12.

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Hyunjin es bastante alto a comparación de Zhang Hao, pero sorprendentemente hacen buen equipo contra Yunho y una chica castaña.

—Tiempo —digo mientras me paro en medio de la cancha.

Atrapo el balón que Hyunjin me lanza y los miro a ambos con reto.

—Ganamos fácilmente —se burla Hyunjin, dandole un pequeño empujón en el brazo a Zhang Hao.

—Jugarán contra dos hombres. Yunho y el chico pelinegro que sobró.

—Me llamo Mingi, profesor —me dice mientras camina hacia la cancha.

—Como sea. Juego limpio, el ganador se salvará de dar diez vueltas a la cancha.

Lanzo el balón al aire al mismo tiempo que hago sonar el silbato y el primero en aventarse sobre el es Mingi, quién opaca a su compañero y corre sin detenerse hacia el aro, encestando de un golpe y celebrándose a sí mismo.

—Será fácil.

—¡No estoy pintado, Mingi! —grita Yunho, Zhang Hao y Hyunjin ríen.

Hyunjin corre por el balón y se lo pasa a Zhang Hao, quien lo toma fácilmente esquivando a Mingi y luego corriendo al centro de la cancha. Lanza el balón a Hyunjin y este encesta con un gran salto.

—Será pan comido contigo —le comenta Hyunjin al chico.

—¡Tiempo! —gritó y todos se detienen.

Camino molesto hacia la cancha, quitándole el balón a Hyunjin y mirando a todos seriamente.

—Mingi jugarás con Hyunjin.

—¡¿Qué?! —grita el pelinegro.

—¿Por qué? Hao es mi compañero.

—Tú —señalo a Mingi—. No sabes jugar en equipo. Y tú —ahora señalo a Zhang Hao—. No sabes jugar.

—¿De qué habla? Hao y yo ganamos el partido anterior —protesta Hyunjin.

—No —hablo—. Ganaste tú. Tú metiste el balón, tú pediste los pases y tú hiciste las estrategias —le lanzo el balón—. Aprendemos a jugar, no a pasar la pelota cuando te lo piden.

—¿Y quién será mi compañero? Yunho tiene a su amiga —me dice el castaño con un ligero puchero en los labios.

Intento no mirar sus gestos para no sentir asco.

—Te quedaras solo. Jugarás como comodín por ahora.

—P-Pero... —tartamudea.

Tocó el silbato, callando sus palabras con el ruido y me hago a un lado para que empiecen a jugar.

Hyunjin se encoge de hombros, pidiéndole una ligera disculpa y comenzando a jugar. Y yo contengo las ganas de sonreír cuando Zhang camina hasta la banca y se sienta frustrado.

(...)

Me meto bajo el agua caliente de el pequeño baño en mi oficina y siento los músculos de mi cuerpo relajarse levemente.

Me baño rápidamente y cuando salgo, el frío enrolla mi cuerpo, pero no es tan malo así que dejo las gotitas secarse solas.

Me dejo la toalla envuelta en la cintura y salgo a la oficina para sentarme y revisar algunos papeles de estudiantes.

Los vestidores y pasillos están vacíos hasta donde alcanzo a ver a través de la vitrina. Aunque la persiana este cerrada, puedo ver por sobre ella. Y saber que los de afuera también pueden verme, me hace sentir incómodo.

Realmente incomodidad y enojo son las sensaciones que más he sentido en la escuela, principalmente por el chico gay. Pero incluso cuando es receso y salgo a comprar una botella de agua a la cafetería o voy al patio a tomar aire, noto qué hay más como él aquí. Por lo que últimamente no salgo de la oficina más que para dar clase e ir a la sala de maestros.

No soportaría estar solo con algunos de ellos en la misma habitación por más de sesenta segundos sin antes romperle la cara hasta hacerle ver que si piensa así, si ve así a los de su mismo sexo, si quiere eso, es estar enfermo. Tal vez mi método de ayuda no sea el más adecuado, pero vaya que ha funcionado antes.

gym ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora