CAPÍTULO 31

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— ¿Esa es la razón? ¡Todo este tiempo que has intentado escapar han sido por ellos! — Kogan cerró sus ojos con más tranquilidad al escuchar los motivos de su pareja por no querer estar con él y pensaba que su luna no deseaba estar a su lado.

— ¡Sí y si tengo que vivir toda mi vida con este dolor para estar con ellos, lo soportare aunque me destruya por dentro! — sentenció con firmeza.

— Si me hubieras dejado explicarte las veces que intente hablar contigo, hubieras sabido que no planeo alejarte de ellos — le respondió deslizando las manos por su cabeza.

— ¡Pero... pero me dijiste que no saldría de aquí! — habló ella enojada.

— Nunca mencioné que no verías a tus hijos, ya estoy haciendo los arreglos para traerlos, eres la luna de esta manada y debes estar a mi lado —

— ¿Vendrán a vivir aquí? —

— Te reclame y te marque, eres mi pareja tus hijos ahora son míos — le dijo Kogan acercándose a ella — Todo lo que necesites para ellos y para ti, yo se los proporcionaré —

— ¡No... no... planeabas alejarme de ellos! —

— ¡Nunca! — le dijo estando al frente a ella, la atrajo hacia él y llevó su nariz a su cuello e inhalo su exquisita esencia que lo tranquilizaba.

— Pero mi casa y mi trabaj...— los labios de ella fueron devorados, Cristal opuso un poco de resistencia y al final se dejó llevar.

Con la aclaración que no estaría alejada de sus hijos todas sus emociones habían cambiado, ya no lo bloqueaba, Kogan y Rax pudieron entrar por primera vez en su mente y sentir como ella siempre quiso aceptarlo.

Después de una larga semana al fin ambos pudieron disfrutar de sus besos, Kogan no quería separarse de esos dulces labios "Déjame sanar a mi compañera" dijo Rax rompiendo el beso.

Miraron los rasguños, la herida de su pierna, su hombro y por último miraran su marca, el lobo se puso inquieto al ver los bordes donde había clavado sus colmillos con costras rojas y su piel de diferentes colores debía al trauma.

— Tu.. tus ojos —

— Perdóname mi amada luna te marque muy fuerte — le dijo Rax, cargándola y colocándola delicadamente en su escritorio.

— Eres el lobo — mencionó ella, él asintió y comenzó a lamer la marca en su cuello.

Cristal comprendió que siempre que veía el cambio de sus ojos oculares era porque el lobo estaba presente — ¡No hagas eso! — le dijo nerviosa, sintiendo la piel de su cuerpo erizarse.

— Tengo que sanarte — le dijo Rax sin detenerse de lamerla, él sabía que ella no estaba acostumbrada a la forma de sanar a sus parejas, pero se lo explicaría después.

Los ojos del lobo se desviaron a sus grandes senos, su blusa era ligera con dos tiras en ambos lados de sus hombros, para no lastimar su marca y a él le fue inevitable no besar el otro extremo de su cuello.

— ¿Qué... qué haces...?— balbuceo Cristal, sintiendo sus pezones endurecerse, él separó sus piernas y se ubicó en medio de ellas.

Ella trató de alejarlo, pero Rax se lo impedí besándola nuevamente, ella le correspondió sin vergüenza llevada por el fuerte vínculo que los unía, las manos de su pareja recorrieron su pecho hasta ubicarse en su hombros y Rax sintió su pene endurecerse.

Él estaba por arrancarle toda la ropa, pero separó sus labios de los de ella y el lobo comenzó a gruñir en dirección a la puerta — Veo que han hecho las paces — mencionó Elena entrando a la oficina con una sonrisa de diversión.

Cristal intentó apartarse, estaba en una posición íntima sus piernas abiertas a cada extremo de la cintura de su pareja, ella estaba avergonzada, pero a Rax no molesta mostrar este afecto al frente de Elena, agarró las piernas de su luna y las atraje más hacia él — Te acaba de aceptar dale espacio, todavía no comprendo nuestras formas de tratarnos —

— ¡Qué quieres! — exigió con enojo, él había sentido su presencia y tuvo que detenerse de arrancarle la ropa a su luna.

— Vamos a salir de compras —

— Si vas a salir con Lynn, solo váyanse, no tienen que pedirme permiso —

— Cristal vendrá con nosotras — él volteo a ver a Elena con ira — Rax es tu Luna, no puedo creer que no tenga nada de ropa —

— Yo empaque ropa — dijo Cristal.

— Es ropa de trabajo, no tienes pijama, bolsas, ni zapatazos ya revise todo y no tienes un vestido blanco — le recalcó a Rax.

— Si... me hubieras dicho que no vendría a trabajar, hubiera empacado ropa diferente — bromeó Cristal incómoda por el momento y Rax no pudo evitar sonreír ante su comentario.

— ¡Esa es la Cristal que conozco! vamos a cambiarte tenemos que irnos —

— ¡Elena no te la vas llevar! — sentenció Rax.

— Tiene tu marca es una Luna, según las tradiciones debe vestir de blanco — el suspiro y pensó ¿por qué tenían tantas costumbres?

— Ve con ella — le indicó a su pareja.

Elena la sujetó por el brazo y la alejó de él, Cristal volteo a verlo antes de desaparecer por la puerta y Rax suspiro controlando el fuerte impulso que tenía de estar con su pareja.

Luego de unos minutos el lobo bajó para ver a Clair, ella lo esperando para que él le diera el permiso a su luna de marcharse, él miró a Cristal estar junto a Elena y ella le estaba colocándose una bufanda en sus hombros para cubrir su marca.

Todas las lobas deben mostrar la marca de sus compañeros, pero cuando están entre los humanos deben cubrirlo — Se va alejar de ti ¿Qué hay del dolor que provoca su marca? — preguntó Tou estando a su lado.

— Ya no ocurrirá, solo pasará cuando ella no obedezca una orden —

— ¿Tú luna ya te acepto? — pregunto Hiro y el lobo asiento — Lo asimilo demasiado rápido —

— Es por el vínculo, sabe que mis palabras son ciertas —

— Entonces tomaste la decisión correcta en marcarla, aunque sigue siendo inusual que la marca esté en el lado izquierdo de su cuello y que la mordedura esté al revés — recalcó Tou.

— Lo importante es que ya te acepto — mencionó Hiro — Ahora tienes alguien importante que cuidar —

— ¡Bienvenido al Club de los estúpidos hermano! — vociferó Tou, recordándole que él siempre les había dicho que eran ingenuos, idiotas y estúpidos por tener pareja — Oficialmente dejaste de dar las órdenes — bromeó Tou y Rax sonrió ligeramente sabiendo que sus palabras son ciertas.

APODERÁNDOME DE MI LUNA HUMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora