𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄 [Choi Nam-Ra]

𝐄𝐏𝐈𝐒𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

Kim Hyeon-Ju.

───────────

Me miré en el espejo, viendo mi apariencia de pies a cabeza, vestía mi uniforme de Hyosan, excepto por el suéter y chaleco verde, parece que hoy no podría cumplir con el código de vestimenta.

Se suponía que la ropa que mi papá envío a la lavandería (sus trajes y sábanas de cama, incluido mi uniforme completo) llegaría temprano hoy, pero yo estaba a punto de irme y ninguna de esas prendas ha llegado; Por suerte tengo un pantalón y corbata de repuesto, pero no un suéter, el repuesto del suéter es el chaleco y tampoco está aquí.

Decidí no insistir más en el tema y saqué una sudadera negra de mi armario, me miré por última vez en el espejo y tenía que estar satisfecho con el resultado, solamente sería por hoy, no creo que la profesora tenga problema con ello.

También me miré el pelo y me pasé una mano por él, acomodando un poco mi peinado.

Me detuve de nuevo por otro minuto, notando la longitud de mi cabello en el frente, bueno, toda la cabeza. Mi cabello estaba creciendo y eso no me gusta, porque el flequillo suele molestarme en los ojos, tampoco soy fan de aplicar tanto gel para evitar eso.

«Debería cortarlo…»

El celular sonó de repente, en una alarma que me avisa cuando tengo que salir de casa; Reaccioné de inmediato y apagué la alarma.

Alimenté a mis peces y tomé mis cosas, dispuesto a salir, pero me detuve antes de cruzar la puerta, volteando a ver la fotografía que reposaba a un lado de mi cama.

—Me voy… —susurré con la mirada fija en el rostro sonriente de mi hermano.

Antes de salir del apartamento, tomé un Kimbap triangular del refrigerador y lo guardé en mi mochila.

Tomé el autobús, al que llegué justo a tiempo y con suerte porque esta vez no estaba tan lleno, así que conseguí un asiento.

De camino a la escuela pensé en ir a cortarme el pelo después de clases, a la misma peluquería a la que me llevaban de niño, no quedaba muy lejos de la casa de mi madre.

«Tal vez debería pedirle que venga conmigo», opine, mirando por la ventana.

Igualmente, creo que mi padre llegaría tarde hoy, durante el desayuno dijo que tenía una reunión de negocios muy importante y eso en otro sentido también significaba: beber con sus compañeros de trabajo. Así que no estaría mal pasar un rato con mamá, incluso podríamos cenar juntos.

Hola mamá. Si tienes tiempo, ¿vendrías conmigo a cortarme el pelo después de la escuela? Podemos cenar juntos.
7:37.

Le envié el mensaje y ella me respondió al instante.

Mamá.

Claro, cielo. Pasaré por ti después de clases, ¿de acuerdo?
7:39.

El bus me dejó en la parada de la escuela bastante rápido y di gracias al cielo porque hoy el viaje no había sido tan largo.

¡Cuán diferentes son las situaciones! Porque cuando estaba en la escuela secundaria y me quedaba con mi mamá tenía que levantarme muy temprano y tomar un autobús al centro de la ciudad, pero ir a la escuela mientras estaba con mi padre solo me tomaba unos minutos, pero ahora que asisto a Hyosan los roles han cambiado.

Ahora tardó demasiado en llegar cuando estoy con mi padre y cuando estoy con mi madre solo me hago unos minutos. Qué irónico.

Una vez más se me pasó por la cabeza la idea de comprarme una bicicleta, ayer se me había olvidado comentárselo a mi padre porque llegué bastante cansado de cenar con los chicos y me fui directo a la cama, pero hoy… «No. No habrá tiempo hoy. Tal vez mañana se lo mencione».