Accidente (28)

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Dejaba mis pendientes en mi tocador, me encontraba sentada en mi dormitorio, en mi taburete, me sentía muy cansada, había estado muy ocupada últimamente con mi trabajo, con mis reuniones o fiestas que hacía la empresa de mi trabajo, me moría de sueño y no tenía ganas de hacer de cenar.

Escuchaba que Henry Cavill, si, ese era mi esposo, el hombre mas codiciado por todas sus fans, mi esposo era muy exitoso en su trabajo, muy conocido, y era muy bueno en lo que hacía pero cada que me acuerdo me siento culpable por lo qué pasó, por como se fueron dando las cosas, y me revuelve el estómago.

Él había sido el más grande mejor amigo de mi anterior pareja, Chris.
La verdad nunca hemos querido hablar del tema, yo me sentía triste, me sentía con un gran dolor cada que me acordaba de él, porque siempre fue y será el más grande amor de mi vida, la felicidad que tenía con Chris como pareja y viviendo no menos de un año con él era todo lo que yo quería, era todo lo que me hacía tan feliz, por desgracia, la vida me lo quitó en nuestro mejor momento, en donde pareciera que todo iba a estar muy bien y que íbamos a vivir felices por el resto de nuestras vidas, pero no fue así, él había tenido un accidente de avión a causa de su trabajo como actor, tenía que ir por asuntos de trabajo, y nunca encontraron su cuerpo, los primeros meses fue un infierno para mí, lloraba todos los días, no había ni un solo día en que no llorara por el accidente, lo habían declarado muerto ya que se había hecho una investigación por todo el lugar del accidente y no se encontró ni un rastro de él solo su ropa e identificaciones.
Su ausencia me comía por dentro, me sentía tan sola sin él sentía que el mundo se me derrumbaba, sentía que la vida ya no tenía sentido, no tenía sentido nada, así me la pasaba cada día que me despertaba sin él, teniendo ese horrible pensamiento, esperando a que él llegara y tocara la puerta, jamás llegó ese día.

Henry supo después cómo estaba y quiso apoyarme en mi luto, Henry el mejor amigo de Chris me consolaba, sabía el dolor que me causaba su muerte, ambos nos consolábamos, trataba todos los días en que me sintiera mejor, en todo ese tiempo, Henry se había convertido mi más grande amigo, que estuvo para apoyarme, ya se cumplían seis años de lo que había pasado, Henry me había pedido matrimonio dentro de esos seis años, aun recuerdo cómo es que él me había confesado sus sentimientos, como se había enamorado de mí en el tiempo que habíamos estado juntos, conocía mis defectos, lo que más me gustaba, lo que me gustaba hacer, lo que no me gustaba hacer, al principio lo rechacé porque no me sentía cómoda de que él había sido el mejor amigo de Chris, Henry lo aceptó pero no se rindió y lo siguió intentando, de verdad se había enamorado de mí así que yo me di una segunda oportunidad para ser feliz, él era el más feliz y dichoso del mundo cuando le había dicho que sí.

Me miro al espejo mientras escucho el ruido de la regadera, Henry se estaba bañando, y yo me estaba poniendo la pijama, suspiré y vi mi anillo de matrimonio, ya llevábamos 2 años de casados, me mordí el labio mientras lo veía, Henry salió de bañarse, tenía la toalla en su torso y dejaba ver su pecho y brazos, su cabello recién mojado.

- Hola princesa, me extrañaste?-. Él se acercaba a mí dándome un beso húmedo en mi mejilla, yo sonreí.
- Te extrañé - Dije mientras voltee al espejo para seguir quitándome los accesorios que tenía puestos.
Me dirigí a mi closet, era grande, con ropa, tacones, bolsos, collares, había de todo, un armario de ensueño, pero yo siempre me ponía algo muy casual, la verdad nunca me importaba ponerme cosas de diseñador, siempre suelo ponerme cosas que me agradan y que siento que van con mi estilo, busqué cualquier cosa para dormir, me desvestí y Henry me miró estando en la puerta.

- Todo lo que te pongas te quedará bien princesa, a ti todo te queda bien.
Decia él con sus brazos cruzados ya estaba con su pijama
Yo me sonrojé y me terminé de cambiar, ambos nos dirigimos a la cama no sin antes de haber hecho el amor.

Después de un rato me desperté por un poco de agua, eran las 4 de la madrugada, regresé a la cama, vi a Henry en un profundo sueño, dormía como un oso, dejaba ver sus grandes y fuertes brazos, su pecho se veía por la luz tenue de la recamara, dejé el agua cerca de mis pastillas anticonceptivas, había olvidado guardarlas, no quería que Henry se enterara que las tomaba, y es que él siempre me a pedido un bebé, él ansía con mucha ilusión ser papá pero aún no me siento lista, no me siento todavía con la responsabilidad de tener uno.

Me acosté cerca de él, rápido sintió mi presencia y me abrazó como un niño pequeño, quién lo diría, tan grande y fuerte y comportándose como un niño chiquito que quiere a su mamá, me volteé para darle un beso en la frente y me quedé dormida.

HENRY

En la mañana siguiente me desperté me sentía tan bien despertar con una reina, mi esposa, mi mujer, con la mujer que me hacía tan feliz, se me marcaba una sonrisa de oreja a oreja, se veía tan preciosa dormida.

Me levanté de la cama y me di una ducha, al principio no quería quitarme el olor perfecto de ella, me encantaba su aroma natural. Salí de bañarme y ella no estaba en la cama, me puse mi ropa para ir al trabajo, estábamos filmando una película de acción, nos encontrábamos en los LA, California.

Bajé las escaleras del segundo piso y me dirigí a la cocina, ahí estaba mi esposa, cocinando para mí.

- Hola mi vida, buenos días, cómo amaneciste?- Ella me dijo en cuanto me vio.
- Amanecí muy bien mi reina - Caminé para plantarle un beso en los labios, ella tenía su mandil para no mancharse de harina la pijama, estaba haciendo sus ricos hot cakes que siempre le quedaban muy bien.
Ambos nos sentábamos en la mesa, veíamos las noticias, era muy raro ver las noticias o ver la tele, casi los dos siempre estábamos ocupados, a veces no venía a casa por semanas por asuntos de trabajo y eso me partía el alma ya que no estaba con mi mujer.

Me despedí de ella y le deseé suerte en su día y en su trabajo, ella posaba para marcas de maquillaje y ropa, le iba muy bien, era hermosa y siempre tiene trabajo mostrando y modelando para marcas muy prestigiosas, ella salía de trabajo y nos veíamos en las noches, así era nuestra rutina.

Antes de salir de la casa, me despedí de ella con un enorme beso, la amaba demasiado, era mi vida entera sin exagerar, ella era el motivo de seguir adelante, la amaba con toda mi vida.
- Te amo, mi amor - Fue lo último que le dije no sin antes escuchar que ella me dijera lo mismo, sí quería escucharlo aunque ya sabía.

CHRIS

Me despertaba lentamente en esa cama de hospital, sólo sentía que podía mover mis ojos, no sentía nada más, movía ligeramente mi dedo de la mano, así estuve por un rato hasta que entró una enfermera, me hablaba en un idioma que jamás había escuchado, no entendía a lo que me decía, tenía una gran sonrisa, casi le brotaban las lágrimas de sus ojos y yo no entendía por qué.

Chris Evans - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora