𝐄𝐏𝐈𝐒𝐎𝐃𝐈𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄

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Zombis.

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DÍA UNO.

Todos mis sentidos parecían haber dejado de funcionar durante unos largos y tortuosos segundos. Mantuve los ojos cerrados con fuerza, agotado, mientras mi corazón latía rápido y fuerte, golpeando mi pecho con violencia. El dolor punzante de cada latido se extendía por todo mi ser. No era como los latidos acelerados que uno siente después de correr, esto era diferente. Era más intenso y doloroso.

¿Era esto una taquicardia? A pesar de todo lo que había vivido, nunca había experimentado algo así antes. Ni siquiera estaba seguro de que eso fuera lo que me estaba sucediendo en ese momento.

Llevé una mano temblorosa a mi pecho, presionando con fuerza en un intento desesperado por calmar esos latidos dolorosos. Mi visión seguía oscura, mi respiración entrecortada y tenía mi frente empapada de sudor.

Permanecí desplomado en el suelo, apoyado en la puerta. No podía dejar de temblar, ya fuera por el miedo o por la adrenalina que aún recorría mi cuerpo. Un gemido apenas audible escapó de mis labios, una mezcla de cansancio, miedo y dolor.

Apreté mi mano con más fuerza sobre mi pecho, sintiendo cómo mi corazón realmente parecía arder en el infierno. Mi respiración se volvía cada vez más irregular. Estaba completamente agitado, luchando por recuperar el control de mi cuerpo.

Mantuve mis ojos cerrados, pensando, intentando encontrar algo que me ayudara a controlar esta situación caótica, a pesar de que mi mente era un desastre de pensamientos confusos y aterradores.

Reflexioné sobre lo agotado que me sentía después de correr tan rápido, sobre lo que estaba sucediendo con mis compañeros de clase y en la escuela, incluso pensé en mi hermano, Seung-Min. Pero no podía dominar mis pensamientos, mi cabeza era un torbellino de ideas que me hicieron sentir mareado.

Aun así, seguí intentando encontrar algo, cualquier cosa que me ayudara a calmarme. Traté de hacer lo básico: respirar, intentar estabilizar mi respiración y encontrar la calma poco a poco. Pero parecía que eso llevaba demasiado tiempo, así que busqué otra solución.

¿Cómo se calma una taquicardia? Eso era lo que me interesaba y necesitaba descubrir. Busqué entre los recuerdos que tenía, pero solo podía pensar en respirar profundamente. Nunca había investigado sobre el tema, nunca había experimentado algo así antes. Era evidente que eso me ponía en desventaja.

Sentía mareo, cansancio, dolor en el pecho y en la cabeza.

¿Alguna vez has cerrado los ojos y te has olvidado de todo, centrándote solo en una cosa? A mí me ha pasado. Y no era la primera vez que me encontraba en una situación similar.

Mantuve los ojos cerrados con fuerza, sintiendo el dolor en el pecho y la adrenalina que aún recorría mi cuerpo. Perdí la noción del tiempo, olvidé dónde estaba y con quién estaba. Olvidé todo y me concentré únicamente en tratar de calmar los latidos de mi corazón. Era lo único que podía escuchar, aparte de mi respiración entrecortada.

No sabía cuánto tiempo había pasado, probablemente solo unos minutos que parecieron una eternidad. Pero poco a poco, empecé a respirar mejor y el dolor en mi pecho disminuyó, al igual que la velocidad de mis latidos, sin embargo, su fuerza seguía presente.

Entre mis latidos y mi respiración, comencé a escuchar algo más, como si alguien estuviera hablando a lo lejos, bajo el agua. Esa voz se acercaba cada vez más.

“Se… o…”

“S… ung…”

—¡Seung-Ho!

𝐑𝐄𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄 [Choi Nam-Ra]Onde histórias criam vida. Descubra agora