Sus ojos se llenan de asombro y de duda conforme le cuento todos los acontecimientos de esa misma mañana, pero su expresión se llena, en esa extraña forma que tiene de expresarlo, de felicidad por mí.
–Estoy feliz de que finalmente la hayas encontrado...-dice antes de bajar la mirada a unas hojas que tiene frente a ella con la intención de leer lo que sea que diga, a lo que yo coloco mi mano para impedirle hacerlo y ella deja escapar un suspiro derrotado.-no planeo tirar confeti sobre ti solo porque te has topado con alguien que quizás...-corta sus palabras de golpe y se muerde el labio inferior.
–¿Porqué cortas tus palabras? Di lo que deseas decir para poder oponerme rotundamente a ello...-no puedo creer que dude de que esa chica es la mujer de las cartas, la mujer que amo y que estaba ahí en la cafetería.
–El hecho es que esa chica solamente estaba ahí, no sabes quién es y tampoco sabes si es la chica de las cartas, solo lo dedujiste porque viste en su mano un sobre que no sabes si era para ti o para algún otro chico desesperado...-dice antes de respirar agitada y cubrir sus ojos con sus manos.
–¿Acaso estás celosa?...-pregunto con humor hasta que veo que se levanta con brusquedad de su silla y me mira directamente a los ojos. Demonios, esos ojos son tan azules que no puedo dejar de mirarlos.
–Ten cuidado, ¿sí?...-dice con voz cargada de dulzura y amabilidad.-discúlpame...-dice antes de avanzar hacia la puerta y salir del comedor.Su actitud me deja en blanco por unos instantes y me hace cuestionarme si debí guardar lo de la mujer de las cartas, pero la respuesta no llega y no deseaba quedarme cavilando en ello en ese momento de felicidad.
–Oye...-dice alguien interrumpiendo mis pensamientos.-no lo tomes personal, es sólo que la policía le ha fallado de nuevo...-esas palabras dejan mi mente en blanco y causan un escalofrío por toda mi espalda.
–¿A qué se refiere?...-pregunto con voz calmada, aunque mi mente descifra la terrible respuesta antes de que me la diga.
–Es que los tipos que la han estado siguiendo ahora saben en que sitio se esconde...-un escalofrío recorre mi espalda rápidamente al saber eso y aunque quiera ir tras ella, siento que desea estar sola.Ahora mismo, por muy egoísta que suene, haré mi mejor intento por dejar mi mente enfocada en una sola dirección y no me entromenterme en los asuntos de alguien más.
Enfoco mi mirada en el libro frente a mí, pero algo me taladra el cerebro, una idea bastante insistente de hablar con Emma sobre este tema, por lo que la levanto de las palabras de Bukowski y observo a los chicos sentados en sus mesas y con su atencion enfocada en sus respectivos libros de texto.
Sonará egoista de mi parte, pero no creo que sea posible que este siquiera pensando en irme a hablar con ella en un momento de felicidad en mi vida. Son pocos mis momentos felices para arruinarlo con un problema de alguien más.
–¿Profesor?...-la voz de la alumna me saca de mis pensamientos.-¿me preguntaba si usted sabe sobre la mujer de la que habla Bukowski en sus escritos?...-me levanto de mi silla y avanzo hasta quedar frente al escritorio mientras medito en la respuesta.
–Los escritores de novelas románticas son una especie bastante curiosa, ¿no lo creen?...-entrelazo los brazos y observo al resto del grupo antes de continuar.-nos hacen creer que sus escritos pueden ir dirigidos a una sola mujer, pero puede que esten dirigidos a muchas mujeres, o a una mascota que perdieron en su vida, o a su madre a quien amaban con locura e incluso puede que sean dirigidos hacia un hombre...-camino un poco antes de continuar.-las grandes mentes llenas de palabras de amor nunca son de fiar, ya que no sabríamos hacia quién va dirigido su anhelo...-una sonrisa escapa de mis labios sin que pueda detenerla al recordar a la chica de las cartas.-sin embargo, existen pocos casos en los que se podría descubrir la fuente de ese anhelo y solo entonces conocerán ustedes la debilidad absoluta de la mente creativa...-una joven en la parte de atras del salon levanta su mano de repente.
–¿Es posible que un escritor pueda mantener oculto su anhelo por alguien cuando expone sus sentimientos al mundo por medio de palabras?...-esa pregunta me saca una sonrisa.
–Los escritores son personas que no encuentran otra forma de exponer sus sentimientos mas que por medio de palabras...-mis palabras me hacen pensar en la chica de las cartas por un instante.-la prueba máxima de valor de un escritor son sus escritos de amor que no necesitan ser leídos por el ser anhelado, sino que solo les hacía falta sacarlo de sus brillantes mentes llenas de angustia...-un joven en la fila del medio levanta la mano.
–Yo no creo en la posibilidad de que una persona que solo ha expuesto sus sentimientos por medio de escritos tenga el valor de decirle a quien ama lo que siente...-asiento lentamente con la cabeza y le indico con la mano que prosiga.-es cobarde y erróneo solamente escribir y no decir lo que siente en su interior, eso solo crea pudredumbre y quizás odio hacia sí mismo...-sus pensamientos son iguales a los míos sobre la mujer de las cartas.
–Yo creo que...-en ese instante, vino a mí el sonido de esa risa tan única y diferente que me ha hecho soñar despierto durante días.Sin pensarlo dos veces, avanzo hacia la puerta y salgo sin demora. Busco con la mirada en todas direcciones a alguien, pero nuevamente no hay un alma en el pasillo.
Me frustra como mi mente me hace creer y escuchar cosas que no son reales o que he escuchado solamente una vez en mi vida. Una puta risa que cavila mi cráneo y me hace sentir paz.
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Mi querido profesor. ♡
Romance"Todas las grandes historias comienzan en el final de un desastre y esta no era la excepción a la regla." El profesor Dereck Emerson era ese hombre callado y solitario al que todas las mujeres buscaban, más del que toda persona con cerebro y un cel...