CAPÍTULO 39

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Cristal abrió lentamente los ojos al sentir alguien tocar su hombro y escuchar a alguien llamándola — E... elena... — murmuró soñolientamente.

— Me ha tomado minutos lograr que despiertes — Cristal se incorporó perezosamente — Se que no quieres levantarte, pero hay que prepárate para hacer el pacto y el recorrido de la luna —

— ¿Qué pacto? y ¿Qué es eso del recorrido de la... Luna? — dijo bostezando, frotando sus ojos.

— Es cuando todo la manada te jura lealtad — le informo, Cristal no comprendía porque deberían hacer eso, ella no se cree alguien tan importante — El recorrido de la luna lleva días, debes visitar cada lugar de la manada —

— Ya he visitado todos los alrededores de este lugar — dijo sujetando las sábanas y volvió acostarse.

— No solo es aquí, es por todo el territorio —

— Qué se mañana, Elena estoy cansada y adolorida — le respondió cubriendo su rostro del sol con las sábanas.

— ¡Debió ser ayer! pero no tenias el vestido blanco que compramos y estabas inconsciente —

— No puede ser otro día — Elena negó con su cabeza, quitando las sábanas de encima y ayudando a levantarla de la cama.

— ¡Como esperaba! tu pareja no iba a poder soportarlo — Cristal la escuchó hablar con picardía, la miró y vio como Elena señaló sus senos, su bata estaba abierta, se pueden ver todas las marcas en su piel incluyendo las que estaban a un costado de su ingle.

— Él te lamió antes de irse ¿Verdad? —

— ¡Cómo sabes eso! — grito Cristal cubriéndose rápidamente.

— Es fácil deducirlo, al verte parada — él rostro de Cristal se puso rojo, al recordar la lengua de Rax rozar por su clítoris — Si no te hubiera lamido, te hubieras levantado con mucha dificultad y no sientas vergüenza, recuerda que yo también soy pareja de un Alfa, puedo comprender cómo fue tu noche —

— ¡Es normal en ellos tener tanto sexo! —

— Los licántropos machos pueden estar por horas y hasta días con su pareja, te aseguro que Kogan y Rax se contuvieron, la primera vez que estuve con Hiro, fueron tres días seguidos y no se detuvo —

— ¡Tres.. tres.. días! —

— A pesar que me lamió me costaba caminar y él tuvo que llevarme en sus brazos — Cristal no tenia ni la mínima idea en lo que se había metiendo, anoche era la primera vez que tuvo tanto sexo en su vida y ahora debo estar días complaciendo a su pareja — Somos las únicas que podemos tranquilizarlos y como son alfas, tienen mas energía que cualquier otro miembro de la manada —

— ¡Moriré! ¡Definitivamente moriré! — se dijo Cristal dejándose caer en la cama.

— ¡Debes levantarte, tengo que vestirte y arreglarte! — espetó Elena.

— Si vuelvo a estar con él, mañana no tendré fuerzas para comer y a diferencia de ti yo si no podré caminar —

— ¡Te aseguro que tendrás mucha hambre! y ¡Sí! no podrás caminar — le aseguró.

Elena le explicó rápidamente lo que debía hacer ese día, entrando al closet, busco uno de los tantos vestidos que compraron el día anterior, a los pocos minutos llegó Lynn y se les unió.

— Ahora si pareces una luna — dijo Lynn, que había ayudado a peinar su cabello, Cristal miro el vestido era un top acampanado sin tiras largo, una cinta ajustada por debajo de su pecho resaltaba su busto.

Se observó en un amplio espejo su hermoso y sencillo maquillaje natural, su cabello estaba recogido en un peinado de lado, dejando visible la marca de su cuello y se sorprendió al verla, había tomado un color oscuro parecido a un tatuaje.

Se acercó más al espejo para observar con detalle la marcas y se sonrojo — No puedo usar esto — dijo con vergüenza.

— ¿Por qué no? — preguntó Elena, mirando donde había quedado algo imperfecto.

— ¡No puedo salir así!— dijo señalando las marcas que Rax y Kogan habían dejado en su cuello, brazos, busto y giro para que vieran las de su espalda.

— ¡Eso no debe preocuparte! — soltó Lynn — Es normal en los machos hacerlas por todos nuestros cuerpos —

— Los licántropos son posesivos, le gusta que su olor está en la piel de su pareja y tú principalmente como luna, debes dejar que te las veas para que des el ejemplo — Cristal puso las manos en su cara.

— ¿En serio tengo que dejar que todos lo vean? — ambas asintieron — ¡Sabrán que tuve sexo con él! —

— Cariño todos sabíamos que él te iba a follar duro, toda la noche — soltó una divertida Lynn.

APODERÁNDOME DE MI LUNA HUMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora