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Observo mi reflejo en el espejo y acomodo mi corbata por sexta vez desde que llegué a la corte. Me he repetido unas cien veces que debo ser fuerte, pero ahora me escondo en el baño como un cobarde.

El juicio y las cartas han hecho un extraño vórtice en mi cabeza que me impide pensar en otra cosa más que adentrarme aún más en esos temas. Aunque para ser honesto, creo que las cartas van ganando más territorio que el juicio.

Hace muchos días no recibo una sola letra de ella y para ser completamente honesto, creo que ahora lo estoy necesitando. Ya sea por que me guste o porque no, porque funcione como distracción o como otra cosa, no me interesa, ahora solo sé que necesito leer una sola palabra de ella y estaré bien.

–Dereck...-dice mi hermano cuando ha abierto la puerta del baño.-necesito que salgas para empezar a practicar lo que le diremos al juez...-dejo escapar el aire y solamente asiento con la cabeza en respuesta.

Realmente solo quiero salir de esto y esperar que haya aunque sea un pequeño cambio en todo este caso. Aunque para ser honesto, dudo mucho que haya algo que rescatar.

Sigo a mi hermano por el gran salón de entrada de la corte cuando algo me hace de tenerme en seco en mi lugar. A tan solo unos diez pasos de distancia, está la mujer que arruinó mi vida.

–Dereck...-el dueño de la voz no me da ni tiempo para girar para mirarlo porque se tira sobre mí para abrazarme con fuerza como si fuéramos íntimos amigos.-ha pasado mucho tiempo, hermano...-el olor de su maldita colonia se adentra en mis fosas nasales y me impide respirar bien por esos instantes donde él se mantiene pegado a mí.
–¿Qué demonios ha...-corto mis palabras de golpe cuando veo que ella también comienza a acercarse a nosotros.-te doy exactamente cinco segundos para que te quites de encima mío...-él se aleja un paso para mirarme con expresión sorprendida por mis palabras.-¿es que acaso el haberte acostado con esta zorra te ha nublado el juicio o qué?...-en el instante en el que la palabra zorra sale de mis labios, ella llega al lado de él y se queda atónita.-tú y yo no somos amigos ni mucho menos somos hermanos, así que te prohíbo que me vuelvas a dirigir la palabra...-digo antes de comenzar a caminar hacia mi hermano para evitar decirle algo a ella también.
–¿Es que acaso tus sentimientos por mí te siguen nublando el juicio?...-esas palabras me hacen detenerme en mi sitio de golpe.-sigues haciendo un mar de una gota de agua, Dereck...-aprieto las manos con fuerza mientras giro en mi sitio para mirarla.
–¿Mar has dicho?...-cuando me disponía a acercarme nuevamente a ellos, la mano de mi hermano me detiene y me jala hacia él.
–No caigas en su juego o todo el juicio se arruinará...-la mirada de mi hermano me deja ver el disgusto que siente con todo esto.
–Bien...-digo con los dientes apretados antes de dejarme llevar por él hacia otro lado.

Sé que tiene razón el decirme que no me deje dominar por esta mujer, pero algo pasa cuando ella empieza a hablar que me impide evitar mirarla. Es como si de alguna forma ella me dominara solo con el sonido de su voz.

–¿Es que acaso no estás cansado de seguir luchando contra algo que no podrás evitar?...-mi hermano sigue jalándome el brazo para que continúe caminando, aún a pesar del sonido de su voz.-yo ganaré este juicio y tú seguirás escondido en una pocilga...-aún a pesar del intento de mi hermano por obligarme a caminar, logro soltarme de su agarre y devolverme hasta quedar lo suficientemente cerca de ella.
–¿Es que acaso tu propia mentira ha lavado ese intento de cerebro que tienes en el cráneo?...-ella me sonríe, pero puedo ver cómo se resiste para no mandarme a la mierda.-yo no estoy escondido de nada ni de nadie, aquí la única que se esconde detrás de esa vida de porquería eres tú y si es que acaso creías que traer a este débil intento de hombre a la corte para mortificarme la existencia funcionaría para hacerme dudar frente al juez, necesitas más que eso...-me acerco un poco más a ella para susurrar y evitar que el idiota escuche lo que le diré.-tú ya no tienes ningún poder sobre mí y te aseguro que ese estúpido con el que te acuestas todas las noches para reemplazarme no es más que una distracción para darle algo de vida a esta farsa que has montado para divertirte...-me alejo un paso y la observo detenidamente de arriba a abajo.

No entiendo como demonios vino a la corte con ese intento de vestido sabiendo que todos la van a mirar de esa forma tan grotesca en la que tienden a mirarla y ella detesta. Pero tampoco es como que me importe lo que haga.

Sin decir una palabra más, me alejo de ella y nuevamente me acerco a mi hermano para ya finalmente alejarnos de ese par de estúpidos. Ya veo venir el regaño por haber vuelto hacia esos dos.

Sin embargo, cuando finalmente llegamos al salón con la mesa que tiene todos los papeles que él preparó para el juicio, simplemente se limita a tomar asiento y a empezar a explicarme todo.

–No es muy difícil, ya que el juez sabe que no has aparecido en la ciudad desde que esa mujer levantó la demanda y...-sus ojos se encuentran con los míos y su expresión se llena rápidamente de confusión.-¿porque me estás mirando y no a los a papeles?...-honestamente no entiendo por qué demonios no me está regañando por no escucharlo.
–¿Es que acaso estás esperando el momento adecuado para explotar contra mí?...-ahora el que mira con confusión al otro es él a mí.
–¿Por qué debería explotar contra ti?...-sus palabras me hacen cuestionarme si realmente sucedió ese acontecimiento con esa bruja o si solo fue mi imaginación.
–¿Acaso no te diste cuenta que simplemente hice lo que quise y me alejé de ti?...-eso le arranca una risa que me pone aún más nervioso de lo que estaba hace unos segundos.
–No puedo explotar cuando solamente te estabas defendiendo, Dereck...-a veces olvido que, aunque es un abogado muy estricto y con buenos principios, sigue siendo un ser humano normal como todos.-además, fue tremendamente satisfactorio ver a esa zorra con esa cara llena de odio por tus palabras...-eso nos arranca una risa ambos y corta todo tipo de nervios que sentía.
–Fue muy satisfactorio...-digo antes de bajar la mirada hacia los papeles y percatarme que entre ellos hay algo que conozco a la perfección.-no puede ser...-me levanto rápidamente de la silla, sin quitar la mirada del sobre y me doy cuenta de que es probable que la mujer de las cartas esté aquí también.-¿alguien más entró a esta sala contigo?...-él me mira con confusión y niega con la cabeza en respuesta.-¿entonces estos papeles los has traído desde la oficina o...-no puedo creer el montón de estupideces que están saliendo de mis labios ante el montón de ideas o posibilidades que vienen a mi mente.
–¿Estás bien, Dereck?...-tomo el sobre con ambas manos y me quedo unos instantes analizando en la respuesta.

Hoy finalmente he logrado enfrentar a esa mujer que lleva atormentando mi cabeza con recuerdos absurdos de una vida que era completamente falsa. Y por otro lado, es probable que alguien a quien nunca he visto, pero que no puedo sacarme de la cabeza esté cerca.

–Creo que sí...-una sonrisa se dibuja en mis labios ante la idea de lo que puede haber escrito en esta carta que al parecer había estado anhelando desde hace mucho tiempo.

Mi querido profesor. ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora