Número desconocido

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La visita e indagación de todo había cobrado resultados satisfactorios, muy buenos y que completaron por completo los huecos vacíos pero, por alguna extraña razón, pudo sentir en su pecho una presión de preocupación.

Beso la cabeza de su hijo sobre la cama, quien abrazaba con fuerza su Nemo de peluche, y se dirigió al ascensor que la sacaría de su hogar para dirigirse al trabajo. Sehun y Luhan pasarían por Hae para estar toda la mañana con él, gracias a su día libre, y después le llevarían a la empresa para que su madre pudiese hacerse cargo de él. Sin embargo, había algo que ella quería hacer antes que nada; antes de ir a trabajar o pensar en seguir adelante.

-Buen día, señora Lee -el chico en recepción saludo formalmente e hizo una seña a un compañero para que trajeran el auto de la mujer a la entrada.

-Buen día Shindong, ayer no tuve la oportunidad de agradecer tu ayuda.

Gracias a que Hae se encontraba mejorando en la cocina su madre había querido enseñarle cosas nuevas, pero todo resulto desastroso. ¿En qué aspecto? Una muy claro: no puedes dejar a los peces cerca de un horno encendido sin supervisión alguna. ¿Por qué? Los peces y el fuego no parecían llevarse bien y, en cuestión de solo cinco minutos, la casa se llenó de humo bastante denso y todo por un inocente pensamiento. El horno parecía un poco sucio y Hae creyó oportuno limpiarlo con un trapito pero al sentir el calor dejo solo el trapo dentro y este se encendió sin causar daño alguno, pero si una humareda impresionante.

-No hay problema -el muy inesperado amigo de su hijo paso por alto la valiosa ayuda que le brindo al tranquilizar a los vecinos histéricos-. ¿Regresara tarde hoy?

-No lo creo -vio su auto salir del estacionamiento y espero a que el chico le entregara sus llaves para dirigirse a este-. Si alguien llama preguntando por mí diles que me fui a vivir a Canadá, por favor.

-¿Canadá? -la mujer rio a sabiendas que ese día recibiría muchas insistentes llamadas de un solo procedente-. Salió desde hoy en la madrugada y su avión tardara horas -confirmo el chico cerrando la puerta para ella.

Y burlándose nuevamente de quien harías esas llamadas haría más, mucho más. Condujo algún tiempo y se estaciono frente a una escuela de la que jamás había escuchado, por lo que su primer dilema de ese día sería encontrar en ella a la persona que buscaba.

-¿Señora Lee? -una voz familiar llamo su atención.

-Sungmin, cariño -el chico se acercó y saludo a la mujer con una inclinación.

-¿Qué hace por acá?

-Vine a buscar a Hyukjae -el chico rubio frente a la mujer giro el rostro hacia otro chico más en el lugar-. ¿Saben dónde puedo buscarle?

-¿Entrara a buscarle o prefiere que lo traiga aquí? -Un castaño se acercó a la mujer y al chico tomando a este por la mano.

-Cho Kyuhyun, ¿cierto?

-Así es señora -realizo una pequeña inclinación.

-¿Estudias aquí?

-En efecto -el chico respondía educada mente a sus preguntas sin indagar a más.

-No te veo muy seguido por el edificio.

-Me mude solo hace medio año y solo visito a mi madre de vez en cuando.

-Estupendo, ella siempre habla muy bien de ti -la señora Cho y ella eran unas grandes amigas y vecinas-. ¿Crees que puedas decirle a Hyukjae que tengo que hablar con él?

-No tenemos clases -el castaño sirio hacia Sungmin y le soltó antes de hablar-. Espero un segundo y lo traigo aquí.

-Muchas gracias -hablo antes de que este entrara al instituto.

Inocencia Atrapada「Fanfic/EunHae/FINALIZADA」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora