𝐄𝐏𝐈𝐒𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐎𝐂𝐇𝐎

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(Nota rápida: suelo escribir los capítulos, adaptando los diálogos originales de los
EP de AOUA, subtitulados al español. Sin embargo, en este capítulo los diálogos de los demás personajes serán los del doblaje latino.)

Pasillo infinito.

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DÍA UNO.

-¿Si están vivos? -fue lo primero que el entrenador cuestionó al vernos.

¿Preguntarnos si estábamos vivos? Eso era realmente original, incluso en estos momentos. Nunca antes me habían hecho una pregunta tan extraña. En medio del silencio, todos lo miramos con desconfianza durante unos segundos. Era inevitable estar en alerta ante su presencia. Qué irónico, era el primer profesor que veíamos y nos mostrábamos tan desconfiados.

El adulto nos observaba con cautela e incredulidad. El sudor se notaba en su rostro y respiraba agitado. Estaba pegado a la puerta, en la esquina, como si estuviera preparado para salir corriendo en cualquier momento. Pero al vernos, después de unos segundos, suspiró aliviado y dio unos pasos hacia adelante.

-Señor, ¿está bien? Dígame, ¿lo mordieron? -le preguntó Gyeong-Su, acercándose con más confianza.

-No, tranquilos. Estoy bien -respondió el profesor, suspirando nuevamente y sonriendo con alivio-. Estoy bien. Oigan, chicos. Vamos a bloquear la puerta -nos dijo de repente.

El señor Kang tomó uno de los pupitres, dando inicio a lo que nos había pedido que hiciéramos.

Parpadeé, reaccionando al instante, al igual que los demás. Nos miramos entre nosotros y la desconfianza quedó en el pasado. Nos dispusimos a obedecer al entrenador. De alguna manera, su presencia aquí nos inspiró un poco más de confianza, nos alivió, y no dudamos en hacer lo que nos pedía.

-Muévanse ya. Rápido. Por favor, ayuden. ¡Rápido! -decía el entrenador, como si estuviera animando y ordenando a un equipo deportivo.

Los chicos se acercaron para hacer lo que el profesor indicaba. Antes de unirme a ellos, volví la mirada hacia mi derecha, donde se encontraba Nam-Ra de pie. Ella observaba en silencio al profesor y a lo que estaba haciendo.

Me acerqué a ella en silencio, mientras las demás chicas también se dispersaban por el aula para cumplir con las instrucciones del entrenador.

-Nam-Ra -la llamé en voz baja, deteniéndola antes de que se uniera a los demás-. Espera...

La chica me miró con sus hermosos ojos negros. Dado que era más alto que ella, tuvo que alzar un poco la cabeza para verme.

-Oye... Lo que Na-Yeon dijo antes... eso, todo eso... Ella solo... dice esas cosas cuando está asustada. No es algo que... digo... No te lo tomes tan en serio -dije con nerviosismo, sintiéndome un poco incómodo-. ¿Sí?

Nam-Ra levantó ligeramente las cejas. No supe interpretar si lo hizo con intriga, molestia o ironía, o simplemente por instinto.

-No te preocupes por eso -fue su respuesta breve y suave.

Esperaba sinceramente que eso no causara una discusión entre nosotros, todos nosotros. Aunque sabía que no podría dejar de preocuparme por todo, al menos intentaría seguir su consejo.

No dijimos nada más. Nam-Ra se acercó para ayudar a los demás, y yo tuve que hacer lo mismo. Le dediqué una última mirada antes de cargar un pupitre y unirme a los chicos en la puerta de la derecha, mientras ella se dirigía hacia la izquierda. Con el pupitre en mis manos y pasos rápidos, fui a ayudar a bloquear la puerta. Antes de hacerlo, alcancé a ver a Na-Yeon frente al entrenador, pero no pude escuchar lo que él le dijo.

𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄 [Choi Nam-Ra]Onde histórias criam vida. Descubra agora