Mi eternidad eres tú [𝐄𝐢(𝐌𝐚𝐥𝐞) 𝐱 𝐘𝐚𝐞 𝐌𝐢𝐤𝐨]

XVII(+18)

Más placer.

Luego de aquella eyaculacion el Arconte Electro sacaría su miembro aún en estado de Virilidad para luego separarse un poco de la Kitsune y este se le quedaba mirando con una sonrisa.

Ei: Así es Miko ahora eres de mi propiedad ~ ven~

Usaba sus manos para poder levantar a su querida amada y luego poder propinarle otro lascivo y apasionado beso y apegandose muy cerca de su cuerpo quedando sintiendo aquellos pechos grandes de la adversa como también el emperador apegaba un poco su miembro aún en Virilidad solo quedaba esperar que seguía ahora ¿Termino? ¿Ambos siguen con energías? Pues lo segundo parece ser una muy buena opción solo que aún continúan con ese besó que no quiere dejar libre a la Kitsune y en el cual hace jugeteos con sus lenguas.

Cuando el miembro del emperador fue retirado de la estrecha cavidad vaginal de la Kitsune cierta cantidad de semen se desbordó por obvias razones. Las piernas de la hembra temblaron ligeramente ante ello pero mantenía un semblante pícaro y era claro que después de ello deseaba seguir, daría un arduo suspiro sin dejar de hacer contacto visual apreciando aquellos lindos iris de color púrpura que tanto le fascinaban a esta mujer.

Yae: Bajo tu merced. degustando de mi cuerpo. . Al parecer te encanta ~. .

Optó por corresponder en un instante aquel beso que se le propinó a los labios, siendo uno apasionado y lleno de cierto cariño cosa que a esto le fascinaba a la joven Kitsune. Se separaría dejando uno que otros rastros de saliva para luego de un rápido movimiento con ayuda de sus piernas se podría encima del hombre sentándose de esa forma en la parte baja del abdomen ajeno haciendo un leve contacto entre ambas intimidades, la mirada de aquella sacerdotisa era algo sombría y llena de morbo cómo si el emperador se tratase de un pequeño conejo.

Yae: ¿Crees que esto ha terminado? Para nada, a ver si puedes aguantar un poco. Me encargaré de dejarte tan seco y que tus piernas no sean útiles por un día ~

El Arconte Electro luego de separarse de aquel beso tan apasionado y tierno se daba de cuando las facciones de la hermosa Kitsune cosa la cual le miraba un poco confundido.

Ei: Miko ¿Pasa al-

No terminaba de hablar cuando aquella mujer de ebras rosas tomaba fuerza para hacer que el emperador del rayo caiga al suelo y luego veía como sube a su regazo esto no es lo que le sorprende sino aquellas atrevidas y morbosas palabras que le dijo esa coqueta y seductora mujer, el comentario hace que el miembro del Arconte se ponga más erecto de lo normal y palpitaba con más fuerza al estar muy cerca de la intimidad fémina.

Ei: Quiero que me lo demuestres mi reina~ yo también voy a darte tanto placer que tendrás que sentarte con una almohada ~

Al decir eso usaba ambas manos para tomar el gran trasero de la sacerdotisa y la apretaba con fuerza a causa del éxtasis de placer que siente.

La Kitsune Con ayuda de sus piernas bajó un poco haciendo que la gruesa virilidad sea apegada a su clítoris, movías sus caderas suavemente haciendo que la sensación fuese asombrosa para ambos. Duró de esa forma algunos minutos para luego proceder a alzarse levemente para dejar el glande en su entrada. Sonreía de forma morbosa mirando fijamente al mayor ante ella, notando aquellas expresiones tan cautivantes.

Yae: Aquí viene ¡Ah ~..!

Bajaría de golpe escuchándose el sonido ambas pelvis apegarse, se quedaría un momento inmóvil debido a que tenía en cuenta que este emperador recientemente se había corrido cosa que le generaría ardua sensibilidad y esa sensibilidad ante sensaciones toscas podría llegar a dolerle.

Yae: Me dices si te sientes cómodo, para moverme ~

Coqueta y encantadora era aquella amante del emperador y entonces tras ver a la Kitsune levantarse un poco llevaría el grueso falo falo carnoso del pelimorado a su vagina y así haría meterselo ella misma pero lo raro es que ella se detiene ante la sensibilidad que siente.

Ei: Me siento demasiado cómodo querida~ pero yo voy a tomar ventaja.

Tras esas palabras el Arconte Electro usaba sus manos para poder atinarle dos fuertes nalgadas a la Kitsune y así tomar con su gran mano parte de la voluptuosa carne de esos glúteos para apretarlos con fuerza.

Ei: Vamos quiero que te muevas ~ hagamos esto hasta quedar satisfechos~

Entonces una de sus manos es llevada hacia la mano de la contraria para poder aferrarse hacia la Kitsune y dejarse llevar de aquellos sentones que está a punto de recibir.

Lo harán hasta el cansancio.