Yanli, su esposo y los Wang mayores viajaban en la camioneta, mientras Yibo manejaba su moto, se veía que el chico iba feliz, iba u regresaba a dónde los demás venía como un perrito que le exige a su dueño que vaya más rápido, la dama Yu llevaba a Xichen con ella y las otras iba Zhan con Yibai pegado a el y Yihai en otra andando muy despacio por eso el wang mayor se desesperaba al no poder avanzar a la velocidad que el quería.
Al llegar a la casa Yibo se volvió loco de más, vio toda la colección de caballos de acero que la dama Jiang tenía bajo su poder, diooosssss amaba a su suegra y más si esa deidad de las maravillas le permitía por lo menos pasarles la cera por encima de ves en cuando.
Chiliiitoooo sosiegate, mamá podra perdonarte todo menos que rayes algunas de sus nenas, ven más tarde la sobornaremos para que te deje montar aunque sea aquí en la pista, por ahora no toques nada, Zhan corría detras de Yibo para que no fuera a tirar algunas de la consentidas de su madre, de por sí había visto a la mujer un poco molesta por haber lo marcado y preñado sin su consentimiento.
En china los guardianes disfrutaban de sus vacaciones después de casi 15 años pues desde que los trillizos cumplieron los 10 años no habían podido safarse de su trabajo por más de dos días seguidos y en el caso de Yang y Ning que eran los encargados de lidiar con el mayor no habían podido tener ni un solo día de descanso así que ahora estaban sacando toda carne al asador que pudieran para los días de abstinencia que les faltaban por delante.
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En la mira de tres Wang
Short StorySomos hermanos, somos unidos pero en la guerra y en el amor todo se vale.