CAPÍTULO 72

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La conversación con John se prolongó más de lo habitual debido a las numerosas y precisas preguntas que él formulaba. Lynn se esforzaba por explicarle con detalle, reconociendo en él un vasto conocimiento en medicina.

Después de finalizar el intenso interrogatorio, John continuó conversando un poco más con Cristal. Había logrado convencerlo de que su falta de comunicación se debía al mucho trabajo y a un pequeño accidente. Antes de terminar la videollamada, acordaron volver a conectarse más tarde para que Jilyan y Torik pudieran hablar con ella.

Cristal se recostó entre las almohadas con un suspiro pesado. Si hubiera mostrado alguna señal de duda o si Lynn no hubiera investigado, su hermano podría haber comenzado a dudar de sus palabras. La luna sabía que también tendría que enfrentarse a la difícil tarea de comunicarles a sus hermanos que debía quedarse a vivir en Kanis. Era consciente de que se enfrentarían a su decisión y necesitaba encontrar una forma de explicarles que su lugar estaba junto a su pareja.

— Esto habría acabado mal si no hubiera buscado información sobre medicina humana. John hizo preguntas muy acertadas y sabía para qué era cada medicamento que le mencioné —, comentó Lynn.

— ¡Había olvidado mencionarlo! —, dijo Elena con un poco de vergüenza. — John es asistente médico. Fue una buena idea dejarte esa parte a ti. Si me hubiera tocado explicárselo, estoy segura de que no me hubiera creído —.

— Me sorprende que lo admitas, Elena. Y este tipo de información no deberías pasarla por alto —, hubo un corto silencio ante la respuesta de Lynn, que demostraba que el ambiente todavía seguía siendo tenso, ya que muchos no sacaban de su mente la traición del alfa Tou junto con todo lo sucedido. Elena, notando la tristeza de Lynn, continuó hablándole de otras cosas, ya que sabía que ella podía aparentar estar tranquila, pero por dentro estaba destrozada.

En estos momentos, la prioridad es la pronta recuperación de Cristal y lograr que ella entienda la importancia de acercarse a su pareja para que el vínculo haga su trabajo.

Cristal, recostada entre las almohadas sin haberse recuperado del agotamiento, elevó su mirada hacia la puerta esperanzada de ver la silueta de Kogan por el pasillo. Inmediatamente, un fuerte impulso se apoderó de su ser. Cristal mordió ligeramente sus labios y, sin poder soportar esta lejanía, se inclinó hacia delante, retiró las sábanas que cubrían una parte de su cuerpo, giró lentamente hacia un lado y con dificultad movió sus piernas hasta que las puntas de sus pies tocaron el frío suelo.

A pesar de que todavía se sentía débil, Cristal hizo el intento de levantarse. Una parte de ella sabía que no podía seguir acostada y, por otro lado, deseaba que Kogan y Rax vieran que se encontraba mucho mejor.

Al estar a punto de poner todo su peso en sus piernas, estas temblaron perdiendo sus fuerzas haciéndola caer, pero ella fue más rápida logrando sujetarse de las sábanas, aunque esta acción no logró evitar que ella se diera un fuerte golpe.

— ¡Qué estás haciendo! —, mencionó Elena junto a Lynn. Ambas se acercaron rápidamente al escuchar el golpe y vieron a Cristal casi tendida en el suelo.

— Yo... no puedo... continuar acostada —, les mencionó con una hermosa sonrisa, sujetada fuertemente de las sábanas de la cama.

— ¡Debiste decirnos que deseas levantarte! Todavía te encuentras muy débil. Necesitas recuperar más tus fuerzas —, la regañó Lynn, ella junto a Elena la ayudaron a ponerse en pie.

— Necesito fortalecer mi... cuerpo... no podré recuperarme si continuo... acostada —, les indicó.

— Es cierto lo que dices —, le aseguró Lynn en acuerdo con sus palabras. — Pero no debes ser imprudente. Tu cuerpo todavía no se ha recuperado y necesitarás ayuda para movilizarte por un tiempo —.

APODERÁNDOME DE MI LUNA HUMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora