Secretos Oscuros © [LIBRO I]

Capítulo 45

ARTHUR.

Se acerca fin de año y todo en la empresa es un caos como suele ocurrir en estas fechas, dado que dejamos todo preparado para irnos de vacaciones durante las dos primeras semanas de enero sin que eso signifique un problema.

Y eso me tiene animado, desde que era un niño siempre me ha gustado esta época, aunque mi familia y yo no lo celebrásemos como los humanos suelen hacer, dado que no nos alimentamos de la misma manera y tenemos costumbres un poco diferentes.

Pero eso no significa que no coloquemos los tradicionales adornos navideños en familia y disfrutemos mucho del proceso como lo haría cualquier humano, en eso nos parecemos mucho a ellos.

Miro la hora en la pantalla de la computadora y suelto un silbido bajo por lo tarde que es, así que cierro todos los documentos y organizo mi escritorio con premura, ya todos se han ido a pasar noche buena con sus familiares y por estar tan ensimismado en mi trabajo me he olvidado por completo de la hora, van a matarme.

Así que tomo mi celular y me lo guardo en uno de los bolsillos delanteros del pantalón, así como el abrigo del perchero junto a la puerta y hago uso de mi velocidad vampírica para bajar por las escaleras e irme a buscar mi auto al estacionamiento subterráneo.

Le prometí a mi familia que estaría con ellos un par de horas celebrando y luego me iría al clan Ainsworth para estar con Hell, aunque esto último no se los informé a ellos. Desde esta mañana tengo un extraño presentimiento con respecto a ellos y con mi chica, algo debe estarle pasando porque el lazo no ha dejado de hacerme sentir sus emociones, que son tantas que no logro identificar una en concreto y quiero ir a verificar que todo esté bien con ella.

Aunque no haya despertado me sigue interesando todo lo que pueda estar afectándole, aunque no pueda solucionarlo, ella está en un lugar al que no tengo acceso y sigue siendo mi Alma, la chica valiente que fue destinada a mí y que me tiene tan loco por ella como desde el momento en que la vi y comenzamos a interactuar.

Solo tengo que esperar un par de horas más hasta llegar a su lado y verificar que se encuentre bien o simplemente ir directo a su clan, espero que mis padres y hermanos me entiendan y no me juzguen por pensar primero en ella y en mí.

No he vuelto a ser el mismo desde que decidí retomar mi vida después de todo el desastre en el que culminó la noche en que fue arrebatada de mis brazos, no puedo superar que el amor de mi vida ya no esté a mi lado y que tenga que continuar sin ella.

Subo a mi auto y enciendo el motor y pese a saberme el camino de memoria al territorio del clan Ainsworth, coloco en el GPS la dirección hacia la que me dirijo solo para que quede en el historial y en caso de no regresar, mi familia sepa a donde tienen que ir a buscarme.

Sé que algo le ha pasado a mi chica y que ha regresado, ahora tengo la certeza de ello, el lazo no deja de hacerme sentir sus emociones que pasan de la furia al miedo y finalmente a la decepción, he estado intentando ignorarlo durante todo el día, pero ya no puedo hacerlo más.

Conduzco a una velocidad no permitida por los humanos y sé que me meteré en problemas por rebasar el límite, pero no me importa, eso puedo solucionarlo luego. Pero ya no puedo dejar pasar más que mi mujer ha vuelto por estar encerrado en mi oficina haciendo mi trabajo y el suyo, porque no he permitido que la licenciada de Recursos Humanos me busque una nueva secretaria, ya tengo una y su nombre es Hell Ainsworth.

El móvil comienza a sonar y como pudo lo saco de uno de los bolsillos del pantalón con premura, los Ainsworth nunca me llaman y si lo están haciendo es porque ocurrió algo relacionado con mi chica.

—¿Arthur? ¿Hell está contigo?¡Se ha marchado del clan y no podemos localizarla! —escucho a Britney hablar muy alterada y siento como si un balde de agua fría me hubiese caído encima, mi chica regresó quién sabe desde cuándo y ellos me lo ocultaron, me traicionaron—. Fue una pésima idea haberla aislado solo porque los demás sintieron miedo de ella por su demostración de poder cuando despertó a primera hora de la mañana... lamento no habértelo dicho antes y que te hayas enterado de esta manera, pero no tenía opción.