa de practicar natación y todos se marcharon sin poner en duda mi palabra menos Góspel que me guiño el ojo alentándome antes de irse, rodee los ojos y me concentre en nadar mientras veía a las chicas salir de los vestidores, ella siempre era la última en salir, lo sabía porque después de cada entrenamiento me quedaba en el patio justo fuera del gimnasio solo para verla salir con su cabello rubio casi tan blanco como la nieve pegado a su rostro, para ser una hija de la luna roja criada en la ciudad rubí todo en ella era extraño, la familia Scarlet estaba compuesta por dos hermanos huérfanos uno era centinela y el otro profesor de defensa personal, el primero murió en batalla defendiendo en contra de las órdenes del castillo a las hijas de la luna ámbar y el segundo era su padre, más de una vez me topé con él en el campus y al igual que su hija todos lo admiraban por su impecable desempeño, su elemento era el aire y tendría sentido creer que su padre la ayudo un poco en todo lo referente a la defensa personal, pero eso no era lo que había presenciado hoy, su cuerpo era uno con el agua, ningún vampiro estaba diseñado para poder lograr algo así. Nuestra raza era bastante simple, estaba compuesta solo de vampiros y brujos de sangre, los vampiros podían procrear con los brujos de sangre pero sus crías no heredaban su magia, por otra parte los hijos de dos brujos de sangre si heredaban la magia elemental y tenían completo control sobre los elementos pero reclamaban uno en especial que era el más poderoso en ellos, el elemento que se fusionaba con su espíritu y servía a ellos por el resto de su existencia, no tenían la capacidad de hacer hechizos, pero sus elementos los hacían oponentes bastante formidable, todos nos alimentábamos de sangre la diferencia era que los brujos obtenían también la magia a través de ella y nosotros solo nuestro alimento.La ultima chica salió y solo quedaba la chica de ojos verdes dentro de los vestuarios, camine despacio rodeando los casilleros a una distancia suficiente para que no pudiera captar mi olor, el cloro de la piscina me ayudaba a camuflajearlo pero no lo suficiente, me acerque y vi por las ranuras, mi mirada la encontró con rapidez, estaba completamente vestida sentada en el suelo, las velas blancas formaban un circulo a su alrededor y el olor a hiervas inundo mis sentidos ella murmuro un ¿hechizo? Y en cuestión de segundos apareció frente a ella un pequeño sobre que tomo y luego procedió a apagar las velas y a guardar todo en una ranura que estaba en el piso bajo su casillero, no tuve tiempo de digerir la información ya que se hizo un semi ovillo en un rincón aun con el sobre en sus manos, lo miraba dudando en abrirlo, la tristeza era tan palpable que me abrumaba no podía moverme o confrontarla, un millón de preguntas se formaban en mi mente ¿Era una hechicera? ¿Cómo era posible? La había visto alimentarse de sangre un millón de veces ¿Qué estaba pasando?, pero todas murieron apenas abrió el sobre y sus lágrimas empezaron a caer libremente mientras leía, nada más me importo solo la necesidad asfixiante de abrazarla.A quien quería engañar ya no había vuelta atrás no en lo que respectaba a ella, camine despacio hasta quedar en su campo de visión, pero ella estaba tan absorta en su tristeza que no me noto hasta que estuve frente a ella, al mirarme su asombro fue notorio, obviamente no esperaba que hubiese nadie más en el piso, pero luego el entendimiento cambio su expresión a completo pánico al entender lo que implicaba tener al heredero de la ciudad rubí viéndola engañar por completo al sistema.Me senté frente a ella en completo silencio, mientras ella se debatía entre huir o paralizarse–Interesante manera de pasar la noche–dije señalando la ranura bajo su casillero, lo que hizo que palideciera aún más, nuestros miradas se cruzaron por segunda vez y aunque intentara simplemente no podía dejar de mirarla, era hermosa y aun con el cabello empapado y los ojos hinchados seguía siendo la criatura más hermosa que había visto y viniendo de la ciudad más estética del reino donde la belleza rayaba los límites de lo absurdo, era fascinante como su belleza aun lograba impresionarme y más aún cuando todo en ella era por completo natural, jamás la había visto con maquillaje o peinados demasiado elaborados, su armario parecía reducirse al color negro y notoriamente pasaba más tiempo perdida en la biblioteca que en el ala de las hijas de la ciudad rubí, no tenía muchos amigos era difícil encajar en nuestro mundo si no eras frívola y calculadora y ella parecía no encajar en ninguno de esas características.–Su majestad yo...–alcanzo a decir antes de que alzara mi mano para que se detuviera–¿Qué eres?– pregunte. –y no me mientas, no intentes insultar mi intelecto– agregue, ella pareció evaluar la situación antes de bajar la mirada y contestar–Soy una Faith– respondió casi en un susurro, sus ojos seguían fijos en el suelo y eso me molesto, me gustaba perderme en ellos–Mírame– le ordene y ella obedeció, en sus ojos empezaban a formarse lagrimas que mi cuerpo me exigía detener, pero debía saber la verdad–¿Eres una Scarlet?– Ella asintió y volvió a bajar la mirada–Mírame– volví a ordenarle y una lagrima rodó por su rostro congelando cada uno de mis músculos–Explícate– le pedí–Mi padre murió antes de saber que mi madre estaba embarazada a manos de los serafines, ellos se llevaron a todas mis hermanas sin que pudiéramos hacer nada–me explico.–Mi madre estaba sola con ellas porque su padre murió en la guerra con los hijos de la luna plateada– continuo–Pero luego conoció a mi padre, un centinela brujo de sangre que desobedeció las órdenes del castillo y salvo en secreto a tantas hechiceras como pudo, era considerado un héroe en mi aldea–dijo y una sonrisa se escapó de sus labios–Meses después sin ser planeada nací yo, pero mi madre sabía el peligro que corría por lo que al nacer me puso bajo la custodia de mi tío Flech Scarlet y su esposa, ambos me acogieron como su hija y me presentaron a la sociedad como tal, mis tíos Vivian de manera humilde por lo que fingir que mi tía estuvo recluida en casa durante todo su embarazo fue fácil de creer y no levanto sospechas, me criaron como su propia hija ya que mi tía nunca pudo tener un bebe a pesar de lo mucho que lo deseaba–una nueva lagrima corrió por su rostro y tuve que poner todo de mi para evitar secarla.–Mi tia jamás me mintió sobre mi madre o mi descendencia, y a pesar de que no pude tener un bautizo publico mi tia Grace es la sacerdotisa por lo cual tuve mi bautizo a puertas cerradas en la iglesia de las sombras el año pasado, mi madre y yo siempre nos mantuvimos en contacto a través de las cartas– otra pequeña sonrisa se dibujó en sus labios entre lagrimas–Ahora lo hago con mi tía Grace– dijo mostrándome la carta abierta que sostenía en la mano, la mire y luego volví a perderme en sus ojos, nos mantuvimos en silencio unos segundos en los que aproveche a mirar cada detalle de su rostro, nuestras miradas no se separaron y pude ver la duda disiparse despacio en sus ojos cuando por fin rompió el silencio–Hoy es el cumpleaños de mi pequeña hermana Paige– me confió–Llora desconsolada cada noche, porque puede escuchar los gritos de súplica de nuestras hermanas– las lágrimas vuelven a caer libremente por su rostro y mi corazón se contrae–Tengo miedo de no poder protegerla, Paige no es como yo, su padre es un hijo de la luna ámbar y murió al igual que mi padre a manos de un serafín– en toda mi vida solo había sentido odio por mi padre, pero no se comparaba con lo que sentía justo ahora al ver como sus lágrimas caían salvajemente frente a mí.–No fuiste cuidadosa hoy– le dije, ella me miro y mi mano viajo hasta su rostro secando sus lagrimas–No puedes permitir que pase de nuevo– le ordene y ella asintió sin separase de mi toque–¿Guardaras mi secreto?– me pregunto–Es mi deber– respondí, la necesidad de atraerla a mí y protegerla era devastadora–¿Esconderle secretos a tu padre es tu deber?–pregunto confundida y yo no pude evitar reír–En parte– dije riéndome de nuevo, me senté a su lado y dejé que su calor y su perfume me invadieran, la necesidad de tocarla me consumía así que tome su mano, ella me miro en silencio y yo aparte el cabello de su rostro.–Protegerte hija de las dos lunas, protegerte es mi deber– le respondí en voz baja mientras su mirada se desviaba a mis labiosSe hizo un ovillo de nuevo apoyada en mi brazo y yo la atraje hacia mi–Si algo le pasa–empezó y su voz se quebró–No voy a permitir que nada les pase Heather, te lo prometo– dije y deje que llorara todo su miedo y frustración en mis brazos mientras mi cerebro ideaba todas las posibles maneras de incendiar al maldito trono de cristal.

Herederos Del Infierno #1 EvangelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora