APODERÁNDOME DE MI LUNA HUMANA

CAPÍTULO 29

Cristal nuevamente se encontraba en ese sendero oscuro, viendo una cinta de color roja brillante, ella la siguió sabía que la guiaría donde pertenecía.

Mientras ella caminaba se percató que aquella cinta recorría parte del cuello y por debajo de su pecho, al avanzar su mirada vio aparecer de la oscuridad la silueta Kogan.

Uno de los estrenos de aquella cinta se detenía al frente de él, Cristal busco con su mirada al lobo sin hallarlo, una fuerte brisa comenzó a soplar y vio como una estela de humo negra cubría su cuerpo.

En segundos Kogan tomo la forma de ese inmenso lobo negro, Cristal retrocedió recordando sus ojos rojos y la mordida que le dio, quería correr, pero se detuvo al ver el extremo de la cinta estaba amarrada en el cuello de esa bestia.

Rax rápidamente corrió hacia ella derribándola, Cristal no tenía temor y hasta le permito lamer el área donde él la había mordido — ¡ERES MÍA! —

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Cristal se levantó bruscamente de la cama al escuchar la voz de ese lobo gritarle en su cabeza, estaba sudando y respirando de manera agitada.

Inmediatamente notó algo extraño en todo su cuerpo, sintió la respiración, movimientos y el palpitar de otro corazón.

Tocó su cuello sintiendo mucho dolor, se levantó en dirección al baño para verse por el espejo y vio la gran mordedura en su cuello — ¡AUCH...! — dijo con dolor al tocarlo.

Donde él había clavado sus colmillos la piel se estaba tornando oscura y los bordes de la mordida estaban de colores debido a la profundidad de la herida.

— Has despertado — Cristal se sobresaltó al escuchar esa voz áspera.

— ¿Quién dijo eso?— preguntó mirando en todas las direcciones sin ver a nadie.

— Iré a ti mi amada Luna —

— ¡No quiero verte! — el cuerpo de Cristal se estremeció anhelaba tenerlo cerca y estar junto a él — ¡Ahora si estoy loca! — se dijo, al escuchar otra voz hablarle en su cabeza.

Su cuerpo comenzó a ponerse caliente al recordar a Kogan, tuvo mucho temor de esas emociones tan extrañas ¿por qué ahora su deseo de buscarlo es más fuerte que antes?

— ¡Oh no! — dijo con temor, al percatarse que estaba nuevamente en esa gran habitación.

Cristal recordó lo que Elena le había contado y recordó el momento donde ese lobo la mordió — ¡Quiso matarme! — intento caminar, pero sus piernas no le responden.

Pensando en Jilyan y Torik, sus deseos por estar con ellos siempre fue el impulso que ella necesitaba para poder moverse.

Salió por los pasillos hasta llegar a la puerta principal de la mansión — ¡No deberías estar levantada! — se detuvo al escuchar la voz de la mujer de cabello negro.

— Debo irme — le informe, con sus manos temblorosas.

— Cariño debes descansar todavía estás débil — mencionó Lynn ignorando sus palabras — Regresemos debes comer para recuperar tus energías —

— ¡NO! ¡ME LARGO DE AQUÍ! — Lynn suspiro pensando.

"Aquí vamos de nuevo" Cristal camino en dirección de la puerta y una voz familiar la detuvo.

— ¡NO PUEDES IRTE! Debes entender que eres la pareja de Kogan, este es tu hogar ahora — Elena intentó acercarse, pero Cristal retrocedió alejándose de ella, ya no confiaba por llevarla nuevamente a ese alejado lugar.