Mi eternidad eres tú [𝐄𝐢(𝐌𝐚𝐥𝐞) 𝐱 𝐘𝐚𝐞 𝐌𝐢𝐤𝐨]

XI.

La visita al Santuario Narukami.

El Arconte Electro Ei Raiden se encuentra en su templo de forma algo inquieta y le reporta a uno de sus soldados que debe ausentarse unas horas, pero lo que le diria aquel soldado fue "Lord Shogun acaba de volver de un viaje de altamar" en parte ese joven soldado tiene razon sin embargo la necesidad de salir del templo Tenshukaku.

Estaría viendo algunas escrituras en su templo mientras pensaba de como irse de allí de pronto cierta melancolía le invade su mente y corazón para luego poder salir de allí y dirigírse hacia el santuario Narukami dónde se encuentra aquella Kitsune que dejó hace muchos años allí y además está sintiendo muchoas que antes no puede resistirlo por más tiempo debe ver a toda costa a Yae Miko.

Ei: La veré de nuevo espérame querida Miko.

El Arconte Electro llega al santuario y el resto de Sacerdotisas le hacen reverencia ante su presencia y luego iría hacia donde se encuentra la sacerdotisa Kitsune la cual estaba en el árbol de cerezos.

Ei: Miko ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos.

Cautivante y hermosa mujer de físico curvilíneo, orbes claros junto con unos iris de color púrpura que eran de apreciar en su totalidad. La sacerdotisa del templo Narukami se hallaba descansando después de días de trabajo, mantenía sus párpados cerrados mientras disfrutaba del fresco ambiente ¿esperaba visita alguna? Para nada, era de notarse que la Kitsune yace al tanto de su emperador ; de igual forma estuvo a su lado desdé muy jóvenes ¿cómo no estarle? A pesar del escaso tiempo donde ambos llegaban a intercambiar algunas palabras ella lo disfrutaba, era un encanto.

Yae: ¿Que hacés justo ahora Ei?

Habló para ella misma sumida en sus pensamientos, repentinamente sintió una presencia que conocía acercarse hacia ella "¿Raiden?", al no ser mencionado, la Kitsune estaba acostada boca arriba apreciado las hojas de los árboles de cerezo que estaban presentes, ante lo ocurrido esta misma procedió a sentarse quedando en una posición adecuada. Por fin notaba la silueta masculina que ansiaba ver, sonrió ante esto para así verle fijamente al mayor.

Yae: Ei...un gusto verte de nuevo ¿qué te trae por aquí?

Se encuentra muy aliviado de poder ver finalmente a la linda pelirosa Kitsune y luego se acercaba hacia ella para poder tomarla de una de sus mejillas y acariciar esta misma estaba dando el primer paso! Era de esperarse por parte del emperador electro.

Ei: Primero que nada te extrañe tanto y pues quiero compartir tiempo contigo ya me libere de algunos deberes en mi templo.

Diría aquello mientras sigue las caricias hacia la sacerdotisa pelirosa y le sonrie levemente.

La hembra de finas facciones se encontraba alegre ante ella confesión por parte del varón, se levantó para así luego proceder a acercarse a este hombre embozando una dulce sonrisa que sobretodo a éste le mostraba en su mayoría cada que le veía cara a cara.

Yae: Es agradable ¿gustas tomar algún té dentro del templo? Tengo un lugar de descanso por si acaso de hecho la habitación que estuviste construyendo hace muchos años.

Correspondía a aquellas acaricias estando alegre al respecto, miraba con plena gentileza al emperador estando a su lado constantemente.

Ante tal propuesta este queda alegre por qué el le encanta el te y también los dangos posiblemente también hay de esos bocadillos que tanto le gustan debido a que anteriormente había comió junto al viajero dichos platillos.

Ei: Por supuesto que me gustaría tomar el té contigo Miko si es así entonces vamos.

Dice mientras le daba paso a la mujer pelirosa para que empiece a caminar después de el.

Ei: Adelante después de ti.

Ambos se encuentran en la habitación en específico donde portaba un ambiente cómodo y un blando futón, había una pequeña mesa ante ellos donde estaban a algunas tazas que contenían fresco y tibio té.

Yae: ¿Lo disfrutas Ei?

Comentó suavemente y algo de picardía mientras degustaba de aquel té, enfrente de ello procedió a disimular aquel tono de voz un tanto atrevido ante una pequeña y dulce sonrisa que le brindaría al emperador ante ella. Su mirada era fija e inofensiva, por alguna razón estaba algo avergonzada de tener a un hombre tan ocupado como él en su templo pero en realidad también siente la satisfacción de que el esté allí con ella.

Yae: ¿Jum? ¿Qué deseas hacer después de beber té?

Repentinamente optó por dejar una vacía taza de té en aquella mesa para luego levantarse y acercarse de una forma absurda estando muy cerca de un anonadado emperador.

Yae: ¿Vamos a pasear por las calles de Inazuma? ¿Comemos algo allí? ¿Me peinarás mi cabello cómo antes? ¡Ah! Lo lamento por acércame así.

Fue el primer acercamiento por parte de la Kitsune pelirosa ¿Cómo tomara esto el Arconte Electro? ¿Que procederá a hacer?