CAPÍTULO 41

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El pacto de la manada hacia su luna es uno de los acontecimientos más importantes, luego de volver a convencer a la luna del alfa que no debía cubrir las huellas de los labios de su pareja, todos subieron a los autos que esperaban fuera de la mansión y partieron.

La calle pavimentada estaba cubierta por las sombras de los árboles del espeso bosque, Cristal no entendía cómo recorrió por días el lugar y nunca vio este camino misterioso.

La ruta los conducía a una enorme cueva debajo de un gran risco — ¿Qué hacemos aquí? — preguntó Cristal.

— Es la madriguera mi Luna — dijo Roland — Aquí es donde están todos nuestros lobos con sus ganeia, están los cachorros, los mas jóvenes y guerreros — le informó.

Todos entraron a la oscura cueva, Cristal tropezó al no ver donde caminaba, Kogan sujetó a su compañera por la cintura para guiarla por todo el camino, había olvido que su Luna es humana y que sus ojos no podían ver por la oscuridad.

La luz al final del túnel hizo que Cristal avanzara más rápido y al salir de la oscuridad se sorprendió de ver a una gran multitud en ese inmenso lugar, era 3 veces más grande que una cancha de fútbol profesional.

Caminaron por una ruta cubierta con muchos pétalos de rosas de diferentes color, el Alfa Kogan llevaba su luna sujeta por la cintura demostrando estar orgulloso de su pareja predestinada y a la vez es un recordatorio para todos sus lobos, que deben traten de igual manera a su parejas.

Todo el lugar está decorado hermosamente con pétalos y rosas rojas, al final de la madriguera se podía ver una gran roca, con 10 metros de largo y ancho con el tallado de un lobo aullando a la luna — ¡Esto es realmente necesario! — dijo Cristal al ponerse detrás de un altar y viendo las decenas de licántropos observándola en silencio.

— Eres mi pareja destinada y es parte de nuestras costumbres hacerlo para que todos los lobos te conozcan — Kogan acaricio su rostro, Hiro, Elena y Lynn se ubicaron junto a ellos, mientras que los betas junto a la manada los miraban de frente.

— Por favor dime que no tengo que decir algún discurso —

— No, él único que hablará es el segundo al mando —

— Yo el beta Roland — dijo él, avanzar hacia ellos arrodillándose y toda la manada hizo lo mismo — De la gran manada de los Real Blood, nombró el territorio de nuestro Alfa Kogan como Rosaliam en honor a nuestra Luna — se suele nombrar los territorio con el nombre del olor de la flor que tiene la compañera del Alfa.

— Luna Cristal Rain — ella lo miró al escuchar pronunciar su nombre y todos en el lugar inclinaron sus cabeza — Hablo por todos los licántropos del territorio Kanis de la región de Rosaliam! — se levantó y todos los demás permanecieron arrodillados — Aceptamos y le juramos lealtad eterna a nuestra luna predestinada por nuestra Diosa Luna —

Un sentimiento extraño invadió el cuerpo de Cristal su marca comenzó a brillar, todos los miembros de la manada alzaron su cabeza sintiendo el vínculo, viendo que la unión de su alfa y su luna emite una luz.

Pequeños murmullos se escucharon por todo el lugar, era de esperar que lo hicieran las marcas no brillan, Kogan dio un paso al frente, todos dejaron de hablar y bajaron más su cabeza en señal de sumisión, su Alfa dio un gran gruñido sellando el pacto de lealtad hacia su luna.

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Tou escuchó el fuerte gruñido de su hermano al sellar el pacto, jamás se había sentido tan rabioso en todos sus siglos de vida, miraba desde la entrada de la madriguera, él no iba a permitir que el se quedara con esta indecente y repugnante mujer.

El sonido de los lobos machos aullando por este acontecimientos le hizo fijar nuevamente la vista hacia Kogan — No deberías demostrar tu felicidad — balbuceo, al verlo llevar con orgullo a su impura compañera a recorrer la madriguera.

Guio sus ojos a Lynn, ella iba caminando junto a Hiro y Elena, suprimió las garras de su mano, porque él era el único que comprendía que esta mujer no podría ser la reina de los Real blood — ¡Nunca inclinare mi cabeza a esa puta! — aseguró, recordando la pequeña discusión que había tenido con su luna esa mañana.

Está ardiendo del coraje que sentía, miró a toda la manada de su hermano, había la posibilidad que ninguno de sus lobos se opusiera, porque su hermano ya les había advertido que serían castigados o desterrados.

Pensaba que debía hacer, tenía que lograr que Cristal lo rechace, los humanos son fáciles de engañar y solo debía averiguar un poco de los hijos de la luna de su hermano.

Antes de marcharse Tou miró a varios lobos de la manada y sus ojos se cruzaron con Clair, ella lo miró con enojo y él desvió su mirada saliendo de la madriguera.

Con su velocidad de licántropo llegó hasta la mansión, entró en el despacho de su hermano y buscó la información que necesitaba — Jilyan y Torik, esos niños son su debilidad —

No tenía dudas de que debía hacerlo, estaba seguro que su hermano se decepcionará y aceptara el rechazo de su asquerosa compañera no pura, podría estar cegado por la belleza de esta mujer o debe estar con ganas de comer algo después de años sin salir de su territorio y por eso no le quedó más remedio que aceptarla.

Siguió revisando, Kogan tenía todo listo para la llegada de esos humanos, incluyendo su habitación, escoltas, un auto para cada uno y hasta la mejor escuela en su territorio — Debo buscar una media luna inmediatamente para él, así la olvidará en unos días —

Cumpliendo con su objetivo salió de la mansión, se detuvo al ver unos globo oculares tornarse verdes al igual que su iris y comprendió, porque Kogan la había hecho una de sus betas — Es una loba esmeralda —

Clair miraba al alfa Tou recordando al verlo visto justo después que la manada le juraran lealtad eterna a su luna, recordó haberlo escuchado llamar a su luna puta.

Giro su rostro para ver con orgullo como su Alfa llevaba a su luna a recorrer la madriguera y se escucha muchos de los lobo aullando por las buenas nuevas de la manada.

Estaba enojada con el alfa Tou por no haber aceptado a la luna de su alfa, ella junto a los otros betas saben la razón de su rechazo a la futura reina, Clair nunca desprecia su luna, algo había aprendido en sus siglos de vida, todo pasa por algo "Así debe ser" hablo Jade su loba "Nuestra Diosa Luna así lo quiso"

"Lo sé"

"Los hijos de nuestra luna son parte de los designios de nuestra Diosa, no lo veo con claridad, pero ambos tienen un papel importante" Los lobos esmeralda tiene la capacidad de ver el futuro "Debemos protegerlos y si es posible dar nuestras vida por ellos" las palabras de su loba siempre son correctas.

Clair como la tercera beta al mando estaba acostumbrada a lidiar con humanos, sabía que hay muchas madres solteras, ya que los hombres no tienen parejas predestinadas, no se les enseña que deben cuidar, proteger con sus vidas a su pareja y cachorros.

Clair siendo una hembra, es de esperar que sea más responsable que los otros betas, sabía que el recorrido tomaría un par de horas y se dirigió hasta las murallas a verificar que todo estuviera en orden.

Al girarme por la mansión vio al alfa Tou, salir por las puertas y nuevamente su cuerpo se estremeció de enojo "¿Qué haces Jade?" trato de calmar a su loba.

Los ojos de ella y el alfa Tou se cruzaron, él la miró sorprendido "Mis ojos esmeralda miraron más allá" habló Jade, Tou inmediatamente giró su rostro y siguió su camino "Algo va ocurrir "

"¡Jade!"

"¡LO VISTES! él alfa Tou traerá la primera desgracias de nuestra manada"

APODERÁNDOME DE MI LUNA HUMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora