Inocencia Atrapada「Fanfic/EunHae/FINALIZADA」

La inocencia... ¿pervierte?

La cabeza de Hyukjae daba vueltas, pero no como si estuviera mareado o tuviera unas copas encima, no, aquello era una sensación diferente, una que no había sentido hace ya mucho tiempo.

-Es todo... termine... no puedo más...

-¿Aguantas tan poco, mono?

-Es fácil para ti decirlo, Kyu, idiota... Eres más joven que yo...

-Siempre has tenido una resistencia asombrosa, mucho mayor que la mía, ¿qué sucede? ¿Esta vez si te deje exhausto?

Aquellas voces, entrecortadas y cansadas, retumbaban por todo el gimnasio donde se encontraban a solas, creaban un eco que bien podría malinterpretarse con mucha facilidad.

-Vamos mono, no me decepciones, solo una ronda más -el entusiasmo de Kyu era curioso y exasperante-. Aún no he gastado las energías necesarias.

-¡Que tu novio no te deje tocarlo para satisfacer tu sangre caliente no quiere decir que vengas a descargar todo conmigo! -Y una vez más, gracias al grito, Hyukjae, se había quedado sin aliento, comenzando a jadear de nueva cuenta-. Dije que... termine... ni una ronda más.

-Eres un aburrido, mono perezoso.

"Al fin", pensó Hyuk en el momento en el que su amigo soltaba el balón de baloncesto y se tiraba junto a él en el suelo. Era la primera vez, prácticamente desde que se había mudado, que se sentía tan cansado. Su cuerpo pesaba horrores y con un esfuerzo sobrehumano apenas logro salir de la cama para llegar a la escuela, pero como era de suponer, llego tarde, su profesor le dejo una tarea extra por ello y en el receso, cuando creyó que podría descansar algo, se vio asaltado por su amigo para hacer una reta de baloncesto. No fue hasta que el rubio perdió en dos ocasiones, quedando tres a dos, que su cuerpo se resistió a moverse.

-Maldita escuela -se quejó Kyuhyun una vez que su respiración se hubo normalizado.

-¿Deberíamos tirar al director por las escaleras? -se cuestionó en tono más alto de lo que hubiese querido.

-Yo lo sostengo y tú lo golpeas -declaro el menor comenzando a reírse malvadamente-. Le daremos una paliza tan grande que las clases se suspenderán hasta las previas semanas antes de terminar el ciclo.

-Yo me uno -llego una voz por encima de sus oídos, provocando que ambos giraran su rostro.

-Aún mejor -continúo la broma-. Tres contra uno, ese vejete no podrá levantarse de la cama y obtendremos un nuevo director.

Los tres rieron con ganas, imaginándose como sería intentar golpear realmente al director de la escuela. Ese tipo que se asustaba con su propia sombra y tartamudeaba sin parar cuando las profesoras buenotas le saludaban por el pasillo; vaya que le harían un gran favor a la sociedad y a los estudiantes a librarse de él.

-¿En dónde dejaste a Ryeowook? ¿Es realmente extraño no verte pagado a él?

-Consejo estudiantil -respondió con simpleza-. Todos deben ponerse al corriente y ese niño tiene un "grandioso plan" para que recuperemos las clases que perdimos.

Volvieron a reír. Ryeowook siempre seria Ryeowook, ese niño tierno y modelo de la mesa estudiantil que se cree que todos se matan por estudiar las veinticuatro horas del día.

-¿Recuérdenme por qué es nuestro amigo?

-Es obvio -se burló Hyukjae, dándole una mirada cómplice a Yesung-. Si no teníamos a alguien del consejo de nuestro lado quien crees que te hubiera librado de la expulsión el día que llegaste tomado a clases.

Kyu se tornó color tomate al recordar aquella vez, esa que sus amigos nunca le permitirían olvidar pues era algo que los unía en la bromas a pesar de que fue en la época en que ninguno de ellos se hablaba como amigos.