Dudas y reconciliaciones (39)

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Estaba tan enojada con Chris, que solo verlo quería matarlo con mis propias manos por lo que me estaba haciendo, había golpeado a Logan en la cara y a este le salía sangre de la boca, me dijo que me cambiara, lo hice porque no quería tener mas problemas por culpa de él ni tampoco quería que matara a golpes a Logan, no le importaba ni siquiera que presentara una denuncia por allanamiento de morada o por lesiones físicas contra Logan.

Me terminé de cambiar y Chris quería tomarme del brazo, rápido la quité.
- No me toques - Le dije, ambos salimos de la habitación y de la casa pero estando afuera Logan salió y le gritó que se iba arrepentir por lo que había hecho, este no dejaba de sangrar de la boca.
Chris me subió a la fuerza a su camioneta, le preguntaba para donde íbamos pero no hablaba estaba enloquecido por los celos, despues de una hora habíamos llegado a una playa, ya iba anochecer, se veía el sol ocultarse.

- ¿Por qué haces esto? ¿Por qué me trajiste aquí? - Pregunté mientras lo miraba, su cara era otra, completamente diferente.
- Perdóname - Él se incó enfrente de mí empezaba a llorar, estábamos en la orilla del mar, en la arena, yo no sabía que decirle, negaba con la cabeza.
- ¿Tú crees que con un perdón se solucionan las cosas? - Pregunté pero él bajó la mirada, me inqué para hablar con él.
- No puedo perdonarte, me engañaste, me traicionaste, te metiste con mi hermana otra vez, y ahora pretendes estar conmigo, no será que solo te conformas conmigo porque no puedes tener a mi hermana? - Él rápido me miró.
- Por supuesto que no, estás equivocada, te confieso, te seré completamente sincero, cuando conocí a tu hermana quedé flechado por su belleza, para mi mala suerte la conocí primero a ella que a ti, y podría jurar que sinos hubiéramos conocido antes todo esto no hubiera pasado, hubieramos terminado de mala manera, me di cuenta que solo me quería para un rato y yo ya me veía casado con ella, pero no, ella no era con la que me veía casado, porque te conocí, fui un imbecil por estar encaprichado con ella, estaba cegado por el amor que le tenia, que no te vi, simplemente fui un idiota y todo, me di cuenta cuando me viste con tu hermana, fue que lo entendí todo, te lo juro, me di cuenta que si tengo sentimientos hacia a ti y muy fuertes a lo que me di cuenta, dios...., quería matar a ese imbecil, solo al ver como lo besabas, como ambos estaban entre sabanas mientras hacian el amor, mientras tú jadeabas, no pude, me consumian los celos y no podía permitir que siguieras en sus brazos, porque en donde realmente perteneces es en los mios - Él me tomaba de los brazos mientras ambos nos parábamos de la arena, yo trataba de que él no me tocara pero lo hacía a la fuerza, por una parte dentro de mí quería que me tocara, lo extrañaba demasiado pero estaba aún enojada.
- Suéltame... - Dije pero él no escuchaba, seguía hablando.

- Solo quiero que entiendas que estoy enamorado de ti, y que quiero que me perdones por ser un idiota contigo, sentía su mano en mi nuca, y poco a poco me pegaba a su rostro, yo no quería, desviaba la mirada pero él era tan fuerte, me quería zafar pero no podía me abrazaba con un solo brazo y podía conmigo, finalmente me acercó a sus labios para besarme, al principio me negué, me besaba a la fuerza, sus labios y los mios finalmente se unían, sentía nuestras lenguas, bailaban, nos dabamos un beso apasionado, me dejé llevar por sus besos, lo miraba al besarlo, sus ojos estaban cerrados mientras él disfrutaba ese beso, me agarrraba de la cintura, de mis brazos, quería sentirme.
- Te amo tanto - Dijo y me seguía besando, nuestra respiración se agitaba, me despegué de él bruscamente, él me miraba agitado, a ambos nos faltaba el aire, se calmó por un momento, se limpiaba la humedad de sus labios, tomó de mi brazo y caminamos hasta la carretera, llegamos a su auto y condujo hasta un hotel, no decía nada en todo el camino, llegamos a una habitación y lo primero que hizo fue tomarme de nuevo en sus brazos, mientras nuestros labios se volvían a juntar, me tomaba de nuevo de la cintura y de mi nuca, caminábamos como pudiéramos hasta la habitación la luz era muy tenue, él me desvistió me senté en la cama desnuda mientras él se quitaba la camisa y a continuación el pantalón, lo ayudaba a quitarse el boxer, tenía una erección, muy buena erección, lo tocaba, lo estimulaba y me inqué enfrente de él agarraba su miembro con mis manos, la acariciaba, lo excitaba cuando lamía, cuando chupaba de este y como se escuchaba en toda la habitación lo miraba desde abajo, mi vista había chocado con su abdomen, estaba marcado, tonificado, miraba sus pectorales como subían y bajaban por su respiración, agarraba mi cabeza para meterme su miembro aún más en mi boca, así varias veces, tocaba su abdomen, acariciaba su pierna, sentía sus vellos, él jadeaba mientras cerraba sus ojos y movía la cabeza por el placer que sentía, quería venirse pero rápido me paró, tomó de mi brazo para levantarme de donde estaba, me besaba y después besaba mi cuello mientras me agarraba de mi trasero, lo acariciaba y lo golpeaba muy suavemente, me tiró a la cama, él estaba arriba de mí, sentía su enorme erección chocar en mis piernas, me besaba con locura, tan apasionadamente, besaba mis senos, los acariciaba, su lengua pasaba por mi vientre hasta llegar a mi clitoris, sentía como su lengua jugaba en mi parte, se escuchaba en toda la habitación como me chupaba y al mismo tiempo agarraba mis senos, me excitaba, sus ambas manos tocaban mis piernas abría de ellas para poder estimularme, yo gemía de placer, al poco tiempo estaba comenzando a sentir un orgasmo, me revolcaba en la cama mientras él seguía chupando mi clitoris, ambos jadeabamos, yo gemía mientras trataba de que él parara pero no lo hacía, quería verme tan excitada, se puso arriba de mí mientras yo vibraba aun del placer, él me abrió de piernas mientras metía su miembro en mi parte, estaba tan duro, nuestros cuerpos chocaban yo apenas me empezaba a relajar por aquel orgasmo que me habia provocado y rapido quería sentir otro por cómo me penetraba, entraba todo su miembro, agarraba de mis senos mientras me introducía, puso mis piernas arriba de sus hombros no dejaba de follarme, cada vez el choque de nuestros cuerpos se hacían mas intensos y el sonido mas fuerte, estaba loco de deseo, ambos estábamos en la locura del placer, no pude evitar sentir de nuevo otro orgasmo, estaba totalmente mojada, su miembro podía entrar sin ayuda de un lubricante, agarraba mi rostro y se acercaba mas a mí para besarme, en medio de esos besos gemía, me levantó para después ponerme en una silla, mi espalda reposaba en ella mientras mi trasero estaba al aire, pero Chris agarraba de mi trasero para no caerme, seguía embistiéndome cada vez mas rápido y sentía de nuevo otro orgasmo, mis paredes en mi interior se cerraban, él paró en seco ya que quería venirse pero no dejó que me quedara así, se incó para lamerme abajo y así por fin terminar el orgasmo que estaba sintiendo, ambos sudábamos, nos habíamos dado solo un minuto para reponernos, no cabe duda que era un animal en lo sexual, hacía lo que quería conmigo y yo lo dejaba, me gustaba, me fascinaba, lo miraba de donde estaba su miembro seguía tan duro su respiración seguía agitada.
Tomaba de nuevo de mi trasero, me cargaba, mis piernas estaban al aire nuestros cuerpos se pegaban yo me agarraba de su nuca mientras nos besábamos, él podía tomarme de un solo brazo mientras que su otra mano guiaba su pene para metérmelo a la vagina, mientras lo hacía yo jadee un poco mientras lo besaba, él me levantaba de mi trasero, lo podía manejar como él quería me jalaba hacia atrás y adelante, comenzaba con penetraciones muy leves, mientras nos comiamos a besos y después empezó hacérmelo más rápido, mis pechos pegaban a sus pectorales, ambos sudábamos, dejé de besarlo porque solo gemía, me ocultaba en su cuello mientras rasguñaba su espalda por el placer que sentía, él tenía demasiada condición para no cansarse rápido, me tenía cargada alrededor de diez minutos, ese tiempo fue suficiente para venirme las veces que él quisiera, más de 2 veces había ya tenido una eyaculación, terminábamos mojados y eso le excitaba aún más.
- No sabes las ganas que tengo de venirme - Decía en mi oido y yo sonreía.
- No lo hagas - Dije mordiendo su lóbulo de la oreja, me bajó y me había pegado a la pared, metía su pene de nuevo en mi vagina, le daba la espalda mientras él me besaba la parte de mi hombro, tomaba mi cabello y trataba de que mi cuello estuviera descubierto para poder besarme, agarraba mis senos mientras sus dedos frotaban mis pezones, los acariciaba al mismo tiempo que me penetraba, a continuación me había puesto en la cama, miraba mi espalda y mi trasero y yo lo puse al aire para que él tomara de este y así que me cogiera, mi trasero pegaba muy fuerte con su abdomen bajo, jalaba de mi cabello mientras azotaba mi trasero con nalgadas y eso me gustaba mucho, había tenido un orgasmo en esa posición y él no dejaba de darme, al contrario lo hacía más y más rapido al mismo tiempo que yo ocultaba mi rostro en la cama y apretaba las almohadas mientras gemía, al final nos habíamos metido ambos en la cama, este hombre no se cansaba al igual que yo, habia roto las sabanas de la cama para poder hacer con estas amarrarme mis piernas y mano en el respaldo de la cama, mi vagina estaba completamente expuesta a él, primero la lamia y chupaba y después me embistió, lo hacia de manera rápida, sus manos estaban en mis piernas para poder sujertarse yo no tenía la manera de zafarme, él podía cogerme hasta que se cansara si quería o hasta que se viniera pero no, me cogía cuantas veces quisiera hasta que yo me viniera más de una vez, estaba loca de tanto placer, me desamarró y a los pocos segundos lo hacíamos otra vez entre las sabanas.
- Dime que te vuelvo loca - Él decía entre besos mientras no dejaba de cogerme.
- Me vuelves loca, me vuelves loca de placer - Decía entre jadeos.
- Dime que nadie te a hecho el amor, nadie te a cogido como yo - Yo sonreí mientras mordia mis labios y él besaba mis clavículas.
- Nadie me lo a hecho así como tú - Decía mientras él agarraba mi rostro.
- Me vuelves loco te lo juro - Nos besábamos con tanta lujuria y pasión, mis piernas envueltas en su cintura mientras su duro pene entraba en mí, volvía a cerrar mis paredes vaginales, rasguñaba sus brazos mientras gemía, él tampoco se podía contener al igual que yo gemía, sus jadeos eran tan varoniles, se escuchaba tan sexy, que ambos estábamos por tener el mejor orgasmo durante todo el tiempo que llevábamos haciéndolo, ambos nos venimos al mismo tiempo mientras nos besábamos.

Nos quedamos profundamente dormidos en aquella habitación del hotel cerca de la playa, me desperté y me fijé que eran las tres de la mañana, miré a Chris que seguía dormido su pecho estaba descubierto y las sabanas le tapaban de su abdomen hasta la mitad de su pierna, yo me paré de ahí y caminé hacia la terraza, el aire me pegaba a mi rostro, era tan puro, el lugar era tan tranquilo, las olas se escuchaban el cielo estaba estrellado, tocaba mis labios y me mr imaginaba el buen momento que había pasado con Chris hace algunas horas, pero estaba tan confundida, tenía miedo de que todo esto fuera una mentira, que él no haya dejado de amar a mi hermana, que dejó esa obsesión por ella, no sabía qué hacer.

Me fui del lugar sin que se diera cuenta, había rentado un carro que me llevara, habia llegado a mi casa a las cuatro y media de la madrugada, no tenía dinero así que agarré prestado de su cartera, llegué a la casa y para mi mala suerte habia llegado mi hermana en ese momento.
- Vaya, hasta que llegas, donde estabas en todo el día hermanita? - Ella me preguntó vestía de tacones y un vestido cuando vio que no respondía fue cuando me preguntó por Chris, tal vez pensaba que estaba con él, procedió a cruzarse de brazos se veía enojada yo subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto, me había quedado dormida profundamente, a la mañana siguiente me fui temprano a la empresa.

Chris Evans - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora