- ¿Y... cómo te fue con tu galán? - Preguntó Sonnia, yo estaba cruzada de brazos.
- No te voy a negar que me gustó y más cómo lo hicimos, pero no me interesa - Sonnia me volteó a ver.
- Se veía tan guapo y lindo, se le caía la baba por tí - Yo rodeé los ojos un poco fastidiada.
- Ya te dije que no me interesa, tú sabes perfectamente qué es lo que me interesa - Ella suspiró un poco agachando la mirada.
- El dinero - Ella respondió, yo rápidamente hablé.
- Tanto como a ti, muñeca - Le dije con una sonrisa tocando su hombro.Salí de mi departamento, tomé mi bolso y con el tacto buscaba mi teléfono para llamar a Chris, nos habíamos puesto de acuerdo en vernos en un restaurante, él quería verme.
Pasaron algunos minutos yo ya estaba en el lugar, se encontraban varias personas la mayoría en sus mesas y otros en la barra, a lo lejos miré que estaba Chris sentado esperando mi llegada, no quería aparecer aún, pensaba en lo que habíamos tenido anoche, yo deseaba que se volviera a repetir pero Sonnia tenía razón respecto a que era muy guapo, ella me decía que tal vez tenía buenas intenciones conmigo y no solo pasar la noche pero simplemente descarté la posibilidad de tener algo con él, sólo quería su dinero.Caminé hacia donde estaba él.
- Hola - Dije con una sonrisa, él rápidamente se paró mirándome de pies a cabeza como la noche anterior, él me saludó, era todo un caballero me ayudó para que me pudiera sentar.
- Éstas las traje para ti - Me dijo, dándome unas hermosas rosas.
- Están muy bonitas... - Le dije tomando las rosas las pegué a mí para poder olerlas, tenían una aroma perfecto, finalmente le agradecí por su acción.- ¿Para qué querías verme? - Le pregunté dejando las rosas en la mesa.
- Bueno hm... yo quería conocerte más, no lo sé, salir... - Yo me mordía el labio, tomé su mano y la acaricié.
- Yo también quiero conocerte, me encantó lo que hicimos anoche - Le di una sonrisa coqueta, por debajo de la mesa acariciaba su pierna con mi tacón.
- A mí también, quiero que se vuelva a repetir, lo deseo pero lo que más deseo es tener algo contigo - Yo reí un poco nerviosa.
- Estás loco - Dije sin dejar de sonreír, él también sonreía pero se veía que quería una respuesta por parte de mí.
- Estoy loco por ti, es cierto, quiero saber ¿qué opinas?
- ¿Qué opino? Pues... opino que vas demasiado rápido - Contesté.
- ¿Hacer el amor no es algo rápido? - Yo suspiré quería decirle que solo fue sexo pero no me atrevía.- ¿Dime algo? ¿Te intereso? ¿Tú quieres conocerme como yo a ti? - Me preguntó y yo incliné mi cabeza sentía un poco de ternura.
- Claro que sí me interesas - Me acerqué un poco a él.
- Pero no tener algo conmigo, ¿Cierto? - Él se veía un poco desanimado, yo acaricié su barba, él miraba mis labios, se veía tan enamorado.
- Claro que sí tontito, me encantas y quisiera tener algo contigo, pero, hay que conocernos más, ¿está bien? - Pregunté dándole un pequeño beso en los labios.
- Lo que tú me digas, mi reina - Yo reí con ternura, él no dejaba de mirarme embelesado.
Empezamos a comer, todo era tan delicioso, Chris me contaba muchas cosas de su vida, y tenía una risa que también me contagiaba a mí.No me había dado cuenta del tiempo ni él tampoco, nos habíamos pasado todo el día juntos, los dias y las semanas, terminamos de ver una película, ya estaba por anochecer, salimos del cine agarrados de la mano, habían mujeres que se le acercaban para pedirle una foto, un abrazo o un autógrafo, aveces me ponía seria en esas situaciones pero simplemente lo dejaba pasar, no tenía por qué ponerme celosa pero lo hacía.
Llegamos a mi casa, él me había traído, estábamos en la entrada de mi casa yo estaba muy cansada.
- Me la pasé tan bien, Chris - Estábamos muy juntitos él me abrazaba.
- Yo también me la pasé tan bien a tu lado, muñeca - Él era tan romántico, tan cariñoso que simplemente me hacía olvidarme de todo.- ¿Mañana estarás libre? - Me mordí un poco el labio, no sabía que decirle.
- Tal vez, ¿Quieres que volvamos a salir? - Le pregunté acariciando su barba, lo miraba tan coqueta.
- Me encanta que hagas eso - Cerró sus ojos, yo le daba algunos besitos en el cuello se dejaba llevar.
- ¿Qué? - Pregunté, yo sabía a lo que se refería.
- Que me acaricies, me encanta - Él me dio un beso en los labios, uno largo, uno donde no queríamos separarnos.
- Y sí, quiero que volvamos a salir, quiero pasar mis días contigo, toda mi vida - Él me abrazó, yo rodee los ojos, él no me miraba.
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Chris Evans - One Shots
Novela JuvenilSumérgete en estas pequeñas historias que te ayudarán a imaginar una vida maravillosa con el hombre perfecto.