Capítulo 15: La Diadema del Dictador (Parte 4)

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Genovive

De nuevo me despertó una presión en mi pecho, mis costillas nuevamente parecían a punto de explotar, abrí mis ojos anticipando lo que ya sabia que encontraría, pero en lugar de exótica chica morena era él quien me devolvía la mirada, una que era por completo negra e hipnotizante

– Déjame entrar Genovive – repitió una voz ronca dentro de mi cabeza y mi cerebro empezó una lucha entre el dolor y la invasiva intromisión.

– Confía en mi Gena – repitió la voz en mi cabeza, era incapaz de dejar de mirarlo y a diferencia de la primera vez, no luche por mover mi cuerpo, por una parte sabia que seria inútil y por otra algo en mi siempre terminaba rindiéndose ante el, incluso en este momento en el que confirmaba mi sospecha de que era una criatura de la noche, mi cerebro dejo de luchar cuando el deseo por el me invadió y me concentre en mirarlo, su piel era del mismo color que la primera chica, también lo era su cabello castaño y la forma de sus ojos, tenia las mismas pequeñas venas negras que nacían desde sus mejillas hasta sus ojos, eran bastante similares y me encontré preguntándome si todas las criaturas de su tipo eran de esta manera o solo ellos dos, no creo que el mundo pueda soportar a mas criaturas como ellos.

Esta no era yo, algo no estaba bien, pero no podía evitarlo, todo lo que quería, todo lo que la piel me gritaba era que necesitaba su tacto; un dolor insoportable se extendió desde detrás de mis parpados obligándome a cerrar los ojos y entonces fue cuando vi cada recuerdo alojado en mi, mi niñez jugando con mis amigos y con los duendes en el orfanato, los momentos que se sentían mágicos mientras pintaba, todas las criaturas que era capaz de ver, y todos los sueños que era capaz de recordar, mi primer trabajo, y entonces los recuerdos se tornaron mas fríos al llegar a los chicos del pueblo molestándome, la primera vez que vi a los militares demonios, las tardes de lluvia, la sonrisa de mis amigos mientras tomábamos chocolate caliente en navidad, mi cuerpo se contrajo cuando los recuerdos de aquella noche aparecieron detrás de mis ojos, las lagrimas empezaron a caer cuando me vi de nuevo en la arena rodeada de fuego y cenizas, trate de gritar para que se detuviera, pero las imágenes seguían llegando a mi en una secuencia que parecía infinita, mis manos empezaron a sudar y sentía que mi cabeza iba a explotar, no quería ver nada mas, lo quería fuera de mi cabeza, intente patearlo o tomarlo con mis mano, pero mi cuerpo no me obedecía, intente gritar, morderlo, cualquier cosa que funcionaria con tal de detenerlo, pero no lo hizo, no se detuvo hasta que deje de luchar y pudo tener acceso a cada rincón de mi memoria mientras caía en una indetenible inconciencia.

Taylor

Genovive finalmente había cedido a mi intromisión, pero hacerla revivir todos esos recuerdos no había servido de nada, nada de lo que había visto era útil, estaba empezando a perder la paciencia y por alguna extraña razón me sentía ¿culpable?. No podía dejar de mirarlae staba profundamente dormida y su cuerpo estaba apenas cubierto por una delgada sabana de seda, mi cuerpo a su vez reaccionaba a ella de una manera que no podía ser justificada ni siquiera por la naturaleza de mi raza, su cabello negro tapaba la mitad de mi almohada y su cuerpo me llamaba, despertando en mi sensaciones que desconocía, los demonios éramos incapaces de sentir emociones, estas eran una energía producida únicamente por el cerebro humano y por las criaturas del reino turquesa, pero al estar en contacto prolongado con ellos podíamos empezar a crear sensibilidad ante ellas, especialmente si nos involucrábamos mas de lo estrictamente necesario.

Gena susurraba entre sueños y cada vez me pesaba mas lo que acababa de hacer, primero la coaccione para que complaciera mis deseos y luego la había torturado, había sido invasivo y no me había detenido a pesar de sus suplicas, a pesar de su resistencia, de algún modo había hecho lo mismo que esos chicos, recordarlos hacia que mi sangre hirviera, pero ¿Quien era yo para juzgar? si hace tan solo pocas horas use mi poder y la sometí de la misma manera, debía decirle la verdad apenas despertara, la sombra que vi en sus recuerdos era sin duda un sorburu, lo sospechaba por la cantidad de energía que desprendía, pero lo confirme al verla a través de sus recuerdos, solo un sorburu era capaz de modificar de esa manera tantos elementos a la vez, el clima, el magnetismo natural de la tierra y la energía misma, un sorburu estaba detrás de Genovive y eso no era una buena señal, debía mantenerla a salvo porque mi instinto me decía que esta persecución no era algo de lo que lucifer tuviera conocimiento, El General estaba moviendo sus fichas y Gena era solo una de ellas, por lo que nos convenía tenerla primero, además el hecho de que el mismo viniera tras ella y no enviara al aquelarre me decía que quizás fuera incluso uno de las mas importantes.

Herederos Del Infierno #1 EvangelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora