Inocencia Atrapada「Fanfic/EunHae/FINALIZADA」

Una familia extraña

Un pájaro pió por sobre su cabeza y el termo que se encontraba entre sus manos comenzaba a ponerse frío. Pero incluso, a pesar de haber llegado con media hora de anticipación, no se sentía ni nervioso o ansioso, para él aquello era una buena señal.

-Pensé que no vendrías.

Alcanzo a susurrar al verla llegar a paso lento, como si aún dudara de aquello.

-Aún creo que esto no es una buena idea... -se coló una dulce voz por sus oídos haciéndolo suspirar.

-¿Y aun así viniste?

La linda chica de tierno vestido rosa no contesto y, por el contrario, le hizo una seña con la cabeza para que comenzara a caminar con ella. Así lo hicieron, paseando como dos par de amigos cercanos por las calles de la ciudad. Hyukjae reconocía la dirección en que se dirigía la chica y sabiendo su situación no sabía si aquello era correcto o no, pero no digo nada, confiaba en ella y al llamarla para quedar en algo sabía que ella no podía decepcionarle.

-A veces me parece increíble que hayamos lleguemos a todo esto.

-Fue muy difícil...

-Y, finalmente... ¿Lo conseguiste?

No hubo respuesta alguna pues, en realidad, no existía. ¿Había logrado su más anhelado sueño? Sí y no. Está apunto, pero aún no lo tenía al cien por cierto, por lo que su respuesta aun no podía ser un sí en su totalidad. "Paso a paso", se repetía incontables veces en su cabeza, día con día. Todo estaba claro en su mente y esa la razón por la que no podía darse el lujo de perder los estribos ni dejarse llevar.

Después de un rato, ambos se detuvieron al llegar a la humilde casa, sí, aquella donde siempre se veían y el rubio tomo un folder manila muy bien cuidado de su mochila para entregárselo.

-Sabes que te deseo suerte -la chica tomo una pausa para abrir la puerta y mirar con mayor intensidad al rubio-. Lo sabes, ¿cierto?

-Lo sé, gracias -ambos se sonrieron.

¿Los actos de la chica podrían considerarse traición a su hermana? ¿Los actos del rubio serian inútiles? En realidad, ninguna de las dos incógnitas importaba siempre y cuando llegaran al resultado que ambos buscaban.

-Cuídalo -regaño la chica a la vez que le entregaba al chico una mochila azul pastel-. No quiero ni recordar la vez que lo perdiste en el centro comercial.

-No lo perdí -se defendió-. Solo no contuve contacto visual con él por veinte segundos.

-¿Veinte segundos? -ironizo ella-. Recuerdo que fue más tiempo.

Ambos rieron y no pararon de hacerlo hasta que un pequeño llanto, mejor dicho, una queja cercana a la carriola dentro de la casa se hizo presente.

Quizá, con aquello, ya no había necesidad de más palabras. Sin embargo, quisieron decir más:

-Llámame si necesitas cualquier cosa, ¿lo prometes? Promételo.

-Prometido -sin saber la razón exacta de sus actos se dirigió a la chica y la estrujo entre sus brazos.

-¡Vas a romperme los huesos! -comenzó a quejarse pero no intentaba apartar el abrazo.

Cuando finalmente la soltó, le dio la sonrisa más sincera que podría mostrar.

-Gracias Krystal.

-Nos veos luego Hyukjae.

Una voz tras otra se escuchaba en aquel departamento. Y después de eso... aquello parecía un verdadero campo de batalla: