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Mi hermana, mi madre, mi hermano y yo nos sentamos a la mesa y ellas comienzan a contarnos toda la historia de mi hermano y su esposa, las extrañas peleas que tenían cada que venían aquí y también las teorías que tienen sobre por qué esa mujer dejó a mi hermano o por qué desea dejarlo.

Mi hermano pasa una mano por su cabello con frustración y deja escapar el pesado aire al escuchar como Apolo quería quedarse con ese bebé que no es suyo.

–¿Acaso es imbécil? Ella le fue infiel y él planea quedarse con un bebé del amante, Apolo debe estar medicándose o algo para estar pensando esas estupideces...-dice Enzo con fastidio mientras golpea la mesa suavemente.
–Debemos calmarnos y pensar en cómo ayudar a tu hermano...-le dice a mi madre mientras acaricia su espalda con delicadeza.
–Lo único que Apolo necesita es alejarse de esa zorra...-me dice mi hermana en un susurro para evitar que nuestra madre la escuche.
–Lenguaje señorita...-dice mi madre antes de voltearla a ver con expresión severa.
–Yo solo pienso que así como Cara le hizo eso a Dereck, Gabriela le está haciendo esto a Apolo y ni siquiera está pensando en lo mucho que lo está hiriendo...-mi hermana me mira por unos instantes y luego enfoca su atención en nuestra madre nuevamente.-ninguna de las dos ha pensado en cuanto han lastimado a mis hermanos y lamentablemente con Dereck no pudimos hacer nada para evitar que toda la mierda le cayera encima, pero con Apolo sí podemos, mamá...-ella deja escapar el aire con frustración y cuando mi madre parece tener la intención de renegar, yo entro en la conversación.
–Tiene razón, mamá...-mi madre me mira con expresión de "tú también con eso" y hace el intento de hablar, pero yo continúo.-Apolo es un hombre increíble, un buen hermano mayor y una gran persona, pero en su mente siempre está que debe hacer lo correcto y estoy seguro que lo correcto para él en este momento es quedarse con ese bebé que no le pertenece...-estiro la mano hacia ella y se tarda unos segundos para sujetarla con las suyas.
–Tienes razón...-escucho como mi hermana deja escapar el aire con alivio al ver que mi madre finalmente ha entendido su punto de vista.

El plan que todos pensamos es que los tres hermanos debíamos salir y ayudar a Apolo a despejar la cabeza porque es posible que tenga muchas cosas que pensar.

De haber sabido que la reunión familiar se iba a enfocar en ayudar a mi hermano, hubiera venido hace mucho tiempo atrás y sin importarme una mierda lo de la estúpida orden de restricción.

Cuando la luz del día fue disminuyendo, solamente mi hermano y yo quedamos en la casa, ya que mi madre se fue con mi hermana a hacer ciertas compras y la esposa de mi hermano las acompañó. En parte siento que lo hicieron para no estorbar en el plan que ideamos para hablar con Apolo.

–¿Crees que costará?...-dice Enzo de repente y sacándome de la profundidad de mis pensamientos.-me refiero a sacar a Apolo de la casa...-creo que él sabe tan bien como yo que nuestro hermano mayor es un tremendo dolor de cabeza cuando se trata de salir de la casa.
–Ambos sabemos que Apolo no es la persona más fácil del mundo y es probable que nos vaya a costar bastante...-dejo escapar el pesado aire y me levanto de la silla para caminar por la cocina.
–Entonces vas a tener bastante trabajo porque de los tres, tú eres el único que tiene la suficiente paciencia para batallar con Apolo...-en eso tiene toda la razón, ya que él es el que menos paciencia tiene de los tres.
–Lo sé, por eso estoy ideando una estrategia que no tenga margen de error...-engañar a una persona es la cosa más complicada que existe en el mundo y algunas personas se les da tan fácil que en este instante los estoy envidiando profundamente por ello.

Camino de un lado a otro mientras pienso en una enorme mentira que me ayude a sacar Apolo de la casa, pero ninguna llega a ser tan colosal como para hacerlo irse de aquí.

–Tú...-su voz me saca nuevamente de mis pensamientos y me hace girar mi rostro para mirarlo.-¿por qué crees que Apolo aceptó algo así?...-dejo escapar el aire antes de responder.
–¿No puedes deducir porque un hombre quiso hacer esa obra tan desinteresada por una mujer?...-pone los ojos en blanco y se levanta de la silla para avanzar hacia mí.
–Ni siquiera el amor nos vuelve tan imbéciles...-levanto mi mano derecha hasta colocarla arriba de mi cabeza y comienzo a dibujar un círculo sobre ella.-lo tuyo fue una excepción, conociste a esa mujer desde que eran unos niños y obviamente creías conocerla...-dice antes de acercarse al refrigerador y sacar dos cervezas.
–Exacto, yo creía conocerla porque la versión que ella me hizo creer de sí misma era todo lo que me gustaba, pero solo era una completa mentira para traerme hacia esa jaula llamada matrimonio...-él se quita la botella de la boca y me mira con cara de no entender de qué demonios hablo.
–De todas las personas del planeta, tú eres la que menos me hace entender de qué se trata el amor...-levanto mi botella como si eso fuera algo para celebrar y le doy un enorme trago a la cerveza.
–No intentes entender algo que no es entendible...-esas palabras que han salido de mi boca me hacen adentrarme en recuerdos no tan agradables.

Ahora empiezo a cuestionarme tantas cosas sobre el sentimiento de estar enamorado y de realmente amar a una persona, todo eso que implica dar el todo por el todo y que me hace entender que no es posible el hecho de llegar a sentir algo como eso hacia la mujer de las cartas.

–El amor es entendible, Dereck...-me tomo otro trago de cerveza y enfoco la mirada en él.-hay algo que entendí cuando me casé, ya que antes de ella había pasado por una ruptura amorosa bastante desagradable y que casi me hizo despreciar todo el sentimiento del amor...-ahora mismo siento que me he perdido más cosas de mis hermanos de las que me gustaría.-nada es imposible cuando se está con la persona correcta y sé que suena como esas fantasías que les contaban a las niñas pequeñas, pero creo que sí hay una persona destinada para cada uno y con esa persona hasta la batalla más pequeña vale cada segundo...-definitivamente eso suena como esas fantasías que le contaban a las niñas pequeñas para hacerlas creer que el amor era real.
–El amor no debería ser una batalla, debería ser paz...-él le da otro sorbo a su cerveza y gira su rostro hacia mí para mirarme.
–Si lo que estás buscando es un amor fácil, entonces no estás listo para amar...-sus palabras me caen como balde de agua fría sobre el cuerpo y me da un extraño escalofrío en la columna vertebral.-el amor nunca va a ser fácil ni se te va a entregar en una bandeja de plata para que nada más lo disfrutes, el amor es una batalla constante y no con armas o peleas, celos o envidia; el amor es una batalla en la que ambas partes deben luchar por el felices para siempre...-nunca había visto las cosas desde esa perspectiva ni me hubiera imaginado que el luchar por algo se refería a que ambas partes debían hacerlo.
–Pero solo si se está con la persona correcta...-digo en un susurro más para mí que para alguien más.

Es por eso que con Cara nada funcionó porque todas las batallas que vinieron hacia nosotros y en las que perdí lentamente mis fuerzas para el matrimonio, fui yo quien las batalló mientras ella solamente se rendía porque no estaba lista para esforzarse por mí.

–Ya ve usted, hermano mío, que la simplicidad del amor se reduce a la batalla personal de ambas partes...-dice mi imbécil hermano mientras me rodea con un brazo y me arranca una sonrisa.
–Observo yo, bestia ancestral, que ha perdido usted el buen juicio y todo gracias a un pequeño insecto llamado amor...-digo antes de rodearlo con un brazo y también arrancándole una sonrisa divertida.
–¿Interrumpo algo?...-la voz de nuestro hermano mayor nos hace enfocar la mirada en él y recordar qué es lo que debemos hacer.-¿estás bebiendo?...-me dice mientras observa la cerveza en mi mano.
–Sí, porque estoy celebrando...-puedo sentir la mirada de disimulo y confusión de Enzo pegada a mi cuello, pero me rehúso a verlo.
–¿Celebrando qué?...-finalmente desvío la mirada hacia Enzo y extrañamente su rostro me da una idea.
–Que me he enamorado...-mi voz suena tan poco convincente que me maldigo en mis adentros.-de una mujer de mi trabajo...-observo a Enzo y él a mí y sé que ambos estamos pensando exactamente lo mismo.
–¿Enamorado? ¿Tú? ¿En serio me estás diciendo que el hombre con más repelente del amor se ha enamorado?...-él hace el intento de no reírse abiertamente, pero no lo logra del todo.-pues enhorabuena, ¿no?...-cuando levanto una mano para llevarla a mi cabello, empujo ligeramente a Enzo para que me ayude a reforzar esa mentira.
–Hasta se escriben cartas a menudo con cosas cursis como las historias de Shakespeare...-Apolo ríe ligeramente ante comentario de Enzo, pero después la sonrisa se borra de sus labios y su mirada se enfoca en mí.
–Espera, ¿entonces es cierto?...-asiento con la cabeza porque no confío en mi voz y él me regala una sonrisa más honesta.-la verdad no creí que este momento llegara a pasar...-gira en su sitio y se encamina hacia la refrigeradora para sacar una cerveza para él.-felicidades hermano...-dice antes de acercarse a mí y chocar su botella con la mía.
–Queremos celebrar afuera, ¿te unes?...-le digo con la mejor actitud y mi mejor actuación de hombre enamorado.
–La verdad es que tengo mucho trabajo y...-Enzo se acerca a él y le dice algo que no logro escuchar, pero que al final parece hacerlo ceder.-dejaré mis cosas arriba...-dice Apolo antes de retirarse hacia las habitaciones de arriba.

Cuando se ha ido, me acerco de puntillas al inicio de la escalera para comprobar que todavía no venga y vuelvo a la cocina al lado de mi hermano quien, por esta situación, se ha ganado mi admiración.

–¿Qué le has dicho para convencerlo?...-Enzo toma las tres cervezas y las mete al refrigerador nuevamente.
–Le he dicho que eres el peor borracho de la historia porque no puedes sostener un poquito de alcohol en tu sistema y que si me deja solo contigo, me voy a vengar espantosamente...-levanto el dedo medio de la mano izquierda y le regalo mi mejor sonrisa.

Mis habilidades para mentir son una porquería, pero las habilidades de mi hermano para convencer son las mejores, incluso funcionaba con nuestros padres cuando éramos más pequeños. Maldito suertudo.

Mi querido profesor. ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora